HABLA "LA PIOCHA" ROJAS

“En Alianza se ha perdido el amor por la camiseta”

El ex zaguero albo analizó el entorno que envuelve al equipo blanco. No dejó de externar su dolor por la cruel situación que atraviesa Alianza.

Quizá los jóvenes nacidos en los años noventa solo hayan escuchado hablar de él y su apodo. Pero en los ochenta y la mitad de los noventa, Nelson “la Piocha” Rojas fue uno de los bastiones que Alianza tuvo en su zaga. Fue campeón con los blancos y jugó para la selección nacional.

Apodado “la Piocha” por su rudeza contra los delanteros rivales, Rojas vistió durante 11 años la elástica blanca, y ahora, como futbolista retirado, mantiene su amor por la camisa del equipo capitalino, y asegura sentir un profundo dolor por el calvario que viven los elefantes. Como no lo hacía ante los arietes, Rojas tampoco amaga al afirmar que en el equipo paquidermo de hoy se ha perdido el amor por la camiseta.

Alianza lleva años sin brillar, de hecho su última copa la ganó en 2004, en adelante ha venido fracaso tras fracaso. ¿A qué crees que se debe?

La verdad es que a veces, por ser aliancista, las cosas cuesta aceptarlas y causan mucho dolor y tristeza porque uno lo quisiera ver en otro lugar, porque en realidad el club se lo merece, pero las cosas no son así. Creo (que) a veces eso de demasiados cambios viene a afectar; y creo que también los principios de amor a la camiseta afectan bastante.

¿Concretamente, qué crees que pasa en la orquesta blanca?

Desde mi punto de vista, lo que podría decir es que el amor a la camiseta, que es lo más importante para nosotros, es lo que se ha perdido. Ahorita no sé cuántos aliancistas de corazón hayan en el club. Antes había un proceso de la gente que iba dejando su legado ahí. Ahora lo más importante es reconocer dónde está el club y tratar la manera de ver en qué aspectos se puede ayudar.

¿En tu tiempo cómo se veía esa camisa blanca?

Era todo para nosotros. Una vez nosotros poníamos el pie dentro del terreno de juego era una transformación muy diferente. Estábamos en las prácticas a la hora. Los entrenos eran a las 7:30 y a la 7 ya estábamos todos nosotros cambiados, practicando con un balón. Cuando veníamos a jugar, nos transformábamos porque nos debíamos a un público que era muy favorable para nosotros. Lastimosamente, ahora creo ahora ni eso se aprovecha.

En tu tiempo me imagino que una victoria al igual que una derrota significaba mucho, hoy Alianza sufre derrota tras derrota...

Conversaba y comentaba sobre eso con unos compañeros, que hoy es diferente: ganar da igual, perder da igual. Creo que no se ha hecho conciencia en eso. Espero que me equivoque, pero por como van las cosas creo que no me equivoco, y no solo yo, porque muchos compañeros tenemos ese mismo concepto de ver las cosas de esa manera y no es porque jugamos ahí. La verdad es que duele, pero hay que decirlo. Duele ver (al Alianza) de esa manera, y ver que no hay nada que uno pueda decir: este equipo se puede levantar.

¿Te duele ver al Alianza en el estado en que se encuentra?

Sí, porque a veces vas pasando por la calle y escuchas gente que dice sus cosas y las dicen porque te conocen y porque saben que vos sos aliancista de corazón. Y sí duele, porque nunca imaginé ver el club en el que yo he militado, igual otros compañeros, de esta manera. Yo pasé procesos donde este equipo no levantó, pero fue talvez por una temporada, pero sí luchamos. Ahora, con todo lo que tienen ellos, cosas que nosotros no tuvimos, y que no la sepan aprovechar es lastimoso.

Cuando decis que te duele verlos de esta manera, ¿te referís literalmente a verlos en la calle?

Sí, la verdad que sí. Por eso te digo que con el dolor de mi alma te tengo que decir lo que está pasando.

¿Con cuál Alianza te quedarías?

Me quedaría con el Alianza que siempre hemos soñado todos, el del proceso de jóvenes que de verdad sean aliancistas, que no vayan al equipo solo por llegar y ganar un nombre en el club. Que siga el proceso de los jóvenes de las canteras, y que de verdad sientan el ímpetu de nacer aliancista, como hay muchos jóvenes que se han desperdiciado.

Con la marcha de Ramiro Carballo se dijo que se iba el último albo de corazón, ¿será cierto?

Ese fue, creo, el error más grande que pudo suceder. Con respeto, pero la verdad me dolió. Es doloroso lo que está sucediendo hasta ahorita, es complicado y triste porque es un equipo que lo llevo en el pecho con mucho orgullo, y nunca voy a agachar la cara. Esperaría que actuaran ya y que vuelva a ser el equipo que en verdad uno siempre ha deseado.

¿Le ves futuro a este Alianza?

No, no. Con el dolor de mi alma te digo, no. Para mí, no.