SAN SALVADOR. Desde su llegada al Alianza, Juan Ramón Paredes denotó que estaba dispuesto a cambiar no sólo la forma en la que el Alianza jugaba, sino también a quienes hacían el fútbol.
Tanto así que desde el primer partido que encaró ante el FAS, el técnico mandó a la banca a jugadores que antes, con Vladan Vicevic o Leonel Cárcamo, paraceían inamovibles.
En su primera intervención en el banquillo blanco mandó a jugadores como Miguel Serpas y Jonathan Barrios a la zaga, Abraham Amaya a la media cancha y Willer Souza, que era suplente, a la delantera.
Amén del resultado, para el siguiente juego el estratega volvió a modificar el 11 blanco, con las incorporaciones de Josué Hércules en lugar de Serpas (expulsado contra el FAS), a Odir Flores y al cubano Yaikel Pérez.
En la décima fecha abrió espacio para el juvenil Nelson Bonilla en la delantera, y para la undécima volvió a trastocar todo dando la titularidad a Yimmy Cuéllar, Miguel Serpas y el contención Elman Rivas.
Otro jugador que tuvo minutos con Paredes fue Wílbert Reyes, quien no venía jugando de manera regular, pero que en la fecha 12 fue titular.
Para la 13, la variante en la zona media fue Cristian Sánchez y en la 14, Mauricio José Mauricio en la zona defensiva.
“El Chino” Flores fue la más reciente incorporación en el Alianza para el último partido.
Ante esta situación, el técnico sostuvo que “en el equipo se cuenta con jugadores de primer nivel y se les da una oportunidad para que la sepan aprovechar y en base a ello, algunos rindieron lo que esperábamos y otros no”. EG
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