SOBRE EL INTERESANTE FENOMENO DEL ALIANZA
¿Puede usted explicar las razones por las cuales el Alianza es la brújula alrededor de la cual gira casi todo? A mí me cuesta.
Generalmente, para que un equipo cause una influencia relevante en su campeonato, para que genere cambios importantes en los otros clubes o incluso en las programaciones, tiene que tener una incansable racha de triunfos, un brillante estilo de juego y una cosecha considerable de títulos recientes.
Un claro ejemplo es el actual Barcelona en la liga española, que tras su triplete, su inigualable juego de conjunto y los récords que colecciona a medida avanza, han causado estragos en la interna del Real Madrid, condicionan la manera en que los rivales más débiles los enfrentan y cuentan con el respeto del arbitraje, aunque con esto no digo que sea beneficiado ni mucho menos.
Pero para explicar el fenómeno del Alianza en el fútbol salvadoreño no puedes apegarte a esta fórmula. Los albos apenas han sido líderes en una de las siete jornadas de este Clausura 2011 y en el torneo anterior persiguieron al Metapán durante las 18 fechas. Este grupo no tiene títulos y son escasos aquellos que han ganado algo en otro club.
No ha roto récords y ha sido goleado en varias ocasiones. Su juego, bueno y muy bueno a ratos, tampoco ha sido constante. ¿Y entonces por qué los rivales se conforman con sacarle un empate, le ceden la ventaja de campo y modifican su estilo, y a los árbitros del medio local se les hace más fácil pitarles un penalti a favor a los albos?
Para mí tiene más que ver con la intimidación que el Alianza ha generado al ganar partidos claves con muchos goles a favor y la numerosa afición blanca que maginifica el efecto de esos golpes.
El Alianza se ha hecho la fama de poderoso por intimidación y no por su constancia o éxitos.
Marcelo Betancourt
El Gráfico
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