El Grafico
13 Nov 2008
El Grafico
13 Nov 2008
Porque ayer el equipo naranjero fue mejor por lejos que los paquidermos. Llegó, llegó y llegó a la portería de Juan Carlos Mosquera, pero así como se cansó de llegar, también se cansó de fallar.
Alianza, en tanto, se alió con la fortuna. Apenas con tres tiros a puerta, encontró dos anotaciones más por desatenciones del rival que por méritos trabajados.
Ayer el juego lo puso Juventud Independiente. Si no, cómo explicar que en 15 minutos ya había visitado la zaga rival en seis oportunidades, pero unas veces Mosquera y otras los mismos delanteros se encargaron de impedir las anotaciones.
El dominio del equipo rojo era total. Alianza no terminaba de reaccionar y no se vio abajo en el marcador porque Marlon Mejía, el árbitro, no quiso ver una mano en el área de Juan Carlos Alas.
Y la injusticia se hizo presente al 30', precisamente Juan Carlos Alas se encontró un balón suelto al borde del área para vencer a Fidel Mondragón. Era la primera vez que los albos tiraban a meta.
Juventud acusó el golpe y, después de fallar como escopeta de feria, encontró la paridad en un tiro libre de Carlos Escalante, que contó con la pantalla de Mario Morales, para meterle el balón a Mosquera en el rincón bajo izquierdo.
El ímpetu en la reanudación sólo le duró a Alianza 15 minutos. Los mismos que ocupó Juventud para recuperar el control.
Al 62', Juve encontró la ventaja cuando Apolimar Berríos venció a Mosquera después de una triangulación en el área blanca.
Alianza se fue arriba y contó con la complicidad de Marlon Mejía, que pitó un penal harto dudoso cuando Juan Carlos Alas cayó en el área opiqueña que Francisco Álvarez se encargó de transformar en gol, al 79', para rescatar un punto y llegar a 16, que mantienen a su equipo en la pelea. Mientras, el Juve se quedó con 15, penúltimo.
EDH
 |  Alianza rescató un punto frente al Juventud Independiente |
SAN JUAN OPICO. El conjunto albo perdía 1-2 a falta de cinco minutos, cuando un penalti milagroso le dio el empate 2-2.
Jonathan Barrios entre rivales
Fue un partido con vaivenes en el marcador, y que dejó una muestra palpable: la incapacidad de los dos equipos para manejar la ventaja que tuvieron en algún momento del partido.
Por ejemplo, el Alianza, sin jugar gran cosa, se puso a ganar sobre los 31 minutos con gol de Juan Carlos Alas al recoger una pelota suelta que dejó la zaga del Juventud Independiente, y que el jugador albo aprovechó para conectar el derechazo que se metió abajo, junto al palo izquierdo del arco que cuidaba Fidel Mondragón.
¿Qué había hecho el Alianza para merecer este gol? Poco, casi nada, porque por disposición, intenciones y lucha, el partido había sido mejor manejado por el Juventud Independiente.
Y toda esa mejor imagen que había mostrado el cuadro opicano arrancaba en el orden que mantenían los volantes Juan Carlos Orellana, Mario Morales, Luis Mauricio Perla y Carlos Escalante para salir en velocidad explotando las puntas, donde Mario Morales volvía a ser el complemento en la salida y llegada a la zona de remate.
Y pese a esa mejor disposición del Juventud Independiente, el Alianza se había puesto arriba en el marcador en apenas su segunda llegada al área local.
Por consiguiente, lo menos que se esperaba del cuadro paquidermo era que echara mano a su condición técnica, agrupara sus líneas en el orden necesario, y se dispusiera a tener la pelota para bajarle revoluciones al Juventud Independiente.
PERO NO PUDO
Pero ocurre que el Alianza se desdibujó de la línea de volantes hacia atrás, perdió la pelota con mayor asiduidad que al inicio y permitió la levantada del Juventud Independiente.
De manera que el empate opicano no tardó más que cuatro minutos en llegar, porque a los 35 apareció Carlos Escalante cobrado un tiro libre por el costado derecho, y su disparo terminó en la red tras una reacción tardía del portero paquidermo Juan Carlos Mosquera.
El 1-1 redobló el peloteo que realizaba el Juventud Independiente sobre el área alba, pero el Alianza alcanzó ordenarse mejor defensivamente y logró irse al descanso sosteniendo el empate que parecía lo más justo.
De regreso al terreno de juego, el Alianza apareció con una variante: la presencia del colombiano Edison Fonseca en reemplazo del panameño Nicolás Muñoz, quien no se recuperó de un fuerte golpe recibido casi al final del primer período.
Sin embargo, esta variante no operó cambio alguno en el funcionamiento del Alianza, pues siguió con la misma imagen de debilidad con que cerró la primera etapa.
Es decir, sin controlar la pelota, limitado para imponer presencia en ataque, y soportando como en casi todo el partido la presión que le ejercía el frecuente pelotazo del cuadro local.
El técnico albo, el uruguayo Carlos Jurado, hizo ingresar al habilidoso Cristian Castillo al minuto 60 en sustitución de Eduardo Retana, y aunque el volante de la selección rescató un poco de orden en las filas paquidermas, lo suyo no alcanzó en ese momento para darle una cara más seria al cuadro albo.
Por ello es que el Juventud Independiente logró llegar de nuevo al gol. Esta vez por medio de Apolinar Berríos, con un tiro bajo para vencer a Mosquera y poner arriba 2-1 a los opicanos.
EL JUVE TAMPOCO
Al igual que le pasó al Alianza cuando se puso en ventaja en el primer tiempo, al Juventud Independiente sufrió de la misma incapacidad para manejar la ventaja como si esta le pesara.
El gol de la ventaja opicana cayó a los 64 minutos, y a partir de entonces fue un equipo distinto: apresurado para defender, peloteando mucho más y sin una idea clara para enfriar el partido, que era lo indicado.
En esos 26 minutos de partido que quedaban, el banco albo envió al terreno a Francisco “el Caballito” Álvarez en reemplazo de Néstor Renderos.
Con esa variante, más el crecimiento que fue operó Cristian Castillo con el paso de los minutos, el Alianza llegó al empate 2-2 con el gol de Álvarez al hacer efectivo un tiro de penalti. ROBERTO ÁGUILA / EL GRÁFICO
Un triste empate
El Juventud Independiente y el Alianza dividieron honores. Pactaron un 2-2 que tuvo sabor agridulce para ambos.
La alegría del Alianza fue efímera. El conjunto blanco, que tuvo un respiro tras su triunfo ante el Nejapa, tocó suelo ayer nuevamente, al empatar en su visita a San Juan Opico.
Ante el Juventud Independiente, la escuadra capitalina no solo perdió dos puntos sino que también posibilidades numéricas, y puso cuesta arriba la ilusión de soñar con una semifinal. Este empate deja a los paquidermos con 16 puntos y, de ganar los tres partidos restantes del Apertura 2008, únicamente llegaría a 25 unidades.
Ayer, la tarde se pintó otra vez gris para los albos, que, si bien es cierto le aruñaron un empate a “la Juve”, ofrecieron una pobre imagen, sobre todo de la media hacia adelante. En esta zona, Rafael Burgos y Nicolás Muñoz lucieron huérfanos ante la falta de creación y el continuo pelotazo blanco, que hizo fácil el trabajo de la zaga local.
El partido, pésimo en espectáculo, al que contribuyó el arbitraje y las dimensiones de la cancha, ofreció —sin embargo— cuatro goles.
Fue Juventud Independiente quien se hizo con el dominio de las acciones en los primeros compases del juego, pero fue Alianza quien pegó primero.
El tanto albo llegó justo al minuto 30, y fue obra del defensa Juan Carlos Alas, quien no dudó en disparar a marco un balón rebotado que se encontró en los linderos del área.
El zarpazo fue un balde de agua fría para los opicanos, que habían tenido más la pelota y mayores ocasiones de gol.
La alegría alba y la justicia para los locales llegó pronto. Al '35, el guardameta Juan Carlos Mosquera —quien había parado la metralla de “la Juve”— no pudo con un tiro al primer palo, ejecutado por Carlos Escalante. Así se fueron al descanso.
Al regreso, fue Alianza el que intentó imponer el ritmo, pero fue el benjamín el que encontró el 2-1. El gol lo anotó Apolinario Berríos, al '62, y a partir de ese minuto, “la Juve” se tiró atrás.
Error, porque los albos los encimaron y empataron al '80, con un penalti discutido y ejecutado por Francisco Álvarez. Fin de la historia.
LPG
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