SIGUE LA TRAMPA

Viernes 5 de octubre de 2007

OPINION

Lo afirmábamos meses atrás y lo repetimos hoy:

¿Cómo es posible que un equipo con la tradición e historia de Alianza llegue a fondos tan bajos como el de atrasarse en el salario de los jugadores?

El salario es sagrado para los trabajadores, los jugadores sostienen a sus familias, pagan sus viviendas, la educación de sus hijos, cubren las necesidades más elementales de subsistencia con el dinero que hacen de su trabajo que es el fútbol. La angustia que sobreviene al no tener fondos disponibles para vivir, no es compatible con una actuación efectiva en el desempeño de un trabajo. Todo sin contar el desgaste emocional que causa el andar buscando un préstamo de mergencia para saldar las deudas más urgentes.

¿Cómo les puede exigir triunfos a los jugadores si los tienen con el estómago vacío? Aún así los albos han tenido una performance aceptable en esta primera vuelta del Apertura 2007. Todo sin contar con los problemas endémicos que ha acarreado el Alianza en los últimos años, los que ya ni vale la pena mencionar.

Para beneficio de los dirigentes, justo es reconocer que la afición aliancista en los últimos años no ha estado respondiendo en las gradas de la manera que lo ha hecho tradicionalmente; esto a su vez tiene su fundamentación en la lamentable situación económica generalizada que se vive en el país en la actualidad (y quién sabe por cuanto tiempo más).

Sin embargo estos imponderables son ampliamente considerados y discutidos cuando se toman las riendas de una institución profesional como lo es el equipo Alianza. Como empresarios serios tuvieron que haber sopesado y resuelto de antemano la situación, el salariode un trabajador no es un juguete.

Señores, nosotros los aficionados Albos llevamos a nuestro equipo en el Alma y es precisamente el alma la que nos duele cuando nos damos cuenta que la dirigencia se comporta con el Alianza, como si fuera un equipo del montón.

Jueves 4 de octubre, 2007
¡No les pagan desde agosto!
ESTAMOS LLEGANDO AL PUNTO DE CRISIS


Nota de LPG

En una semana sin sobresaltos, Alianza debía entrenar ayer a doble turno, pero los jugadores confirmaron que ni fueron “citados”, y que tampoco se iban a presentar. El equipo albo sumó así su segundo día sin entrenarse; el martes iniciaron una huelga acusando a la dirigencia de no cumplir con el pago de salarios.

Más de un futbolista paquidermo mencionó ayer que este 10 de octubre cumplen dos meses exactos sin recibir pago, razón por la cual adoptaron la decisión colectiva de suspender las prácticas en la sesión del martes.

La medida que tomaron, apuntó uno de ellos, fue no presentarse a los entrenos mientras la directiva blanca no les cancele los pagos de los dos meses.

El gerente del equipo, Héctor Inguanzo, aseguró ayer al mediodía que la dirigencia le había propuesto al plantel cancelarle de momento el 50% del adeudo.

Sin embargo, el equipo no está dispuesto a ceder en ese punto, y un jugador albo mencionó que quieren el 100% del pago, pero Inguanzo aclaró que de momento no había otra opción.

“El sábado la directiva les prometió pagarles el 50% de la deuda, pero ellos no aceptaron. Hasta ahorita no ha habido reunión entre directiva y jugadores”, respondió.

Asimismo, dijo que el equipo estaba citado para entrenar a las 4:00 p. m. en el estadio Cuscatlán, pero al lugar no llegó nadie, ni el entrenador Pablo Centrone, ni los utileros, ni el médico, ni el mismo Inguanzo se presentó.

Varios jugadores mencionaron luego que no habían recibido la llamada para presentarse a la práctica, que de todos modos no esperaban ese comunicado, sino la respuesta a la petición de que les paguen.

“Nadie nos citó para el entreno, habíamos quedado el martes que mientras no nos llamen para pagarnos, no vamos a entrenar”, dijo.

Llegó la hora de la práctica y solo los periodistas estaban en el Cuscatlán, y a partir de la hora mencionada pocos jugadores contestaron a su celular, Inguanzo no atendió el teléfono, otros futbolista dijeron no estar empapados de la situación.

Mientras tanto, en la casa club no se abrió la puerta ante los llamados.

El albo que dio la respuesta dijo que la medida de no entrenarse se mantiene en pie de forma indefinida, y que esta vez no están dispuestos a frenar la huelga pues ya les han quedado mal en el pasado.

“Ya hablé con varios compañeros y a nadie le han llamado para decir cuándo nos van a pagar. No podemos parar esto porque ya lo hemos hecho en otras ocasiones y nos han engañado”, dijo.

En cosa de cinco meses, entre un torneo y otro, el conjunto paquidermo se ha enfrentado a dos huelgas ya por parte del plantel, debido al atraso en el pago de los salarios. En mayo recién pasado Alianza no se entrenó un día como protesta.

Sí jugarían

Esta vez parece que va más lejos la medida de presión porque ayer fueron dos días sin preparación, y podrían venirse otros más si la directiva no cede ante la demanda.

Alianza ha parado de trabajar justo en la semana previa al arranque de la segunda vuelta, y en la que tienen un duro partido ante Firpo, el domingo en el estadio Sergio Torres, de Usulután.

El jugador, que de inicio pidió proteger su identidad, dijo que si bien no van a entrenar hasta que no haya pago, el partido ante los usulutecos sí lo jugarían, pero con esa desventaja de no haber preparado el choque.

Otro jugador aceptó que la medida puede afectarles en el partido, pero que esas son las consecuencias del incumplimiento salarial.

“Claro que no vamos a llegar de la mejor forma a este partido, pero mientras no haya respuesta no vamos a presentarnos a los entrenos.”

Los jugadores esperan que este día suenen sus celulares y escuchar la voz que les diga que les van a pagar, así podrían entrenarse tres días al menos.