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jueves, 31 de marzo de 2011

ZELAYA REPROBO A LA U


Cuando Alianza y la Universidad de El Salvador (UES) juegan entre sí la pregunta no es cómo van a quedar, sino con qué marcador ganarán los albos. El cuadro blanco se ha convertido en un auténtico verdugo de los académicos, a los que ha vencido en los cuatro partidos desde que estos regresaron a primera división y a quienes ayer endosó una humillación más.

Cinco goles fueron más que suficiente para volver a sentenciar a los dirigidos por Eraldo Correia, que dejaron ir una vez más una oportunidad para escapar del Once Municipal –que había caído a primera hora ante Atlético Marte–, sobre el que sigue con tres puntos de ventaja en la tabla acumulada por el descenso.

Mucha parte de culpa de la humillación universitaria la tuvo Rodolfo Zelaya. Acaso picado por su convocatoria frustrada a la selección salvadoreña, Fito se destapó con un “hat-trick” que le permitió llegar a nueve goles en el torneo y quedarse con uno menos que Nicolás Muñoz, del Águila, en la pelea por el título de goleo.

Zelaya hizo goles de todos los colores. Apoyado en los pases de Rudis Corrales –quien abrió el marcador al minuto 37, con un puntazo que bañó al portero académico en un centro cerrado–, Fito se divirtió de lo lindo haciendo lucir mal a los defensores universitarios.

Primero anotó un golazo de tiro libre, con un remate lejano que se coló en el ángulo. Luego, aprovechó un contraataque para recibir un pase de Rudis al que solo debió meter el pie para empujar el balón al fondo y cerró su gran noche con una carrera en tres cuartos de cancha hasta plantarse dentro del área y batir con un tiro raso a Élmer Iglesias.

La “U” nunca tuvo armas para responder. Un equipo tan inofensivo que hasta resulta ofensivo pensar que pudieron haberle hecho daño al Alianza. Perdidos los 90 minutos, los pumas echaron una palada de tierra más a su tumba, lista para que caigan en ella si el Once llega a conseguir un triunfo más que lo saque del fondo de la tabla; porque a los escarlata no se les vio mayor atisbo de reacción en su juego.

Por eso fue que, aun y cuando Zelaya ya estaba en el banquillo, los albos todavía encontraron las redes rivales una vez más, en un tiro de esquina al que Mauricio Quintanilla le pudo meter cómodamente la cabeza para poner la pelota en e

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