Alianza y Águila jugaban un partido caliente, emocionante, con buenos
chispazos de fútbol, y en donde el árbitro no era protagonista. Jaime
Ahid Carpio había permitido, sí, algunos roces, normales, y los había
medido con la misma vara, sin amarillas, solo llamando la atención a
jugadores.
Pero apareció el protagonismo en el minuto 39. Cuando Alianza ganaba
1-0, se quedó con uno menos por doble amarilla sobre Edwin "Muñeca"
Martínez. Sí, hubo mano, es cierto. Pero también es cierto que el
defensa trata de controlar antes con el pecho, y el contacto con la mano
es posterior, sin intención de cortar la trayectoria del balón de
manera impropia.
Minutos después, Marcelo Messías se ganó otra amarilla por ser
empujado por Anderson. Quizá le dijo algo. Eso tal vez lo sabe el
árbitro. Pero el partido ya no era de fútbol, era de ver cómo se sacaba
provecho a la "viveza" y de ver cómo se podía hacer para que el réferi
amonestara.
Antes, cuando hubo fútbol, Alianza lo ganaba 1-0, un partido parejo
que bien podría ir 1-1. Se había salvado el cuadro local en los primeros
minutos, cuando Sánchez Prette complicó al meta Rolando Morales en un
tiro libre que parecía no llevar nada, más allá de que la bola se cerró
sobre su ángulo opuesto. Y también en un tiro de esquina, cuando
Anderson le ganó a Edson Meléndez de cabeza, pero se fue arriba el
remate.
En la primera llegada de peligro del Alianza, los paquidermos
abrieron el marcador. Corría el 6' cuando se vino la tocazón. Desde la
defensa, pasó por todos el balón, hasta la media por la izquierda, y
luego un pase profundo y rápido para José Díaz. Aguantó la marca de
Ismael Rodríguez el joven y giró para darle el balón a Cristian
Yeladián, y el charrúa firmó el primero.
Águila tuvo el empate al 15', cuando le quedó la bola en un rebote a
Abraham Amaya, pero su remate, barriendo, complicado, se fue desviado. Y
al 26', tras un despeje corto de Sosa en un centro. Venía saliendo el
meta Morales y su cabaña quedó vacía. De globo, lo quiso hacer Ronald
Torres, pero salvó en la línea Roberto García.
Alianza tenía un poco más el balón. A ratos tocaba, a ratos buscaba
la velocidad de Fraser y Díaz con pelotazos, pero Águila también hacía
méritos. Al 28', un pase filtrado de Prette dejó a Amaya en un mano a
mano, tras quedarse Edwin Martínez pidiendo el fuera de lugar. Lo salvó
Morales, por aguantar. Lo erró Amaya, se lo tiró casi al cuerpo. Un
minuto después, se resbaló Arévalo, y entró Fredy Espinoza solo por
derecha. Mucho esperó y quiso burlar a Edwin Martínez, quien le robó la
bola.
Después, llegó el protagonismo. Apareció un árbitro que había tenido
un gran desempeño y dejó a Alianza con uno menos. Tras las polémicas, en
un tiro de esquina, encontró el empate el cuadro emplumado. Golazo de
Rodríguez, de volea, en un tiro de esquina de Prette. Errorazo de
Fraser, que se perdió en la marca por completo.
¿Quién tiene diez?
Para la segunda mitad, parecía que era Águila el que tenía uno menos,
por las ganas que le puso Alianza. Pero de ganas no se vive, sino de
goles, y era difíl cuando Fraser quedaba solo adelante.
Pese a ello, con las subidas de Yeladián o Sosa, lograban combinarse
de vez en cuando. Al 52', entre cuatro, Fraser disparó como pudo, pero
encontró ubicado a Villalobos.
Águila intentaba reaccionar, pero, curiosamente, era a la contra
donde encimaba. En una de esas, se escapó Anderson y le hizo un sombrero
a Messías. Llegó a cruzarlo Edson Meléndez. Era penal, pero Carpio se
hizo del "ojo pacho", quizá compensando. Si fue así o no, lo cierto es
que fue otro error grave.
Tras ello, el partido volvió a su misma tónica. Alianza era el que
ponía las ganas, y siguió llegando, con limitantes. Sobre el 65', estuvo
cerca de generar peligro real, con Fraser dentro del área. Este sirvió
para Roberto García, y su remate fue desviado por un defensa visitante.
En la contra, Ronald Torres devoró terreno y encontró espacios. Dejó a
varios en el camino y, en el borde del área, definió para poner a ganar
a los emplumados 2-1.
El partido se degeneró. Todos reclamaban al árbitro. Los de Alianza,
quizá por frustración. Los de Águila, que pedían más tarjetas.
Agredieron a Anderson frente al línea. No pasó nada. Empujón de Arévalo a
Espinoza, y luego, roces de Zelaya sobre Arévalo. Nada. El árbitro
había perdido ya el control del partido, el respeto.
Al final, Alianza buscó el milagro. No lo encontró. Águila sumó su
segundo triunfo de la mano de Jairo Ríos, se aleja más del descenso y se
acerca a puestos de clasificación, esos que hoy por hoy se ven lejanos
para Alianza.
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