
HOUSTON. El ataque salvadoreño ante México tuvo en Fito Zelaya a un verdadero luchador pero que no tuvo en Eliseo Quintanilla a un verdadero complemento. Conitúa el análisis de Óscar Guerra.
Rodolfo Zelaya fue el mejor de la selección en el primer tiempo, pues no sólo peleó contra dos o más defensas, sino que también provocó las opciones más claras de peligro. Como un tiro libre directo en los primeros minutos que obligó al portero mexicano Guillermo Ochoa a mandar de puños la pelota al tiro de esquina. También consiguió que el central Rodríguez recibiera tarjeta amarilla por un agarrón cuando se escapaba. Después de los primeros 45 minutos ya no tuvo balones.
Zelaya estuvo acompañado por Eliseo Quintanilla, quien salía desde un poco más atrás para reforzar a Fito y darle un poquito más de llegada al equipo buscando las triangulaciones con Jaime Alas y Flores. Pero el referente de la selección nacional no tuvo un gran partido, y a ratos se vio impreciso en el pase, aunque intentó meterse más tratando de estorbar a los mexicanos cuando ellos tenían la pelota. Para la segunda mitad, su trabajo pasó desapercibido.
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