Disputadas cuatro jornadas en el Clausura, la pelea por el liderato es menester de los “grandes”, algo poco común en los últimos torneos, donde los no tradicionales tenían el poder. Pero esta semana, los tres primeros son Alianza, Águila y Firpo.
El mando ha vuelto a las manos del G-4, el grupo de los cuatro “grandes”: Alianza, Águila, Firpo y FAS. La jornada cuatro dejó a los tradicionales ocupando las primeras plazas en la tabla de clasificación, un suceso fugaz en los últimos campeonatos. Es excepcional ver a albos, aguiluchos y toros enlistados en los tres primeros puestos del Clausura, y un peldaño más abajo FAS, que comparte posición con San Salvador y Metapán por igualdad de puntos. En las últimas temporadas, el poderío de estos equipos se ha visto rendido ante la rebelión de los chicos, y no había una sola semana del año en la que los grandes dirimieran el mando en el torneo.
Esta semana, Alianza, Águila y Firpo están posicionados con siete puntos en el tope de la clasificación, pero ordenados de primero a tercero por la diferencia de goles. Casualmente, el sábado hay “cumbre del G-4”, en la que habrá una contienda por el dominio: Alianza va contra FAS, mientras que Firpo enfrenta a Águila. Por esos choques directos, es casi probable que como líder seguirá un grande, y no un pequeño, como sucedía hace muy poco.
No hay que ir muy lejos para encontrarse con que el mando del G-4 había cedido. Apenas en el campeonato anterior, el liderato fue disputado entre el sorprendente Chalatenango y el campeón Metapán. Al final, el campeón fue Firpo, pero entró a las semis arañando.
En el certamen previo, el Clausura 2007, la lucha fue entre Firpo, Metapán y Once Municipal . FAS, Alianza y Águila vivían días de oscuridad.
En la campaña previa, 2005-2006, los protagonistas eran Vista Hermosa, Metapán, Once Municipal, Águila y FAS.
Tampoco se pueden olvidar los días en los que FAS era el único grande que sacaba la cara cuando los pequeños —entiéndase San Salvador, Balboa, Limeño— intentaban dar un golpe de mando en el fútbol nacional.
Pero en este campeonato, el G-4 intenta recuperar su poderío, aunque todavía es temprano en el torneo para determinar si su mando perdurará hasta el final. Al menos en estas semanas, ese grupo puede tener la tranquilidad de que ha tenido un mejor arranque de torneo que en el pasado.
Firpo es el más claro ejemplo de todos. El equipo usuluteco ha estado amarrado en los últimos tiempos a los comienzos tembleques y de incertidumbre; a Alianza le ha pasado igual desde 2005, ser líder ya no era habitual. Águila sí había tenido cierta regularidad. FAS, en tanto, intenta volver a los tiempos en los que siempre estaba arriba.
Habrá que ver si este mando no es fugaz, porque los chicos esperan un desliz para volver al poder.
Fuente: LPG
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