SAN SALVADOR. En el mar, la vida es más sabrosa... pero no para el Alianza, que no ha ido de vacaciones al litoral cuscatleco, sino en puro plan de trabajo, y de pretemporada, que es aún más pesado para los jugadores.
Los momentos que pasa el plantel del Alianza en el Hotel Tesoro Beach, de la Costa del Sol, en el departamento de La Paz, no son ciertamente de placer, es de mucho trabajo, sacrificio y profesionalismo.
El cuadro paquidermo se hospedó en el hotel desde el pasado domingo por la noche con el objetivo de darle forma al trabajo físico, que el cuerpo técnico repartirá en dos microciclos dirigidos por el preparador físico Leonardo Mancera, quien sigue, como el obvio, las directrices del plan de trabajo que han elaborado Pablo Centrone y su entrenador auxiliar, Wilson Gutiérrez.
CALOR Y SACRIFICIO
Este plan incluye cinco semanas de ejercicios programados para realizar una preparación física general y otra preparación física específica. “La preparación física general comprende aquellos ejercicios básicos que todo atleta debe realizar antes de someterse a una competencia tan dura como el campeonato de liga mayor”, externó el colombiano Mancera.
Puso ejemplos para sus palabras, en los que comentó la gimnasia básica, trabajos de resistencia y fuerza. Específicamente en esta fase es que están inmiscuidos los jugadores paquidermos, quienes ayer trabajaron de manera ardua desde las 6:15 de la mañana. La primera dosis fue una corrida de 10 kilómetros en la playa.
En cuanto a la preparación física específica, el cafetero indicó que es la última etapa de la pretemporada: “Son los preparativos enfocados hacia los movimientos que los jugadores deben de realizar antes de competir, son ejercicios para la práctica del fútbol”.
Y no es broma. Los jugadores blancos sienten el rigor de cada ejercicio que realizan. “Estamos contentos con esta pretemporada, sabemos que hay que dar una cuota de sacrificio extra si deseamos que el Alianza consiga el objetivo de disputar la final del torneo Apertura 2008”, manifestó el defensa José Rolando Torres, quien explicó que no le ha costado tanto entrar en las duras sesiones albas porque viene de un régimen parecido, de disciplina y trabajo fuerte, con la selección nacional.
SOL Y ARENA
La segunda sesión matinal se basó específicamente en un circuito de fuerza a fin de desarrollar la masa muscular de los jugadores blancos.
Para ello, Mancera dividió al grupo en cinco grupos, cada uno con un ejercicio de fuerza para los brazos o las piernas.
La rutina del Alianza va subiendo de exigencia de manera gradual, por lo que el mismo Centrone justificó a sus jugadores. “Lo están tomando con calma, ya que lo mejor se aproxima”, externó como presagiando la rutina que tendrán los aliancistas en los próximos días.
Esto no quiere decir permisividad, sino más bien una cuota de comprensión. De todos modos, hay multas que se imponen para aquellos que falten a la disciplina que desde ya se quiere implementar.
El circuito de fuerza contó con pesas y obstáculos a una altura de un metro y medio repartidos en un espacio aproximado de unos 15 metros. Las sesiones de trabajos marcaban ejercicios con ondulaciones de tiempo que variaban entre tres a un minuto de esfuerzo. Compensaban con un minuto de descanso.
Uno a uno, los 30 jugadores presentes realizaron los ejercicios solicitados hasta que el reloj marcó las 11:55 de la mañana. Y todavía faltaba la tercera sesión, programada a las 4:00 de la tarde.
Como corolario de una extenuante sesión física, Centrone dio el aval para que sus jugadores se dieran un chapuzón en el agua marina. Así bajaron el calor y se quitaron la arena de encima tras una extenuante jornada laboral.
En dos sesiones de trabajo, los albos se han sometido a una gran carga... y aún falta. / SAMUEL MARTELL
Fuente: El Gráfico
No hay comentarios:
Publicar un comentario