El pope albo aclaró que antes de irse les dio tres opciones a los directivo morados para salir de las deudas: 1) se quedaban con el equipo intacto y terminaban de pagarlo; 2) buscaban una tercera persona o 3) vendían a los jugadores y se quedaba el equipo al día sin ninguna deuda, haciendo sus propias contrataciones. Optaron por esto último. "Acordamos eso porque no querían desembolsar ni un cinco para pagarle a ningún jugador", remató Pohl.
petición, no acuerdoEl problema fue que muchas de las cosas acordadas fue a base de palabra, no firmadas y una de ellas fue que no vendieran a Christian Castillo, pero según el directivo el jugador pidió que lo vendieran.
"Fue decisión mía irme con don Lisandro. No sé porque Roberto Quijada dice que tiene un contrato mío", aclaró Castillo.
Y es que Pohl contó con la potestad, y autorización por parte de la directiva para vender a los jugadores, por lo que los dirigentes morados tienen copias de los finiquitos de todos los jugadores.
"Ahora dicen que debo el alquiler de unas casas, las cuales acordamos que las pagaran ellos y se quedaran con los muebles que rondan casi los 14 mil dólares", comentó Pohl.
No hay comentarios:
Publicar un comentario