Once Municipal casi rompe el maleficio de no ganar en 14 jornadas –ahora son 15– por lo que mostró en el primer tiempo contra Alianza, aunque al final se conformó con un empate de 1-1 que no le es del todo malo.
El fantasma de contar otro partido como derrota por parte de Once Municipal era latente antes de iniciar el juego, al tomar en cuenta que jugaba contra Alianza, quien no era local administrativamente pero que recibía el apoyo de su afición para actuar en esa condición.
Los canarios tenían la mayoría de factores en contra, y los paquidermos le representaban el primero, porque ha hecho un fortín del Cuscatlán.
Los primeros 15 minutos fueron con mayor dominio de pelota para los albos, pero sin poder concretar ni inquietar a Dagoberto Portillo. Los canarios encontraron la forma de detener a los de casa, al cerrar espacios por el medio campo y asfixiando con la marca personal sobre Rodolfo Zelaya y Carlos Ayala, quien sí tuvo un poco más de espacio para moverse, pero no pudo superar la marca de Miguel Solís ni de Luis Mendoza.
Alianza intentaba atacar con muchos hombres pero dejaba huecos cuando los ahuachapanecos contragolpeaban y tomaban mal parada a la defensa.
Lo que nadie se esperaba llegó al minuto 26, cuando tras un error de Cristian Castillo intentó despejar una pelota de su área. Pero, para su mala fortuna, se la sirvió a Francisco Medrano en el centro, el volante se sacó una marca y cruzó un disparo para vencer al guardameta Henry Hernández.
A esas alturas del juego, los canarios habían tomado el control del partido y atacaban a su antojo por el sector derecho, que quedaba huérfano cuando los paquidermos se defendían.
El subcampeón seguía intentando con balones para Zelaya, quien no podía sobrepasar a Julio Castro. Las tres torres ahuchapanecas hacían un buen trabajo de conjunto para detener los arrestos blancos.
Tan timorato aparecía Alianza que hasta la Ultra Blanca colgó los instrumentos en protesta a lo que miraban a la cancha. Empezaron a exigir más disposición a los jugadores y no se anduvieron con paños tibios para silbarles.
El ingreso de Josué Odir Flores, para ser el hombre que tuviera la pelota en el medio campo, y Rafael Burgos, para buscar el gol del empate junto con Fito, le dieron otra tónica a Alianza en el segundo tiempo.
El premio para el equipo albo en el segundo episodio se reflejó en el gol de Fito Zelaya al minuto 49, tras un centro de Castillo que definió Zelaya como se debe hacer, con un toque de cabeza hacia abajo que no pudo contener Dago Portillo. El problema albo fue que luego volvió a estrellarse contra el muro canario, que obligó a dividir los puntos. Uno para cada uno y solo los ahuachapanecos contentos.
Raúl Recinos
LPG
El fantasma de contar otro partido como derrota por parte de Once Municipal era latente antes de iniciar el juego, al tomar en cuenta que jugaba contra Alianza, quien no era local administrativamente pero que recibía el apoyo de su afición para actuar en esa condición.
Los canarios tenían la mayoría de factores en contra, y los paquidermos le representaban el primero, porque ha hecho un fortín del Cuscatlán.
Los primeros 15 minutos fueron con mayor dominio de pelota para los albos, pero sin poder concretar ni inquietar a Dagoberto Portillo. Los canarios encontraron la forma de detener a los de casa, al cerrar espacios por el medio campo y asfixiando con la marca personal sobre Rodolfo Zelaya y Carlos Ayala, quien sí tuvo un poco más de espacio para moverse, pero no pudo superar la marca de Miguel Solís ni de Luis Mendoza.
Alianza intentaba atacar con muchos hombres pero dejaba huecos cuando los ahuachapanecos contragolpeaban y tomaban mal parada a la defensa.
Lo que nadie se esperaba llegó al minuto 26, cuando tras un error de Cristian Castillo intentó despejar una pelota de su área. Pero, para su mala fortuna, se la sirvió a Francisco Medrano en el centro, el volante se sacó una marca y cruzó un disparo para vencer al guardameta Henry Hernández.
A esas alturas del juego, los canarios habían tomado el control del partido y atacaban a su antojo por el sector derecho, que quedaba huérfano cuando los paquidermos se defendían.
El subcampeón seguía intentando con balones para Zelaya, quien no podía sobrepasar a Julio Castro. Las tres torres ahuchapanecas hacían un buen trabajo de conjunto para detener los arrestos blancos.
Tan timorato aparecía Alianza que hasta la Ultra Blanca colgó los instrumentos en protesta a lo que miraban a la cancha. Empezaron a exigir más disposición a los jugadores y no se anduvieron con paños tibios para silbarles.
El ingreso de Josué Odir Flores, para ser el hombre que tuviera la pelota en el medio campo, y Rafael Burgos, para buscar el gol del empate junto con Fito, le dieron otra tónica a Alianza en el segundo tiempo.
El premio para el equipo albo en el segundo episodio se reflejó en el gol de Fito Zelaya al minuto 49, tras un centro de Castillo que definió Zelaya como se debe hacer, con un toque de cabeza hacia abajo que no pudo contener Dago Portillo. El problema albo fue que luego volvió a estrellarse contra el muro canario, que obligó a dividir los puntos. Uno para cada uno y solo los ahuachapanecos contentos.
Raúl Recinos
LPG
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