Tal como se esperaba, así como Metapán hizo valer su favoritismo ante Águila, Alianza y FAS tuvieron un duelo más parejo, más cerrado, más polémico. Condicionados desde la expulsión de Rodolfo Zelaya, los albos perdieron poder para incomodar a los fasistas en su línea defensiva, pero no lo suficiente como para no arañar el triunfo en el Quiteño.
Solo un buen cabezazo de Ricardo Ulloa y un despiste en el seguimiento de Miguel Montes a la pelota cambió el curso del encuentro. Desde el empate, ahora, el juego de vuelta se planteará con la obligación del conjunto asociado de ganar o ganar. Todo lo que no sea eso dejará a los albos en la final del Apertura 2012.
Obligado FAS a conseguir uno de tres resultados posibles, los otros dos son ideales para Alianza. El empate le da el boleto ya que ocupó una mejor posición en la tabla tras las dos vueltas de clasificación.
Además, los dirigidos por el argentino Ramiro Cepeda tendrán la ventaja de cerrar la serie como locales, en el estadio Cuscatlán. Un escenario que ya han vivido, en el Apertura 2001 y el Clausura 2011, cuando también empataron de visita el juego de ida y definieron su clasificación en casa. ¿FAS? FAS nunca en torneos cortos había empatado el juego de ida como local. Ahora, tendrá que ir a ganar fuera.
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