No hay enfermedad que dure 100 años ni cuerpo que lo resista. El Alianza volvió ayer a la senda del triunfo: derrotó 3-1 a un Salvador que terminó con nueve hombres en la cancha.
Los albos necesitaron de las panteras capitalinas para terminar con una racha de ocho partidos sin ganar. No cosechaban victoria desde la segunda jornada, cuando se impusieron 0-1, precisamente, ante los metropolitanos.
Ayer, el Alianza se llevó su segundo triunfo al hilo en el derbi capitalino, pero antes tuvo que sudar helado para sumar de a tres.
En este tipo de encuentros pareciera ser que no importa el ser local. El césped del estadio Cuscatlán es generoso: igual favorece a los albos como a las panteras capitalinas
Desde que adquirió la categoría —en el Apertura 2002— el San Salvador ha enfrentado a los blancos 27 veces y sus estadísticas no son nada despreciables.
Con todo y que es considerado un equipo pequeño, el conjunto pantera ha derrotado ocho veces a Alianza y ha empatado en ocho ocasiones.
En contrapartida, con su última caída, el “SanSal” han sumado 11 derrotas ante los elefantes.
Eso sí, ayer la historia pudo ser diferente, porque el San Salvador le jugó de tú a tú al Alianza mientras estuvo completo: le expulsaron a sus dos centrales.
El derbi tuvo un arranque vibrante, pero con la expulsión del zaguero Selvin Zepeda apenas al ’8, el técnico pantera Rubén Alonso tuvo que modificar su esquema. Pasó del 3-5-2 a un obligado 3-5-1, lo que le restó presencia en el frente de ataque y el Alianza, en superioridad numérica, adelantó filas e intentó darle un mejor trato a la pelota.
Sin embargo, fue un dominio poco productivo porque sus volantes y delanteros no lograban hilvanar jugadas de real peligro.
Incluso fue el San Salvador el que pegó primero. Al ’22, el juvenil William Maldonado asistió a Cristian Gil por derecha y el colombiano, luego de quitarse a Julio Castro, sacó un “churrito” que para su fortuna, inexplicablemente, el meta Dagoberto Portillo, se lo sirvió para el contrarremate, esta vez Gil no perdonó.
El tanto, que cayó como baldazo de agua fría para los blancos, generó malestar en la hinchada alba, que clamaba a gritos el empate.
El gol de la paridad tuvo que esperar hasta el minuto 29. La anotación salió de las piernas de Chepe Martínez, quien picó entre los defensas para recibir una asistencia perfecta de Arturo Albarrán, por el corredor central.
Martínez definió de derecha con un tiro raso inalcanzable para el portero Pablo Hernández, quien únicamente vio como el balón besaba la red.
Ante del gol, el Alianza ya había tenido para emparejar e incluso irse arriba. Al ’12, Isaac Zelaya sacó un testarazo desviado. Lo mismo hizo Víctor Velásquez al ’17. Un minuto más tarde, Albarrán sacó un zapatazo desde fuera del área que se fue de largo.
El San Salvador aún con un hombre menos nunca renunció al ataque. Es más, bien pudo irse al descanso con el resultado a su favor. Al ’43, William Torres Cabrera —dolor de cabeza por el carril derecho— se llevó a media defensa, se quitó al portero, pero ya no tuvo piernas para definir. Con esa jugada, agradable a la retina del espectador, concluyó la primera parte.
En el arranque del complemento, como era lógico, Alonso pobló con jugadores de marca la media cancha. Sacó a Luis Mira y metió a Fabricio Alfaro; luego envió a Mauricio Perla para relevar al veterano Erber Burgos, quien se había desgastado en la primera mitad.
Estaba claro. La idea de Alonso era cerrar espacios y especular con el contragolpe y la fuerza de Gil Mosquera.
Y vaya que le pudo hacer daño. Al ’54, Gil Mosquera, haciendo uso de su físico, apartó a Velásquez y a Castro y sacó un balón bombeado que para su mala suerte se estrelló en el poste derecha.
Fue todo para el San Salvador que un minuto más tarde vio como “el Caballito” Álvarez, asistido por Chepe Martínez, hundía la pelota para el 2-1.
En adelante, por la bandas, los paquidermos llegaron una y otra vez, pero no pegaban la puntada final.
El final del encuentro se escribió al ’73, cuando Albarrán corrió por izquierda y Perla, desesperado, lo frenó con falta dentro del área. El mismo Albarrán se hizo justicia con un remate seco, un minuto después.
Los albos necesitaron de las panteras capitalinas para terminar con una racha de ocho partidos sin ganar. No cosechaban victoria desde la segunda jornada, cuando se impusieron 0-1, precisamente, ante los metropolitanos.
Ayer, el Alianza se llevó su segundo triunfo al hilo en el derbi capitalino, pero antes tuvo que sudar helado para sumar de a tres.
En este tipo de encuentros pareciera ser que no importa el ser local. El césped del estadio Cuscatlán es generoso: igual favorece a los albos como a las panteras capitalinas
Desde que adquirió la categoría —en el Apertura 2002— el San Salvador ha enfrentado a los blancos 27 veces y sus estadísticas no son nada despreciables.
Con todo y que es considerado un equipo pequeño, el conjunto pantera ha derrotado ocho veces a Alianza y ha empatado en ocho ocasiones.
En contrapartida, con su última caída, el “SanSal” han sumado 11 derrotas ante los elefantes.
Eso sí, ayer la historia pudo ser diferente, porque el San Salvador le jugó de tú a tú al Alianza mientras estuvo completo: le expulsaron a sus dos centrales.
El derbi tuvo un arranque vibrante, pero con la expulsión del zaguero Selvin Zepeda apenas al ’8, el técnico pantera Rubén Alonso tuvo que modificar su esquema. Pasó del 3-5-2 a un obligado 3-5-1, lo que le restó presencia en el frente de ataque y el Alianza, en superioridad numérica, adelantó filas e intentó darle un mejor trato a la pelota.
Sin embargo, fue un dominio poco productivo porque sus volantes y delanteros no lograban hilvanar jugadas de real peligro.
Incluso fue el San Salvador el que pegó primero. Al ’22, el juvenil William Maldonado asistió a Cristian Gil por derecha y el colombiano, luego de quitarse a Julio Castro, sacó un “churrito” que para su fortuna, inexplicablemente, el meta Dagoberto Portillo, se lo sirvió para el contrarremate, esta vez Gil no perdonó.
El tanto, que cayó como baldazo de agua fría para los blancos, generó malestar en la hinchada alba, que clamaba a gritos el empate.
El gol de la paridad tuvo que esperar hasta el minuto 29. La anotación salió de las piernas de Chepe Martínez, quien picó entre los defensas para recibir una asistencia perfecta de Arturo Albarrán, por el corredor central.
Martínez definió de derecha con un tiro raso inalcanzable para el portero Pablo Hernández, quien únicamente vio como el balón besaba la red.
Ante del gol, el Alianza ya había tenido para emparejar e incluso irse arriba. Al ’12, Isaac Zelaya sacó un testarazo desviado. Lo mismo hizo Víctor Velásquez al ’17. Un minuto más tarde, Albarrán sacó un zapatazo desde fuera del área que se fue de largo.
El San Salvador aún con un hombre menos nunca renunció al ataque. Es más, bien pudo irse al descanso con el resultado a su favor. Al ’43, William Torres Cabrera —dolor de cabeza por el carril derecho— se llevó a media defensa, se quitó al portero, pero ya no tuvo piernas para definir. Con esa jugada, agradable a la retina del espectador, concluyó la primera parte.
En el arranque del complemento, como era lógico, Alonso pobló con jugadores de marca la media cancha. Sacó a Luis Mira y metió a Fabricio Alfaro; luego envió a Mauricio Perla para relevar al veterano Erber Burgos, quien se había desgastado en la primera mitad.
Estaba claro. La idea de Alonso era cerrar espacios y especular con el contragolpe y la fuerza de Gil Mosquera.
Y vaya que le pudo hacer daño. Al ’54, Gil Mosquera, haciendo uso de su físico, apartó a Velásquez y a Castro y sacó un balón bombeado que para su mala suerte se estrelló en el poste derecha.
Fue todo para el San Salvador que un minuto más tarde vio como “el Caballito” Álvarez, asistido por Chepe Martínez, hundía la pelota para el 2-1.
En adelante, por la bandas, los paquidermos llegaron una y otra vez, pero no pegaban la puntada final.
El final del encuentro se escribió al ’73, cuando Albarrán corrió por izquierda y Perla, desesperado, lo frenó con falta dentro del área. El mismo Albarrán se hizo justicia con un remate seco, un minuto después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario