Alianza y Metapán, los dos mejores equipos de la actualidad, decidirán hoy al campeón del Apertura 2010.
Domingo, 19 diciembre 2010 00:00
El trono del fútbol salvadoreño está vacante. Busca dueño. Isidro Metapán, el último en sentarse en él, se ha levantado puesto que frente a él ha aparecido Alianza, un rival digno de quitarle el lugar: un guerrero perdido durante seis años, pero que en estos días ha regresado a casa, y ansía volver a ocupar el lugar que alguna vez tuvo.
Alianza e Isidro Metapán. Los dos aspirantes a coronarse hoy campeón del fútbol salvadoreño. Méritos y razones las tienen ambos para festejar esta tarde y ninguno se ha cansado de exponerlos a lo largo del Apertura 2010.
Los albos han dejado definitivamente atrás el periodo de sombras que vivieron estos últimos seis años. Luego de correr peligro dos veces de descender y hasta de disputar un repechaje contra un equipo de segunda división, ahora son los máximos favoritos a quedarse con una corona que, por el nivel mostrado en todo el campeonato, merecen.
Ninguno de los otros nueve equipos de la primera división divirtió tanto como los albos, que mostraron un fútbol alegre, frontal, que no solo les dio como frutos endosarle goleadas de escándalo a los otros “grandes” del fútbol salvadoreño, sino que también revivió el amor entre equipo y afición, al grado que fueron el equipo más taquillero del torneo.
El problema es que enfrente no tendrá un rival cualquiera, sino precisamente al campeón defensor. Isidro Metapán, así como ha acostumbrado, volvió a hacer gala durante todo el torneo de su particular capacidad para sobreponerse a todo golpe recibido.
La tragedia se cebó con el club, tras el asesinato de Nelson Rivera Tobías, jugador de la plantilla; de Blas Umaña, padre de Emerson Umaña; y de un niño miembro de las fuerzas básicas del equipo. Además, uno tras otro fueron cayendo lesionados —al grado de perderse todo el torneo— Alex Escobar, Mario Aguilar Posada y Odir Flores. Pero los caleros salieron de cada golpe recibido y acabaron el torneo en primera posición y con la mente puesta en rendir un homenaje a quienes ya no están con ellos.
¿La décima o la quinta?
Para desgracia de ambos equipos, y aunque ambos la merezcan, solo hay una copa en juego y esa no se puede partir. Por eso, esta tarde en el estadio Cuscatlán, a las 3:15 deberán chocar para sacar a un solo ganador.
Si son los albos, podrán al fin celebrar luego de seis años de tristezas. El título de campeón nacional sería el décimo en la historia de la plantilla y confirmaría su regreso a la élite del balompié nacional.
En cambio, si la celebración se va para Metapán, los caleros confirmarían su calidad de dictador: cuatro coronas en los últimos cuatro años a la que podrían sumar una quinta que marcaría un paso más en su afán de competir por un lugar en la categoría de “grande”.
Las únicas dudas que se presentan para conocer los 11 titulares de cada equipo están del bando calero, puesto que el uruguayo Paolo Suárez mostró problemas físicos ayer y el capitán Erick Dowson Prado no está recuperado por completo de sus molestias en la rodilla.
Sea quien fuere el campeón, al final será uno merecido. Un nuevo torneo del fútbol salvadoreño llega a su fin y, una vez más, vuelve a marcar la historia del balompié local: el regreso a la gloria de Alianza o un paso más en el acercamiento calero a la estirpe de los “grandes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario