"Me gusta la presión, yo no soy light”
30 de Octubre de 2013 a la(s) 6:0 - Christian Peñate
Juan Sarulyte tomó desde ayer las riendas del banquillo albo. Debutará el domingo ante FAS.
Jorge Rajo, vicepresidente de Alianza, dijo el
lunes por la noche que en mesa de junta directiva tuvieron muchas
carpetas de entrenadores en análisis para escoger al nuevo estratega del
equipo paquidermo. El directivo aclaró que un factor clave para
decidirse por Juan Andrés Sarulyte fue que el gaucho ya había trabajado
con los albos en 2007 junto a Pablo Centrone. En plática con LA PRENSA
GRÁFICA, Sarulyte aseguró que tiene claro el poder de convocatoria de
los albos y por eso tomó con gusto al plantel. Confía en que lo llevará a
semifinales.
¿Es importante para usted haber pasado previamente por las filas de los albos del Alianza en 2007, en calidad de técnico auxiliar de Pablo Centrone?
Primero quiero agradecerle a don Lisandro Pohl porque él confió mucho en mí. Como bien vos decís hubo muchas carpetas de entrenadores que llegaron a don Lisandro. Sin embargo, confió en un humilde entrenador que sabe levantar la mano para saber cuando se tienen errores. Yo tengo que empezar de nuevo. La vida me ha dado oportunidades y gracias a Dios la gente confía. Con respecto a lo que yo conozco de Alianza, me permite la posibilidad de conocer el país. Alianza es un grande de este país. Eso me da un plus, pero no te garantiza que si mañana perdés pueda haber críticas. Yo hago mi trabajo. El presidente decidirá junto con su gente si lo que hago está mal o bien. Haberme ido de Once Municipal no fue premeditado, porque es una decisión que ya estaba tomada. Conozco la casa. Con todo lo que pase ahora en adelante con Alianza, yo soy el primero en tener la culpa.
Faltan cuatro partidos para el final de la fase regular del Apertura 2013 y Alianza suma cuatro partidos sin ganar, detalle que lo mete en crisis de resultados. ¿Qué tan arriesgado es tomar a un equipo en condiciones como las que viven los albos en este momento?
Es lógico lo que vos estás diciendo. Lo que pasa es que si no era yo, era otro. Alguien tenía que dirigir a este equipo, y si me eligieron a mí, con mucho gusto lo hago. El riesgo está. Yo trabajo de esto. Voy a defender a muerte mi trabajo. No tengo ese complejo y esa preocupación. Tengo una moral alta, creo tener personalidad. Pero el riesgo se corre. Toda responsabilidad a partir de hoy es mía, en la parte futbolística.
Sus últimos episodios con Once Municipal no fueron gratos. Pese a que no empezó el proyecto en 2012, el equipo se fue al descenso. Luego en segunda división hubo dificultades monetarias y el equipo no ha salido de los últimos lugares. ¿Cómo se intenta dejar a un lado ambos episodios para ponerse la camisa blanca con cabeza fresca?
El camino del entrenador es el mismo camino de la vida. Vivo muy pendiente con mi familia de lo que me pasa porque vivimos de esto. No hubiera querido que Once Municipal se fuera al descenso. Yo asumo la responsabilidad porque fui el entrenador. Todo se dio difícil, pero yo nunca eludo la responsabilidad, pero hay otros entrenadores que se lavan las manos y se van y nunca hablan del tema. Lo raro es que te llamen equipo grandes porque no solo fue Alianza. Yo vivo de esto y no tengo miedo a nada. Esto es un Ferrari y hay que tratar de manejarlo bien. Alianza es un equipo grande. Yo tengo que demostrar con el trabajo.
¿Seguirá usando el mismo método de trabajo a su llegada a los albos del Alianza?
Bueno, en Alianza la metodología tiene que cambiar. Lo que no va a cambiar es el discurso y la personalidad. Acá en el país no hay Messi, hay jugadores que tienen buen trato de pelota y que lo tendrán que demostrar. Ellos saben que si tienen que tirarse en el barro lo van a hacer. Esto es un equipo grande y la semifinal la tenemos que jugar. Alianza es un equipo grande, tiene mucha convocatoria, así que la presión está y a mí me gusta tener la presión, si no sería light y yo no soy light. Yo digo las cosas como son y soy respetuoso de esta profesión. El señor Milos Miljanic dejó a Alianza en zona de clasificación y yo tengo que mantenerlo. Los jugadores sabrán interpretar la idea.
¿Cómo hará para cambiar de mentalidad a esos jugadores que están acomodados en Alianza?
Primero se habla con los jugadores. Yo le dije al presidente que no quisiera que echara a ninguno. Se habla con el jugador cara a cara y se dicen las cosas que se tienen que decir. Hay muchas charlas que quedan en el camerino y no se pueden decir. Acá la puerta es muy grande para todos. La institución es mucho más importante que todos nosotros. Este Alianza tiene un prestigio. El fútbol tiene un montón de condimentos y hay que saberlo emplear en el momento que tiene que ser. Alianza es mucho más importante que los hombres.
Faltan cuatro juegos para el cierre de la fase regular. De esos, tres serán en casa para Alianza. La dirigencia alba quiere que esos nueve puntos se queden en casa. ¿Cómo se ve ante esa exigencia?
Me parece lógica. El presidente de Alianza es exigente y, por lo poco que hablamos, él también sabe que soy exigente. Nosotros también tenemos la obligación de demostrar fuera de casa que tenemos un juego muy regular y sos capaz de ganar afuera.
¿Qué le dejó ese paso por Alianza en 2007 junto a su paisano Pablo Enrique Centrone ?
Con Pablo nos conocíamos desde chicos. Habíamos trabajado juntos en un montón de lugares. En Alianza se hizo un muy buen trabajo con Pablo. Se debutaron muchos jóvenes y a la cabeza Rafael Burgos. Para nosotros fue una satisfacción. Pablo es un gran amigo. Pasaron situaciones con las que yo no estaba de acuerdo y me regresé a Argentina. Luego volví solo y empecé a tocar puertas. Tuve que demostrar desde abajo. Yo quería llegar a primera división. Afortunadamente no le debo nada a nadie. Trabajo para mi familia y el país. Yo quiero lo mejor para Alianza. Voy a tratar de defenderlo con uñas y dientes. Seguramente nos vamos a llevar bien.
¿Es importante para usted haber pasado previamente por las filas de los albos del Alianza en 2007, en calidad de técnico auxiliar de Pablo Centrone?
Primero quiero agradecerle a don Lisandro Pohl porque él confió mucho en mí. Como bien vos decís hubo muchas carpetas de entrenadores que llegaron a don Lisandro. Sin embargo, confió en un humilde entrenador que sabe levantar la mano para saber cuando se tienen errores. Yo tengo que empezar de nuevo. La vida me ha dado oportunidades y gracias a Dios la gente confía. Con respecto a lo que yo conozco de Alianza, me permite la posibilidad de conocer el país. Alianza es un grande de este país. Eso me da un plus, pero no te garantiza que si mañana perdés pueda haber críticas. Yo hago mi trabajo. El presidente decidirá junto con su gente si lo que hago está mal o bien. Haberme ido de Once Municipal no fue premeditado, porque es una decisión que ya estaba tomada. Conozco la casa. Con todo lo que pase ahora en adelante con Alianza, yo soy el primero en tener la culpa.
Faltan cuatro partidos para el final de la fase regular del Apertura 2013 y Alianza suma cuatro partidos sin ganar, detalle que lo mete en crisis de resultados. ¿Qué tan arriesgado es tomar a un equipo en condiciones como las que viven los albos en este momento?
Es lógico lo que vos estás diciendo. Lo que pasa es que si no era yo, era otro. Alguien tenía que dirigir a este equipo, y si me eligieron a mí, con mucho gusto lo hago. El riesgo está. Yo trabajo de esto. Voy a defender a muerte mi trabajo. No tengo ese complejo y esa preocupación. Tengo una moral alta, creo tener personalidad. Pero el riesgo se corre. Toda responsabilidad a partir de hoy es mía, en la parte futbolística.
Sus últimos episodios con Once Municipal no fueron gratos. Pese a que no empezó el proyecto en 2012, el equipo se fue al descenso. Luego en segunda división hubo dificultades monetarias y el equipo no ha salido de los últimos lugares. ¿Cómo se intenta dejar a un lado ambos episodios para ponerse la camisa blanca con cabeza fresca?
El camino del entrenador es el mismo camino de la vida. Vivo muy pendiente con mi familia de lo que me pasa porque vivimos de esto. No hubiera querido que Once Municipal se fuera al descenso. Yo asumo la responsabilidad porque fui el entrenador. Todo se dio difícil, pero yo nunca eludo la responsabilidad, pero hay otros entrenadores que se lavan las manos y se van y nunca hablan del tema. Lo raro es que te llamen equipo grandes porque no solo fue Alianza. Yo vivo de esto y no tengo miedo a nada. Esto es un Ferrari y hay que tratar de manejarlo bien. Alianza es un equipo grande. Yo tengo que demostrar con el trabajo.
¿Seguirá usando el mismo método de trabajo a su llegada a los albos del Alianza?
Bueno, en Alianza la metodología tiene que cambiar. Lo que no va a cambiar es el discurso y la personalidad. Acá en el país no hay Messi, hay jugadores que tienen buen trato de pelota y que lo tendrán que demostrar. Ellos saben que si tienen que tirarse en el barro lo van a hacer. Esto es un equipo grande y la semifinal la tenemos que jugar. Alianza es un equipo grande, tiene mucha convocatoria, así que la presión está y a mí me gusta tener la presión, si no sería light y yo no soy light. Yo digo las cosas como son y soy respetuoso de esta profesión. El señor Milos Miljanic dejó a Alianza en zona de clasificación y yo tengo que mantenerlo. Los jugadores sabrán interpretar la idea.
¿Cómo hará para cambiar de mentalidad a esos jugadores que están acomodados en Alianza?
Primero se habla con los jugadores. Yo le dije al presidente que no quisiera que echara a ninguno. Se habla con el jugador cara a cara y se dicen las cosas que se tienen que decir. Hay muchas charlas que quedan en el camerino y no se pueden decir. Acá la puerta es muy grande para todos. La institución es mucho más importante que todos nosotros. Este Alianza tiene un prestigio. El fútbol tiene un montón de condimentos y hay que saberlo emplear en el momento que tiene que ser. Alianza es mucho más importante que los hombres.
Faltan cuatro juegos para el cierre de la fase regular. De esos, tres serán en casa para Alianza. La dirigencia alba quiere que esos nueve puntos se queden en casa. ¿Cómo se ve ante esa exigencia?
Me parece lógica. El presidente de Alianza es exigente y, por lo poco que hablamos, él también sabe que soy exigente. Nosotros también tenemos la obligación de demostrar fuera de casa que tenemos un juego muy regular y sos capaz de ganar afuera.
¿Qué le dejó ese paso por Alianza en 2007 junto a su paisano Pablo Enrique Centrone ?
Con Pablo nos conocíamos desde chicos. Habíamos trabajado juntos en un montón de lugares. En Alianza se hizo un muy buen trabajo con Pablo. Se debutaron muchos jóvenes y a la cabeza Rafael Burgos. Para nosotros fue una satisfacción. Pablo es un gran amigo. Pasaron situaciones con las que yo no estaba de acuerdo y me regresé a Argentina. Luego volví solo y empecé a tocar puertas. Tuve que demostrar desde abajo. Yo quería llegar a primera división. Afortunadamente no le debo nada a nadie. Trabajo para mi familia y el país. Yo quiero lo mejor para Alianza. Voy a tratar de defenderlo con uñas y dientes. Seguramente nos vamos a llevar bien.
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