Sus últimos dos partidos con Alianza jugó infiltrado de la rodilla derecha. Pero Álex Amaya hizo un alto, aunque tenía fe de terminar el torneo hasta diciembre, y se sometió a una artroscopía en su rodilla derecha. Estará fuera de las canchas por tres semanas.
"Grave no era la lesión. Pude seguir jugando hasta el final del torneo, pero habría tenido molestias porque me infiltré dos veces. Después de que me sometí a una resonancia magnética, entendí que había que corregir el daño en los meniscos", dijo Amaya.
El jugador dijo estar agradecido por el apoyo del presidente Lisandro Pohl para agilizarle el trámite de la cirugía: "Fue por prevención el dejarme intervenir. Hablé con el presidente del equipo y me aconsejó prevenir una lesión mayor. Todo salió bien y ya comencé la terapia".
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