Con los pies hinchados debido a la falta de entrenamiento en juego de conjunto, los jugadores de Alianza viajan a Usulután con una moral por el suelo y con las angustias propias de no recibir su salario por casi dos meses.
Además de enfrentar sus propios problemas, nuestro equipo se hará presente en Usulután con la certeza de que el equipo Pampero también está en la necesidad de acumular puntos ya que apenas está saliendo de su propia crisis; encima de eso, los firpenses saben que perder en su propia cancha y con un Alianza desmoralizado verdaeramente de traería una debacle mayúscula.
Curiosamente esta situación hace el partido de esta tarde en el granero de la Repuuublica muy atractivo, los jugadores usulutecos han expresado mucha preocupación por su bajo rendimiento en la primera vuelta y están con deseos de reinvindicarse y qué mejor momento que frente a su afición y frente al más grande.
Nosotros por otra parte estamos ansiosos por defender un prestigio y hacer bien las cosas para tener más autoridad para exigir esta semana el cumplimiento del pago de salarios. Nuestros jugadores están motivados por el heccho de no haber conocido derrotas en los últimos juegos y por tener la tercera mejor delantera del certámen (a pesar de los pesares), como dice Isaak Zelaya: “el compromiso de nuestra parte es claro, y de una u otra manera trataremos de sacar adelante el juego”.
Vamos albos, su afición está con ustedes, no solo vamos a sacar el juego, lo vamos a ganar!
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