
SAN SALVADOR. Prácticamente el Nejapa fue buen rival en los primeros 15 minutos del partido. Fueron los mejores momentos de su línea defensiva, cuando Luis Espíndola y Rafael Tobar apretaban por el medio de su zaga y el equipo nejapense copaba los espacios frente a su arquero Cristian Blanco.
También fueron los mejores momentos de Nelson Nerio, Héctor Canjura y Carlos Huezo, porque el lateral se juntaba con el volante Huezo y juntos propiciaban salida por la banda izquierda, y también porque Canjura ponía a funcionar su técnica y visión de juego para hacer cambios de frente y que el Nejapa ocupara bien su línea de ataque e hiciera ofensiva.
Por cierto, por esa propuesta en ataque que ofrecía el equipo tirafuego, sobre el minuto 10 Carlos Huezo estrelló la pelota en el travesaño con un remate que significó la mejor opción de gol que hasta ese momento había aparecido en la cancha.
Porque en ese lapso el Alianza no consolidaba la salida en ofensiva a pesar del control de pelota que fabricaban Alexander Amaya del Cid y Guillermo Morán en un medio campo albo que se veía dúctil en el toque frontal y lateral.
El problema que encontraba el Alianza en esos primeros minutos es que con el arribo en ataque no conseguía la profundidad necesaria para superar el cierre de los defensores nejapenses. El espacio se le cerraba al “Paleta” Erazo y no encontraba el desmarque de Carlos Ayala y Abraham Amaya, los dos hombres albos en punta.
BALDE DE AGUA
Así estaba la situación del partido hasta el minuto 15, con el Nejapa proponiendo en ataque con igual nivel de juego que el Alianza, cuando los albos se ganaron un tiro de esquina, una acción a pelota parada que los elefantes, a tenor de lo que se ha visto en cinco fechas, vienen explotando bien.
Esta vez no fue la excepción porque el centro de Ramiro Carballo sobró a los defensores tirafuego, y en el segundo palo apareció Luis Anaya para cruzar la pelota de zurda y batir al arquero Cristian Blanco con el 1-0 de los elefantes blancos.
Ese gol fue un balde de agua fría para los nejapenses que los afectó tremendamente, porque a partir de entonces el Nejapa fue un equipo con la cabeza bastante abajo, sin reacción.
En primer lugar, el conjunto tirafuego intentó fortificar su ofensiva a costa de dejar espacios a sus espaldas, algo que el Alianza podía explotar muy bien por su manejo y los cambios de frente que propiciaban situaciones de contraataque.
Menos mal el Nejapa alcanzó un poco de balance funcional y consiguió salir libre de riesgos en los 30 minutos que restaban para complementar el primer tiempo. Irse al descanso perdiendo 0-1 no era tan fatal para el equipo del Nejapa, porque quedaban otros 45 minutos para recomponer un partido que quemaba.
ARROLLADOS
La realidad para el Nejapa fue otra. El técnico tirafuego Gustavo de Simone se decidió por reemplazar a Manuel “Black” Martínez por Francisco Ramírez con la idea de iniciar el segundo tiempo con alguna renovación en ataque.
Pero lo que más pesó en el partido fue la transformación que acusó el Alianza en su función ofensiva.
Porque la subida de Ramiro Carballo por el lateral izquierdo fue más positiva, aparte de que Álex Erazo ganó tiempo y espacio para para estar más arriba y hacer un triplete muy fuerte con Carlos “Pelado” Ayala y Abraham Amaya.
Y sobre el minuto 55, justamente con un cambio de frente de Ramiro Carballo hacia la derecha por donde corría el “Paleta” Erazo, dejó al bailarín en zona franca de remate y marcó el 2-0 para el Alianza.
A partir de ahí el Nejapa fue desapareciendo en su capacidad defensiva por todas las ventajas que ofrecía en cada llegada del ataque paquidermo.
Al Nejapa sólo le quedaba la voluntad de Héctor Canjura para seguir intentando clarificar una salida que, al final, era muy tibia porque tras los cambios de Gustavo de Simone prácticamente el Nejapa sólo contaba con Francisco Ramírez en el frente del ataque.
PASEO ALBO
Por lo demás, todo era una tibieza general en todos los frentes del cuadro nejapense.
Y con esa postura del conjunto local, el partido pasó a ser exclusivo del cuadro paquidermo en todas las acciones: control de pelota y disposición de fabricar ataque a su voluntad.
Los cambios a que recurrió Nelson Ancheta, el técnico albo, solidificaron todavía más el dispositivo del juego.
Por ejemplo, con el ingreso de Emanuel Quintanilla por Abraham Amaya, con el ex El Roble arrancando de atrás, el medio campo paquidermo ganó en velocidad en la salida.
Ese detalle se amplió todavía más con el ingreso de Néstor Renderos por el veterano Alexander Amaya del Cid.
Y así, con el Alianza rejuvecido y con el control de la pelota y el partido, el resto fue fácil.
Sobre los 60 minutos quedó en evidencia la voracidad que en busca del gol había adquirido el Alianza, porque Álex “Paleta” Erazo marcó el 3-0 luego de sucesivos remates de Carlos Ayala y Emanuel Quintanilla que el arquero tirafuego Cristian Blanco había tapado de manera sensacional, hasta que apareció Erazo con el tercer remate a boca de jarro que lo venció.
Después del último cambio albo que le dio paso al panameño Alberto Zapata en reemplazo de Álex “Paleta” Erazo, el Alianza era dueño y señor del partido, porque no soltaba la pelota y seguía cruzando balones sobre el área de los tirafuego.
Una pelota de esas tomó Alberto Zapata para marcar el 4-0 que rubricaba la goleada alba.
Era el minuto 73, y tres minutos después, sobre los 76’, se fue expulsado el defensor tirafuego Rafael Tobar, por lo que el Nejapa ya no tuvo ni siquiera intenciones de cambiar el panorama fatal que vivía en esos momentos, cuando todavía quedaban 14 minutos del partido.
Contabilizando las opciones de gol que fabricó el Alianza a lo largo de los 90 minutos, la facilidad con que llegó armado a enfrentar al arquero Cristian Blanco, podemos decir que el 4-0 del final se quedó corto.
Sólo en el primer tiempo el cuadro paquidermo pudo marcar un par de goles más para irse solvente al descanso, y no con ese 1-0 muy escaso y peleado con que se fue al camerino.
Y en la segunda etapa, con mayor solvencia alba para tener la pelota y fabricar fútbol de ataque, los delanteros albos siguieron comiéndose goles y agrandando la figura del arquero Cristian Blanco, quien terminó siendo relevante para impedir que el 4-0 fuera más alto.
¿MEJORA BLANCA?
Si lo medimos por la cantidad de goles que convirtió y las tantas opciones que dejó en suspenso, podemos decir que el conjunto paquidermo ha mejorado notablemente.
Pero seguimos pensando que esta vez, ante este Nejapa tan disminuido y escaso rival, no hizo más que explotar todos los espacios que el cuadro tirafuego le concedió. Aunque hay que reconocer que el simple hecho de explotar ventajas otorgadas por el rival son virtud de un equipo que supo ganar.
Los méritos albos se irán sumando conforme los rivales sean de mayor peso, pero no se puede obviar que la disposición por buscar el gol ha cambiado totalmente en este equipo albo. / ROBERTO ÁGUILA, EL GRÁFICO
También fueron los mejores momentos de Nelson Nerio, Héctor Canjura y Carlos Huezo, porque el lateral se juntaba con el volante Huezo y juntos propiciaban salida por la banda izquierda, y también porque Canjura ponía a funcionar su técnica y visión de juego para hacer cambios de frente y que el Nejapa ocupara bien su línea de ataque e hiciera ofensiva.
Por cierto, por esa propuesta en ataque que ofrecía el equipo tirafuego, sobre el minuto 10 Carlos Huezo estrelló la pelota en el travesaño con un remate que significó la mejor opción de gol que hasta ese momento había aparecido en la cancha.
Porque en ese lapso el Alianza no consolidaba la salida en ofensiva a pesar del control de pelota que fabricaban Alexander Amaya del Cid y Guillermo Morán en un medio campo albo que se veía dúctil en el toque frontal y lateral.
El problema que encontraba el Alianza en esos primeros minutos es que con el arribo en ataque no conseguía la profundidad necesaria para superar el cierre de los defensores nejapenses. El espacio se le cerraba al “Paleta” Erazo y no encontraba el desmarque de Carlos Ayala y Abraham Amaya, los dos hombres albos en punta.
BALDE DE AGUA
Así estaba la situación del partido hasta el minuto 15, con el Nejapa proponiendo en ataque con igual nivel de juego que el Alianza, cuando los albos se ganaron un tiro de esquina, una acción a pelota parada que los elefantes, a tenor de lo que se ha visto en cinco fechas, vienen explotando bien.
Esta vez no fue la excepción porque el centro de Ramiro Carballo sobró a los defensores tirafuego, y en el segundo palo apareció Luis Anaya para cruzar la pelota de zurda y batir al arquero Cristian Blanco con el 1-0 de los elefantes blancos.
Ese gol fue un balde de agua fría para los nejapenses que los afectó tremendamente, porque a partir de entonces el Nejapa fue un equipo con la cabeza bastante abajo, sin reacción.
En primer lugar, el conjunto tirafuego intentó fortificar su ofensiva a costa de dejar espacios a sus espaldas, algo que el Alianza podía explotar muy bien por su manejo y los cambios de frente que propiciaban situaciones de contraataque.
Menos mal el Nejapa alcanzó un poco de balance funcional y consiguió salir libre de riesgos en los 30 minutos que restaban para complementar el primer tiempo. Irse al descanso perdiendo 0-1 no era tan fatal para el equipo del Nejapa, porque quedaban otros 45 minutos para recomponer un partido que quemaba.
ARROLLADOS
La realidad para el Nejapa fue otra. El técnico tirafuego Gustavo de Simone se decidió por reemplazar a Manuel “Black” Martínez por Francisco Ramírez con la idea de iniciar el segundo tiempo con alguna renovación en ataque.
Pero lo que más pesó en el partido fue la transformación que acusó el Alianza en su función ofensiva.
Porque la subida de Ramiro Carballo por el lateral izquierdo fue más positiva, aparte de que Álex Erazo ganó tiempo y espacio para para estar más arriba y hacer un triplete muy fuerte con Carlos “Pelado” Ayala y Abraham Amaya.
Y sobre el minuto 55, justamente con un cambio de frente de Ramiro Carballo hacia la derecha por donde corría el “Paleta” Erazo, dejó al bailarín en zona franca de remate y marcó el 2-0 para el Alianza.
A partir de ahí el Nejapa fue desapareciendo en su capacidad defensiva por todas las ventajas que ofrecía en cada llegada del ataque paquidermo.
Al Nejapa sólo le quedaba la voluntad de Héctor Canjura para seguir intentando clarificar una salida que, al final, era muy tibia porque tras los cambios de Gustavo de Simone prácticamente el Nejapa sólo contaba con Francisco Ramírez en el frente del ataque.
PASEO ALBO
Por lo demás, todo era una tibieza general en todos los frentes del cuadro nejapense.
Y con esa postura del conjunto local, el partido pasó a ser exclusivo del cuadro paquidermo en todas las acciones: control de pelota y disposición de fabricar ataque a su voluntad.
Los cambios a que recurrió Nelson Ancheta, el técnico albo, solidificaron todavía más el dispositivo del juego.
Por ejemplo, con el ingreso de Emanuel Quintanilla por Abraham Amaya, con el ex El Roble arrancando de atrás, el medio campo paquidermo ganó en velocidad en la salida.
Ese detalle se amplió todavía más con el ingreso de Néstor Renderos por el veterano Alexander Amaya del Cid.
Y así, con el Alianza rejuvecido y con el control de la pelota y el partido, el resto fue fácil.
Sobre los 60 minutos quedó en evidencia la voracidad que en busca del gol había adquirido el Alianza, porque Álex “Paleta” Erazo marcó el 3-0 luego de sucesivos remates de Carlos Ayala y Emanuel Quintanilla que el arquero tirafuego Cristian Blanco había tapado de manera sensacional, hasta que apareció Erazo con el tercer remate a boca de jarro que lo venció.
Después del último cambio albo que le dio paso al panameño Alberto Zapata en reemplazo de Álex “Paleta” Erazo, el Alianza era dueño y señor del partido, porque no soltaba la pelota y seguía cruzando balones sobre el área de los tirafuego.
Una pelota de esas tomó Alberto Zapata para marcar el 4-0 que rubricaba la goleada alba.
Era el minuto 73, y tres minutos después, sobre los 76’, se fue expulsado el defensor tirafuego Rafael Tobar, por lo que el Nejapa ya no tuvo ni siquiera intenciones de cambiar el panorama fatal que vivía en esos momentos, cuando todavía quedaban 14 minutos del partido.
Contabilizando las opciones de gol que fabricó el Alianza a lo largo de los 90 minutos, la facilidad con que llegó armado a enfrentar al arquero Cristian Blanco, podemos decir que el 4-0 del final se quedó corto.
Sólo en el primer tiempo el cuadro paquidermo pudo marcar un par de goles más para irse solvente al descanso, y no con ese 1-0 muy escaso y peleado con que se fue al camerino.
Y en la segunda etapa, con mayor solvencia alba para tener la pelota y fabricar fútbol de ataque, los delanteros albos siguieron comiéndose goles y agrandando la figura del arquero Cristian Blanco, quien terminó siendo relevante para impedir que el 4-0 fuera más alto.
¿MEJORA BLANCA?
Si lo medimos por la cantidad de goles que convirtió y las tantas opciones que dejó en suspenso, podemos decir que el conjunto paquidermo ha mejorado notablemente.
Pero seguimos pensando que esta vez, ante este Nejapa tan disminuido y escaso rival, no hizo más que explotar todos los espacios que el cuadro tirafuego le concedió. Aunque hay que reconocer que el simple hecho de explotar ventajas otorgadas por el rival son virtud de un equipo que supo ganar.
Los méritos albos se irán sumando conforme los rivales sean de mayor peso, pero no se puede obviar que la disposición por buscar el gol ha cambiado totalmente en este equipo albo. / ROBERTO ÁGUILA, EL GRÁFICO
¡QUE LINDO SE SIENTE EN EL ALMA!

SAN SALVADOR. El Alianza logró una nueva victoria, está vez fue a costa del Nejapa, que en su propio feudo no pudo contener la artillería paquiderma.
Los goles del Alianza llevaron la firma de Luis Anaya, quien al minuto 16 fue el encargado de abrir la cuenta al aprovechar un rechazo del portero Cristian Blanco ante un disparo de Carlos Ayala. La segunda anotación blanca fue conseguida por Álex Erazo al minuto 32, cuatro minutos después el mismo Erazo se encargo de seguir aumentando la cuenta.
La goleada paquiderma fue selleda por el panameño Alberto Zapata, quien ingreso al minuto 70 por Álex Erazo, y al 72' venció la portería de Blanco para poner el definitivo 0-4. / EL GRÁFICO.
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