Foto por
Jornada 17 del torneo Apertura 2012 de la Liga Mayor de Fútbol
Jornada 17 del torneo Apertura 2012 de la Liga Mayor de Fútbol

Pocos equipos son tan capaces de pasar de la gloria al infierno y recorrer el camino de vuelta hasta el cielo como Alianza. Los albos, tras dos torneos alejados de las semifinales, se plantearon el Apertura 2012 como el campeonato de su regreso y llevan bien cumplida la faena con su boleto a las semifinales del mismo.

Los albos –finalistas del Apertura 2010, campeones del Clausura 2010 y luego ni siquiera semifinalistas en los dos últimos torneos– hicieron, esta vez sí, valedero el talento que atesora su plantilla. Puestos en los dos últimos años como candidatos para cada torneo, no habían cumplido las expectativas hasta que arribó el argentino Ramiro Cepeda para encarar el actual torneo.

Con una verdadera reestructuración del plantel, Cepeda hizo regresar al club capitalino a varios exjugadores albos, como Miguel Montes o Arturo Albarrán, y lo oxigenó con otro par de futbolistas de largo recorrido, pero con ambición de jugar en un grande, como Emerson Véliz o Ramón Martínez.

El resultado, tras una pretemporada exigente, fue que los capitalinos comenzaron el torneo en plan de aplanadora, barriendo a quien se les puso enfrente.

Empero, el envión les aguantó apenas un par de jornadas. Un tropiezo contra Metapán y un triunfo agónico contra FAS le exigieron demasiado aire a los capitalinos, que comenzaron a verse trastocados por las lesiones y la falta de rotaciones en el esquema del argentino.

Tras un inicio trepidante, Alianza cayó en un bache. Al inicio de la segunda vuelta, los capitalinos perdieron tres juegos consecutivos –Águila, Metapán y FAS (los otros semifinalistas, curiosamente)– y perdieron la estela de invencibilidad y solidez que ostentaron en la primera vuelta, que cerraron como líderes.

Golpeados por las caídas sucesivas y por las lesiones de jugadores como el argentino Matías Pasareli –disponible hasta el próximo certamen– o Edwin Martínez, los albos se vieron obligados a reconstruir su defensa y esperar que la misma se volviera homogénea para volver a sumar.

Para bien capitalino, sus bombarderos no dejaron de aparecer. Rodolfo Zelaya regresó de su lesión para darle un par de triunfos llegando desde el banquillo de suplentes, pero las palmas se las llevan Nelson Bonilla y Sean Fraser. Con 20 tantos entre ambos (más de la mitad de los 34 que ha anotado Alianza), entre ambos empujaron a los pupilos de Cepeda hasta alcanzar el boleto.

Ahora el siguiente reto albo es poder plantarse en semis y vencer a uno de los tres equipos que lo bajaron de la nube en el inicio de la segunda vuelta. Si lo consiguen, el camino a la onceava estará un paso más cerca. Y la conclusión del recorrido del infierno al cielo también.