¿Qué análisis hace de la situación que vive Alianza, equipo que no puede salir de la zona del descenso directo?
Lamentablemente, no estamos viendo la salida. Hay momentos donde el equipo juega muy bien, pero se combinan una serie de factores. Uno es que no concretamos la opciones de gol y lo otro es que, quiérase o no, los árbitros complican en jugadas puntuales. Eso hace mella en el equipo y hay que ver cómo vamos a salir de esto.
¿Por ahora solo se aspira a salvar al equipo de un descenso a segunda?
Yo creo que esa es la preocupación principal de todos los aliancistas. Si hubiéramos ganado ese juego contra Chalatenango, tendríamos otro tipo de proyección, pero no se dio. Así que ahora tendremos que concentrarnos en salvar la categoría. Si al final da para algo más, habrá que verlo.
¿Es salvable el equipo albo?
Sí. Si no tuviéramos la plantilla de jugadores que tenemos y la calidad de técnico que tenemos, yo diría que es difícil, pero con esos elementos creo que el equipo debería estar fuera de la zona del descenso en los próximos cuatro o cinco juegos.
¿Qué opina de los cuatro extranjeros del plantel, de los cuales solo el brasileño Juliano Rangel es titular?
Estoy totalmente decepcionado. La verdad es que habían venido recomendados por el profesor Carlos Jurado y realmente, excepto de Juliano Rangel, ninguno ha estado a la altura. Creo que los más decepcionantes son los dos uruguayos (Sebastián Viera y Gastón Linares) porque no han demostrado mayor cosa. En el caso de (Sandro) Zamboni, creo que él hace lo que puede hacer. Pero nosotros pensábamos que tenía más calidad, falla goles increíbles.
¿Qué medida va a tomar la dirigencia alba ante la expulsión de Rodolfo Zelaya ante Chalatenango?
Más allá de que el árbitro no proteja a un jugador al que le tiran muchas patadas, él (Zelaya) tiene que poseer la madurez para saberse controlar. Zelaya será castigado y multado por los dos partidos que no va a jugar con nosotros por su sanción. No podemos permitir que un jugador pierda la cabeza de esa forma. Creo que ya es tiempo de que él sienta el rigor de una sanción fuerte.
¿Seguirá al frente en el plantel si los albos mantienen la categoría?
Hay momentos en los que uno se siente decepcionado. En ese momento dan ganas de decir “hasta aquí”. Obviamente que he pensado en retirarme. Esa es una pregunta que no puedo responder en este momento.
¿Ha tenido que recurrir a su patrimonio económico familiar en su gestión presidencial en los albos?
Pues, más bien, ya me lo gasté. Eso es lo triste de esto: en lugar de ver crecer tu empresa, lo invertís en un equipo de fútbol.
¿Han platicado con usted los señores Sol Meza (propietarios del club) acerca de la situación actual del equipo?
Ellos están preocupados, pero me han dado todo el apoyo moral. Saben que uno está haciendo todo lo posible y que esta situación es ajena a nosotros porque es algo deportivo.
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