El Alianza: cementerio de jugadores
Son 108 nacionales y 33 foráneos que han militado hasta la
fecha en el Alianza desde el Apertura 2008, justo desde que Lisandro
Pohl asumió el control.
SAN SALVADOR. El Alianza ha contado en sus filas con un total de 141
jugadores entre nacionales y extranjeros, durante la administración de
Lisandro Pohl, desde el torneo Apertura 2008. Estadísticamente, esta
cifra demuestra que la administración del empresario Pohl ha tenido
la necesidad de renovar a casi todo el plantel en cada torneo.
Son casi 19 jugadores renovados de su plantel por temporada (18.85 de promedio); es decir, una media de casi 10 jugadores (9.43 para ser más exactos) entre nacionales y extranjeros por cada torneo corto que ha participado desde el 2008.
Las últimas 14 nóminas oficiales del Alianza ha cobijado a 108 jugadores nacionales y a 33 foráneos, lo que demuestra que la dirigencia blanca no ha logrado encontrar a un plantel base en su nómina mayor que le permita encarar sin sobresaltos la liga.
EL GRÁFICO consultó a ex jugadores y directores técnicos que han pasado por las filas blancas en el último lustro y brindaron sus puntos de vista del por qué el Alianza ha sufrido en su interna una metamorfosis que en algunas ocasiones ha comprometido su clasificación a semifinales.
Para el tecleño Juan Ramón Paredes, técnico albo en el Clausura 2012, y que los llevó a la corona en el Apertura 2001, la cifra centenaria de jugadores que han militado en el Alianza desde el 2008 no le sorprende.
“Eso demuestra que no existe una continuidad de jugadores comprometidos con el Alianza, ya que muchos ven al equipo como su salvación económica y no ofrecen el sacrificio que el equipo demanda de ellos”, sentenció. “Otros como el FAS o el Águila pueden tener ese mismo reflejo que se debe de analizar con mayor profundidad”, externó.
Acerca de ese bajón futbolístico que los albos sufren en las últimas fechas de la fase de clasificación en los últimos torneos cortos, Paredes fue tajante en decir que “la presidencia del Alianza ha sido seria y dinámica, pero muchos de los jugadores han sido solo figuras decorativas y no futbolistas profesionales porque se acomodan a que su salario será pagado al final de cada mes.”
DIVISIONISMO
Paredes añadió que “sucede que muchos jugadores han demostrado que su permanencia en el Alianza solo ha servido para llenarles su ego. En el camerino se ha perdido ese respeto a esa camiseta, ya no es el santuario de antes” comentó.
“Antes el interés del equipo era primero que el personal, ya no hay ese coraje natural y ahora más parece un salón de belleza porque los jugadores están más preocupados por su físico”.
Paredes también destacó que “el camerino del Alianza siempre ha estado dividido. La última vez que llegué a dirigirlos me encontré con tres grupos distintos y eso me hizo pasar muchos malos momentos, a tal grado que hubo que separar a algunos que no mostraban compromiso con el equipo”.
Finalmente, el ex técnico de los albos afirmó que “decir que muchos jugadores no sudan la camiseta del Alianza es poco, lo que pasa es que el acomodo que muestran en la cancha hace pensar que porque ya son jugadores élites se deben cuidar más su aspecto físico que tratar de llevarse al equipo al hombro para clasificarlo.”
Por su parte, Nelson Ancheta, actual estratega del Firpo en segunda división y ex técnico aliancista en el Apertura 2009, aseguró que “el problema del Alianza es el conformismo de sus jugadores. Don Lisandro (Pohl) siempre ha tratado bien a los jugadores y entrenadores por lo que el plantel no está acostumbrado a que los traten con mano dura”, exclamó.
“Por muy mal que ha estado el equipo, yo nunca lo he visto fuera de semifinales en cada torneo. Así como está la liga, todo puede pasar, su prueba de fuego será lo que resta de la segunda vuelta”, acotó.
MÁS OPINIONES
Algunos ex jugadores aliancistas opinaron sobre el mal momento que pasa el plantel aliancista y citaron algunas puntos particulares que han abonado a que esa crisis se presente casi siempre a la mitad del torneo en los últimos años.
“Lo que pasa es lo de siempre cuando Lisandro (Pohl) está allí. Solo me hace recordar cuando el técnico (Pablo) Centrone nos tenía en el segundo lugar y lo despidieron porque tenía el carácter para decidir a quién alineaba y a quién no sin importar que el presidente opinara sobre el tema”, reflexionóel capitalino José Orlando Martínez Peña.
El exdelantero albo, ya retirado del fútbol, aseguró que “la presidencia siempre busca a técnicos que pueda manejar a su antojo. Luego de Centrone llegó el español Carlos Cantarero, luego estuvo Carlos Jurado, todo por esperar a que Milos (Miljanic) llegara en esa época.”
“Para mí, el problema del Alianza se llama Lisandro Pohl y lo digo sin resentimiento, solo digo lo que como jugador viví en el Alianza”, aseveró el ex delantero capitalino.
Por su parte, el exmedio albo Alexander Amaya del Cid aseguró que “el problema es que el jugador nacional se acomoda y al final, la salida de los jugadores sancionados por la FESFUT afectó al plantel porque los que se quedaron no lograron sostener al equipo y los que llegaron a suplirlos no poseen la calidad que se necesitaba.”
Amaya del Cid recordó lo vivido por Alianza en el Apertura 2013 cuando quedó fuera de semis en la repesca ante Isidro Metapán en Ahuachapán.
“Pueden existir muchas cosas más, siento que la salida del profesor (Milos) Miljanic en esa época afectó mucho y que la llegada de (Juan) Sarulyte no fue en el momento que el Alianza lo necesitaba porque debió ahora lidiar en muy poco tiempo con los jugadores a fin que se acoplaran a su idea táctica y tiempo es lo que menos ha tenido el Alianza en su historia reciente.”
Entre tanto, Álex Erazo, ya retirado del fútbol profesional, opinó que “(la crisis) pasa por la presión que sienten los jugadores a la hora de los partidos hasta un mal ambiente que puede haber en la interna del equipo”, acotó. “El jugador se presiona mucho por tener buenos resultados. Creo que el jugador debe cambiar su actitud en la cancha, pero la ansiedad en un jugador es traicionera. Son cosas que se deben mejorar”, confesó el ex delantero capitalino.
Bajo la administración Pohl, el Alianza llegó a tres finales de las cuales ganó una (Clausura 2011), comparado con otras administraciones en torneos cortos, es superado bajo el mandado de la familia Padilla (de 2001 al 2005) que alcanzaron dos coronas y un subcampeonato.
Son casi 19 jugadores renovados de su plantel por temporada (18.85 de promedio); es decir, una media de casi 10 jugadores (9.43 para ser más exactos) entre nacionales y extranjeros por cada torneo corto que ha participado desde el 2008.
Las últimas 14 nóminas oficiales del Alianza ha cobijado a 108 jugadores nacionales y a 33 foráneos, lo que demuestra que la dirigencia blanca no ha logrado encontrar a un plantel base en su nómina mayor que le permita encarar sin sobresaltos la liga.
EL GRÁFICO consultó a ex jugadores y directores técnicos que han pasado por las filas blancas en el último lustro y brindaron sus puntos de vista del por qué el Alianza ha sufrido en su interna una metamorfosis que en algunas ocasiones ha comprometido su clasificación a semifinales.
Para el tecleño Juan Ramón Paredes, técnico albo en el Clausura 2012, y que los llevó a la corona en el Apertura 2001, la cifra centenaria de jugadores que han militado en el Alianza desde el 2008 no le sorprende.
“Eso demuestra que no existe una continuidad de jugadores comprometidos con el Alianza, ya que muchos ven al equipo como su salvación económica y no ofrecen el sacrificio que el equipo demanda de ellos”, sentenció. “Otros como el FAS o el Águila pueden tener ese mismo reflejo que se debe de analizar con mayor profundidad”, externó.
Acerca de ese bajón futbolístico que los albos sufren en las últimas fechas de la fase de clasificación en los últimos torneos cortos, Paredes fue tajante en decir que “la presidencia del Alianza ha sido seria y dinámica, pero muchos de los jugadores han sido solo figuras decorativas y no futbolistas profesionales porque se acomodan a que su salario será pagado al final de cada mes.”
DIVISIONISMO
Paredes añadió que “sucede que muchos jugadores han demostrado que su permanencia en el Alianza solo ha servido para llenarles su ego. En el camerino se ha perdido ese respeto a esa camiseta, ya no es el santuario de antes” comentó.
“Antes el interés del equipo era primero que el personal, ya no hay ese coraje natural y ahora más parece un salón de belleza porque los jugadores están más preocupados por su físico”.
Paredes también destacó que “el camerino del Alianza siempre ha estado dividido. La última vez que llegué a dirigirlos me encontré con tres grupos distintos y eso me hizo pasar muchos malos momentos, a tal grado que hubo que separar a algunos que no mostraban compromiso con el equipo”.
Finalmente, el ex técnico de los albos afirmó que “decir que muchos jugadores no sudan la camiseta del Alianza es poco, lo que pasa es que el acomodo que muestran en la cancha hace pensar que porque ya son jugadores élites se deben cuidar más su aspecto físico que tratar de llevarse al equipo al hombro para clasificarlo.”
Por su parte, Nelson Ancheta, actual estratega del Firpo en segunda división y ex técnico aliancista en el Apertura 2009, aseguró que “el problema del Alianza es el conformismo de sus jugadores. Don Lisandro (Pohl) siempre ha tratado bien a los jugadores y entrenadores por lo que el plantel no está acostumbrado a que los traten con mano dura”, exclamó.
“Por muy mal que ha estado el equipo, yo nunca lo he visto fuera de semifinales en cada torneo. Así como está la liga, todo puede pasar, su prueba de fuego será lo que resta de la segunda vuelta”, acotó.
MÁS OPINIONES
Algunos ex jugadores aliancistas opinaron sobre el mal momento que pasa el plantel aliancista y citaron algunas puntos particulares que han abonado a que esa crisis se presente casi siempre a la mitad del torneo en los últimos años.
“Lo que pasa es lo de siempre cuando Lisandro (Pohl) está allí. Solo me hace recordar cuando el técnico (Pablo) Centrone nos tenía en el segundo lugar y lo despidieron porque tenía el carácter para decidir a quién alineaba y a quién no sin importar que el presidente opinara sobre el tema”, reflexionóel capitalino José Orlando Martínez Peña.
El exdelantero albo, ya retirado del fútbol, aseguró que “la presidencia siempre busca a técnicos que pueda manejar a su antojo. Luego de Centrone llegó el español Carlos Cantarero, luego estuvo Carlos Jurado, todo por esperar a que Milos (Miljanic) llegara en esa época.”
“Para mí, el problema del Alianza se llama Lisandro Pohl y lo digo sin resentimiento, solo digo lo que como jugador viví en el Alianza”, aseveró el ex delantero capitalino.
Por su parte, el exmedio albo Alexander Amaya del Cid aseguró que “el problema es que el jugador nacional se acomoda y al final, la salida de los jugadores sancionados por la FESFUT afectó al plantel porque los que se quedaron no lograron sostener al equipo y los que llegaron a suplirlos no poseen la calidad que se necesitaba.”
Amaya del Cid recordó lo vivido por Alianza en el Apertura 2013 cuando quedó fuera de semis en la repesca ante Isidro Metapán en Ahuachapán.
“Pueden existir muchas cosas más, siento que la salida del profesor (Milos) Miljanic en esa época afectó mucho y que la llegada de (Juan) Sarulyte no fue en el momento que el Alianza lo necesitaba porque debió ahora lidiar en muy poco tiempo con los jugadores a fin que se acoplaran a su idea táctica y tiempo es lo que menos ha tenido el Alianza en su historia reciente.”
Entre tanto, Álex Erazo, ya retirado del fútbol profesional, opinó que “(la crisis) pasa por la presión que sienten los jugadores a la hora de los partidos hasta un mal ambiente que puede haber en la interna del equipo”, acotó. “El jugador se presiona mucho por tener buenos resultados. Creo que el jugador debe cambiar su actitud en la cancha, pero la ansiedad en un jugador es traicionera. Son cosas que se deben mejorar”, confesó el ex delantero capitalino.
Bajo la administración Pohl, el Alianza llegó a tres finales de las cuales ganó una (Clausura 2011), comparado con otras administraciones en torneos cortos, es superado bajo el mandado de la familia Padilla (de 2001 al 2005) que alcanzaron dos coronas y un subcampeonato.
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