El “¡Alianza, yo te quiero!” retumbó en las gradas del sector popular en los momentos que Rodolfo Zelaya abrió la cuenta para el equipo blanco. La hinchada alba, que había guardado silencio durante 55 minutos, estalló de jubilo: cantó y bailó. Al final también lloró.
Los rostros de desconsuelo abundaron después de que Ramiro Carballo puso el 2-2 desde la mancha de penalti y la ira los aliancistas la descargaron sobre el silbante Ángel Marlon Cálix, muy poco atinado en decisiones importantes, aunque certero al sacar las cartulinas rojas.
“El árbitro se equivocó demasiado, cobró muchas faltas que no se cobran”, dijo Leonel Cárcamo Batres, técnico auxiliar de los paquidermos. “Lo importante es que no se perdió, pero sí nos deja un mal sabor. El profesor (el árbitro) mostró muchas deficiencia”, añadió Cárcamo Batres.
“Llevábamos dos goles de ventaja, no es de echarle toda la culpa al árbitro, pero nos perjudicó un poco”, dijo por su parte Rodolfo Zelaya, autor de los dos goles del Alianza. El artillero dijo que el primer penalti sancionado por Cálix contra Alianza “no fue falta”.
Rafael Fuentes también descargó la culpabilidad sobre el silbante, aunque con menos ira con que lo hubiese hecho cualquier aficionado blanco. “Todos somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos. Hoy se equivocó el árbitro en varias jugadas y no solo con nosotros, sino con ellos también”, expresó el guardameta que no jugó debido a que sufrió una contractura en la pierna izquierda durante el calentamiento.
Festejo rojo
Empero, mientras los jugadores albos daban declaraciones amargas, los discípulos de Rubén Alonso agradecían al Creador y festejaban en la parcela sur del Cuscatlán.
“Fue un bonito partido, creo que la ‘U’ mereció el empate, quizá merecimos el gol antes que Alianza”, dijo Alonso orgulloso de la hazaña de sus jugadores.
“El equipo mejora cada día y este punto sirve para dar confianza. Me puede ganar cualquiera, pero también le puedo ganar a cualquiera”, advirtió el profe charrúa.
Carballo, mientras tanto, dijo que el empate fue meritorio y que no se tomó ninguna revancha contra su ex equipo.
“No tengo nada contra el Alianza, estoy agradecido con la gente que me apoyó mientras estuve en la institución y ahora, como profesional, voy a defender a muerte la camiseta de la UES”, expresó.
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