La euforia desbordada por el triunfo apretado sobre Águila el sábado tenía que ser efímera en Alianza. Solo para reconfortar el espíritu, para creer en un mejor cierre del campeonato. Hasta ahí. Esos tres puntos no dan para fijar, por ahora, la mirada en semifinales. Ni entrenador ni jugadores despegaron del césped al final del juego, por más que ganar un clásico puede desequilibrar las emociones.
El técnico de los blancos Pablo Centrone festejaba con su mirada, con su tono de voz, con sus gestos, mientras con sus palabras se exigía cordura; los tres puntos son importantes para recuperar la confianza, para ponerse en ese grupo que puede entrar a semifinales, pero no da, dijo, para posar el objetivo en esa fase.
Alianza llegó con el gane a los 20 puntos, se posicionó en el sexto puesto, a uno del cuarto que es Firpo, y a cuatro del segundo y tercero, que comparten Chalatenango y Águila.
Las posibilidades de clasificar están ardiendo, sin embargo Centrone no le corteja: “La victoria no da para pensar en semifinales todavía. Este triunfo sirve para la autoestima del grupo, para seguir levantando”.
Es que el camino de los albos sigue estando colmado de muchos obstáculos, de bajas constantes y “estamos cansados, este equipo está reventado. Encima nos siguen sacando amarillas y quedamos complicados”.
El delantero José Martínez, uno de los que ha gastado sacrificio en los últimos juegos— y que ha sido importante en la consecución de los goles— maneja el mismo discurso que el entrenador.
La victoria del sábado llegó en buena hora, para levantarse del tropiezo pasado frente al Chalatenango: “Nos hemos propuesto celebrar, poquito, pero seguido: domingo a domingo. Y no hacer una fiesta de este gane, y quedarnos con la aspiración de clasificar”.
Alianza choca este miércoles con FAS, equipo con el que están igualados en puntos. Ese partido puede dar la pauta para creer o no en semis.
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