"Sentirnos favoritos sería soberbia”
Durante dos años (desde 2008 hasta la mitad de 2010), Lisandro Pohl fue blanco de las críticas albas. Ahora, con el equipo en primer lugar, empieza a cosechar.
Luego de disputar un repechaje para no bajar a segunda división en la temporada 2008-2009 y de quedarse a tres puntos de tener que sufrir otro en la 2009-2010, parece que ha llegado el tiempo de cosechar para Alianza. Tras el sufrimiento de cuatro torneos, los albos subieron al primer lugar del Apertura 2010 con su triunfo de 5-0 sobre Firpo, uno que satisfizo más que nadie a Lisandro Pohl, su presidente.
¿Cómo se toma la directiva el momento del equipo, que es primer lugar luego de varios años?
Una gran satisfacción porque hoy se empiezan a ver los frutos del trabajo, varios no lo veían y se criticaba, pero nosotros sabíamos que iba a ayudar. Hemos hecho una reingeniería total en el equipo, de la historia reciente que el equipo tenía, del castigo de la FIFA, el pleito de los Padilla con los Sol Meza que dejó sin ningún jugador al equipo. Levantar eso fue difícil. Cuando lo tomamos hicimos una reingeniería en todo, un equipo que había estado en dos huelgas. Fue difícil pero poco a poco fuimos llevando jugadores jóvenes que fueran despertando.
¿Qué papel jugó Milos Miljanic en esto?
Milos siempre fue nuestra primera opción, pero lamentablemente no la podíamos concretar por sus trabajos en Serbia. Ahora los resultados se están dando, del proceso que comenzó el campeonato pasado, en el que estuvimos bastante cerca de haber logrado la clasificación. No se pudo, pero cuando se trabaja sobre la idea de lo que uno quiere se sacrifican resultados. Me criticaban porque no me daba satisfecho porque el equipo no jugaba bien, y preguntaban qué quería. Yo quería lo que vivimos ahora, que el equipo no solo gane, sino que juegue bien. El fútbol es para los aficionados y aunque se gane el aficionado no va a ir al estadio. Ya la paciencia tuvo sus frutos, este equipo va a mejorar mucho más.
Como usted lo dice, hubo críticas, ¿sirve esto para callar a los que hablaron en contra suya?
En este momento no nos sentimos que vamos a demostrarle nada a nadie, porque uno no gana nada con eso. Se tuvo la paciencia, se tuvo la visión de lo que se quería, hoy vamos en ese camino, y la verdad que hoy estamos contentos de estar en el primer lugar, pero falta mucho todavía.
¿Qué implica el primer lugar?
Estamos contentos pero falta mucho, van nueve de 18 partidos y nada está escrito. Más allá de donde uno termine, sentimos que las cosas se están haciendo bien. Se están reflejando no solo en la cancha, sino también en el entorno, el marketing, los eventos de proyección social: estamos visitando hospicios, escuelitas, colegios, le estamos metiendo a nuestros jugadores que estar en Alianza no es solo jugar fútbol, es algo más.
Hace varios meses, usted nos dijo en una entrevista que había perdido parte de su credibilidad, ¿considera que con los actuales resultados la va recuperando?
Creo que poco a poco la gente se da cuenta, y eso es notorio. Antes en una entrevista la gente cuestionaba, ahora todo son felicitaciones. El aficionado y la prensa ve solo resultados en la cancha, no todo lo que sucede alrededor. Me alegro, no porque yo me haya sentido mal en ese momento, aunque a uno no le gusta oír tanta crítica. Me alegro porque uno se mete en el fútbol para intentar alcanzar cosas positivas, pero el trabajo no se ve si no es a través de los resultados deportivos, y hay que aprender a ver un poquito más allá de eso, y nosotros no solo en lo deportivo estamos dando resultados. Por ejemplo, hace un año que tenemos la tribuna familiar y nadie reparó en ella, ahora todos la alaban y la están imitando los otros equipos.
Lucen como el equipo más fuerte del torneo, e incluso podría pensarse que tienen para ser campeones...
No, en este momento es demasiado pensar eso. Para nosotros hay que ser responsables: una cosa es estar alegre cuando se obtienen triunfos como el de ayer (domingo), pero uno tiene que tener los pies en la tierra que en el fútbol no hay nada escrito. Faltan varios partidos importantes, varios puntos para no sentirse seguros, porque lo primero es la clasificación. Obviamente que estar jugando como se está jugando te da confianza, vas a un partido con convicción de que vas a ganar; que cuando tu equipo no anda bien, vas con dudas a los partidos. Sentirnos favoritos sería pecar de soberbio y eso no es aconsejable.
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