El Limeño sigue sin conseguir una victoria como local, y el Alianza, sin conseguir la contundencia y el desempeño en la cancha que se le exigen a todo equipo grande.
Los cucheros y paquidermos sellaron un empate en blanco que si bien no decepcionó a nadie, dejó con las ganas al público asistente de celebrar un gol
Asimismo, fue un encuentro con decisiones arbitrales discutibles, en el que salieron expulsados Nelson Ancheta y Efrén Marenco, técnico y preparador físico de los albos, y se le anuló un gol al Limeño que parecía legítimo.
Las condiciones se prestaban para un partido entretenido. El engramillado lucía bastante regular en todos sus sectores, y el clima en Santa Rosa de Lima, siempre cálido, no era exageradamente extenuante.
Pero lo más importante era la disposición con la que saldrían ambos equipos, puesto que el Limeño, si bien había conseguido el alivio de su primera victoria la jornada pasada en Metapán, aún estaba en deuda con su afición, y un triunfo en su propio patio era casi obligado.
Por su parte, el Alianza también llegaba con presión, no sólo de llevarse los primeros tres puntos, sino de conseguirlos exhibiendo un buen juego.
Y es que desde la jornada pasada, en la apretada victoria de 2-1 sobre el Balboa, quedó demostrado que a la Ultra Blanca no le llena ver a los suyos ligando victorias si estas llegan de forma sufrida, y en base al descontento de sus integrantes surgieron algunas controversias durante la semana en la interna capitalina.
Como muestra de su insatisfacción, la barra paquiderma no siguió a su equipo hasta el Ramón Florres Berríos en la medida en que habitualmente lo hace, siendo contados los aficionados con la casaca blanca que llegaron al recinto deportivo.
En el aspecto táctico, Víctor Coreas, técnico cuchero, repitió el mismo once inicial del domingo anterior ante los caleros, con José Oliveira como único hombre en punta, pero con dos jugadores habilidosos como Ely Serrano y Salvador Coreas apoyándolo en ataque.
Mientras que su homólogo albo, Nelson Ancheta, envió un 3-5-2 bastante propositivo, en el que Alexánder Erazo repitió como enganche en lugar de delantero, para dejar en punta a Carlos Ayala y Alberto Zapata.
En primera instancia, el esquema que mejores resultados rindió fue el de Coreas, puesto que el Limeño se dedicó a atacar constantemente, desconcertando un poco a la zona defensiva y al medio campo aliancista, que se dedicó durante los primeros minutos a reventar los balones y despejar el peligro sobre la meta defendida por Denis Salinas.
Pero los albos se fueron acomodando en la cancha de a poco, a medida que Elder Figueroa se ubicaba en el sector de marca y que “El Paleta” Erazo recogía balones en el medio campo para distribuirlo por las bandas, preferentemente por la izquierda, donde Ramiro Carballo se animaba cada vez más a lanzarse al ataque.
Los últimos instantes del primer tiempo marcaron la fase más floja de un partido que había sido intenso y atractivo.
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El segundo tiempo tuvo un inicio calcado al del primero, con un Limeño nuevamente animado de cara a la meta rival, y con un Alianza que nuevamente se perdió entre líneas y tuvo que sufrir un poco antes de volver a ubicarse en el accionar del juego.
A diferencia de la parte inicial, el Alianza no podía nivelar las acciones. Por tanto, el cuerpo técnico decidió enviar a Héctor Salazar en lugar de Álex Erazo, y a Enmanuel Quintanilla por Carlos Ayala, ambos al minuto 60.
Pero para infortunio de Ancheta y de todo el plantel paquidermo, los cambios no pesaron en el trámite del partido, por lo que el Limeño siguió arrementiendo sobre la meta de Salinas, aunque con poca claridad, situación que no les permitió a los cucheros anotar el ansiado gol, por lo que nuevamente cedieron un punto en condición de locales, mientras que el Alianza terminó sacando un punto que le asegura, cuando menos, el cuarto lugar de la clasificación.
ALIANZA HIZO NEGOCIO EN SANTA ROSA
¿Quién manda en casa? Todos, menos Limeño, que sumó cinco partidos, tras su regreso a la Primera, sin ganar. Lo intentó todo, dominó más, pero todo quedó en deseos. Alianza hizo su juego y rescató un punto con el 0-0. Si bien los albos se afianzaron en el cuarto lugar, dejaron la sensación de que les faltó arriesgar más.
El calor sofocó a los elefantes en los primeros diez minutos, donde se refugiaron en el pelotazo ante la impotencia de sus jugadores por abrirse espacio con balón dominado. Esto pudo ser bien aprovechado por Limeño, si José Oliveira no desaprovecha una acción frente a Dennis Salinas, pero el viento se llevó la pelota encima del marco.
Mientras los visitantes erraban en sus pases y sudaban mucho para entrar en el partido, todo cambió cuando los cucheros cayeron en las faltas innecesarias y fue allí el punto de inflexión porque el equipo de Ancheta tuvo jugadas a balón parado.
El marcador pudo moverse al 16', cuando Alberto Zapata se combinó con Álex Erazo, quien ingresó al área grande y cuando soltó un zurdazo, Ramón de Paz se barrió a tiempo evitando sorpresas mayores. En esta jugada, Carlos Menjívar se quejó de un golpe muscular y ahuecó al 22' para darle paso a Gabriel Garcete.
El paraguayo entró encendido y cuando se corría el minuto 24 soltó un tiro libre con veneno, pero Salinas contuvo con sus puños. Oliveira esperó un minuto después para probar los reflejos del cancerbero albo.
La respuesta no tardó y Carlos "el Rapado" Ayala tuvo también una oportunidad al cuarto de hora, al recibir un pase de Ramiro Carballo. Quedó frente a Óscar Martínez, pero elevó el tiro sobre el travesaño. Otra buena opción la tuvo Álex "el Paleta" Erazo, pero "el Choco" Martínez atajó con sus rodillas.
Hubo un par de roces en la cancha entre Anaya y Garcete, así como de "la Muñeca" Martínez con Oliveira, aumentando la temperatura en el Ramón Flores. Y por reclamos, el técnico Ancheta fue despachado a las gradas por Rubén Medrano, al 39'.
Para el complemento, Limeño encontró dormido al Alianza y lo puso a temblar cuando Garcete se elevó y hundió en las redes el balón, pero se pitó carga sobre Figueroa y el tanto fue anulado.
Los paquidermos dependieron de la creatividad que aportara Erazo, quien no sólo intentó abrir jugadas, sino que también vio a puerta. Al 54' tuvo perfil, pero su tiro fue contenido por Martínez. Pero Ancheta dio un giro brusco a su propuesta cuando en el 60' sacó a Ayala y a Erazo, dos jugadores que luchaban arriba, y los sustituyó por Salazar y Quintanilla. El ataque mermó con Zapata arriba, pero creció la media con un atento Figueroa que cortó múltiples pases de Coreas. Y sobre el cierre, Ramón de Paz pudo complicar a su equipo tras un jalón de camisa sobre Zapata que el árbitro no quiso ver.
Con este resultado, Alianza confirmó que no ha perdido la costumbre de complicar a Limeño en el Flores Berríos, ya que no pierde en ese lugar desde noviembre de 2002. En sus últimas seis visitas ha registrado un saldo favorable: cinco empates y una victoria.
Los mantequeros han encontrado la conjunción con la llegada de Víctor Coreas al banquillo, pero da la impresión de que el plantel juega presionado en casa por el compromiso de querer regalar una victoria a la afición limeña.
Al finalizar el juego, Coreas no tuvo ninguna observación desde lo futbolístico para sus pupilos. Se mostró incómodo porque l árbitro central del juego, Rubén Arbí Medrano, no convalidó el tanto que consiguió el paraguayo Gabriel Garcete en los primeros minutos de la segunda parte del choque. El suramericano pescó un centro desde la derecha para vencer a Denis Salinas, pero el colegiado determinó que había falta sobre Elder Figueroa. Esa jugada quedó para la duda al igual que la del penalti que no se le marcó a Alianza cerca del final del juego por una carga sobre el panameño Alberto Zapata.
Más allá de esas jugadas –que dejan dudas sobre la calidad y capacidad de Medrano–, Limeño, con el ingreso de Garcete, fue mejor en el campo. Con la llegada del guaraní, hubo mayor entendimiento en el ataque entre Salvador Coreas y José De Oliveira para crear un trío neto en la ofensiva, aunque no alcanzó para desbaratar la buena disposición defensiva mostrada por los albos, que intentaron hacer daño por medio de Carlos Ayala, quien con dos cabezazos estuvo cerca de lograr conseguir más que simplemente asustar.
El punto en casa ajena supo más que bien para los aliancistas, que lograron mantener en la espera a la afición de Santa Rosa de Lima que tendrá que aguantar más tiempo para que su equipo les regale una victoria como local.
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