GRACIAS SELECTA!

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El Grafico
12 Oct 2008

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El Grafico
12 Oct 2008

La ansiedad no tiene cabida en la escuadra salvadoreña. Con la clasificación a la hexagonal cerca como nunca antes del pasado sábado ante Haití —que se habría conseguido automáticamente en caso de vencer a los caribeños—, la Azul prefirió caminar antes que correr, vestir de blanco la serenidad y conformarse con sacar un punto en la isla. Uno que siendo poco numéricamente representa mucho, sino es que bastante, en las aspiraciones para alcanzar un puesto entre las mejores seis selecciones de la CONCACAF.

Ahora, con cinco puntos de ventaja sobre Haití y seis sobre Surinam, cuando quedan exactamente seis unidades por disputarse y con los dos últimos juegos como local, El Salvador tendría que sufrir una catástrofe para quedar fuera de la ronda en la que ya puso un pie.

Los cuscatlecos prefirieron guardar la celebración cuatro días para hacerla en casa, ante su afición, si las cosas salen como están planeadas. Una victoria, sin importar el resultado que Haití saque ante los ticos, servirá para unirse a Costa Rica, Estados Unidos y las demás selecciones que puedan agregarse también el miércoles a la hexagonal.

Volverá entonces el Cuscatlán a tener a las mejores selecciones de la región en su engramillado. Tiene tanto significado y los seleccionados son conscientes de ello, de ese paso que les hace falta dar para volver a la élite del área.

“La idea al venir a Haití era no perder, lo hicimos, sacamos un empate que nos ayuda a sumar en la tabla. Ahora vamos a jugar en casa, sabemos que estamos ahí, a un paso”, dice Alfredo Pacheco, capitán de la Azul.

Ese paso sería el último para llegar a esa ronda, pero solo uno más en el camino que la selección se ha trazado y que tiene como destino final Sudáfrica, para la cita de 2010.

Paso a paso, la Azul ha ido caminando hasta llegar a este punto en el cual la —por muchos años desaparecida— tranquilidad llena de confianza a los seleccionados. “Lo importante es que nos vamos a casa tranquilos. No podíamos venir a sufrir”, reitera Pacheco.

Y la casa los espera con las puertas abiertas, para terminar de abrir las que dan paso a la hexagonal. La sola idea de conseguir la clasificación frente a la afición —la que ríe los triunfos y llora las derrotas— es el incentivo principal al que hacen alusión los seleccionados.

Un regalo a la afición

“Ahora hay que amarrar (la clasificación) en casa y hay que regalar el boleto a la afición, que se lo merece. Feliz porque ahí la podemos hacer, esperamos hacerlo, se lo merecen.” Quien hablaba era Rudis Corrales para expresar el sentimiento que esperan disfrutar el miércoles con “el Coloso de Monserrat” a todo dar.

“Nos toca esperar el partido del miércoles con todas las ganas, queremos regalarlo a la gente”, señala también Shawn Martin.

Hay muchos factores para pensar que el miércoles será la fecha esperada durante 11 años. El principal: el hecho de poder cerrar la eliminatoria con dos partidos de local.

Es sencillo, la Azul quiere seguirle sacando el máximo provecho al factor de ser local en lo que va de eliminatoria. Hasta el momento ha disputado tres partidos ahí, contándolos todos por victorias.

Desde el 12-0 sobre Anguila hasta el 5-0 ante Haití, pasando por el histórico 3-1 que significó ante Panamá estar en esta ronda, ha quedado demostrado lo importante que es el estadio lleno a toda su capacidad, que termina metiendo miedo al rival.

“Igual va a ser difícil, porque ahora (también) tenemos la presión de la gente en nuestra casa, pero la gente alienta mucho a la selección, esperamos sacar el resultado, ganar para poder estar en la hexagonal”, dice, una vez más, Pacheco.

La situación en que llega Surinam, ya seis puntos abajo de los salvadoreños y prácticamente eliminado, no deja de crear la desconfianza característica del combinado nacional, al punto que sobre la dificultad del partido, Carlos De los Cobos prefiere no confiarse.

“Como todos los partidos, ante Surinam será difícil. La dificultad depende de lo que uno haga y permita hacer. Vamos motivados por lo hecho hoy (por el sábado) y sabiendo que un buen resultado nos mete en la clasificación sin depender del último choque”, dijo.

Quedará de conseguir la clasificación ante los surinameses y que el último duelo ante los ticos sea solo para definir al primero y segundo de grupo. Pero antes hay que solventar la prueba por la que la afición lleva esperando 11 años, dar el último paso que no se logró en Haití y regalar a la hinchada una victoria más para soñar y apuntar el nombre de El Salvador como el de una de las mejores seis selecciones de CONCACAF.