Tres turnos, netamente físicos, son las recetas diarias que realizan los paquidermos: a las 6:00 a.m. trote por la playa, que ayer abarcó seis kilómetros; a las 11:00 a.m., ejercicios en la arena y a las 4:00 p.m. trabajo en la cancha.
"Es lo normal de una pretemporada. Es un trabajo fuerte y exigente, pero por eso estamos preparados psicológicamente, para soportar este tipo de cargas, igual a como esperamos que se desarrolle el torneo. Pero estamos conscientes de que este trabajo físico es la base para nuestro desarrollo futbolístico en la competición", expresó Luis Anaya, defensor blanco.
Bajo amenaza
Los cambios climatológicos, que han generado lluvias en la concentración alba, han provocado enfermedades vírales en algunos jugadores que se han ausentado de los entrenamientos.Ayer, Héctor Salazar no participó, porque estuvo en cama todo el día con una fuerte temperatura. Por su parte, Carlos Carrillo se incorporó hasta ayer a los trabajos por sufrir los mismos síntomas que Salazar.
"Hay buena actitud por parte de los muchachos, a pesar de los inconvenientes que hemos tenido que afrontar por culpa de la gripe, que no ha permitido trabajar con comodidad a los jugadores", comentó el DT Pablo Centrone.
El mal de las lesiones es otro de los factores que han tenido que soportar los aliancistas. Ejemplo: Cristian Castillo, quien participó de los entrenamientos con un vendaje en su tobillo izquierdo por una torcedura.
A raíz de estos inconvenientes el técnico Centrone espera que la junta directiva le acepte ampliar el periodo playero, para tener un trabajo más completo.
Fuente: EDH
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