David Bernal
Osael Romero tuvo un regreso soñado a San Miguel, jugó los 90 minutos con la camisa alba y marcó el gol que le dio el triunfo a su equipo ante el Águila.
El que otras veces fue héroe del Águila esta vez fue su verdugo. Osael Romero volvió a San Miguel, y para mala fortuna de los orientales él se encargó de demostrarles lo que lo hacía tan valioso: sus goles, pues una diana suya le dio ayer el triunfo al Alianza.
Los albos ganaron su primer partido en el Clausura 2013 y lo hicieron ante un rival que otra vez, tal como lo hizo en el clásico nacional, mostró poca creatividad en ofensiva, además de poco acierto de sus delanteros.
Los primeros diez minutos del partido fueron de puro fútbol calculador. El visitante tomó un poco más la iniciativa gracias a su mediacancha, donde Odir “el Chino” Flores gravitaba con tranquilidad en tres cuarto de cancha y tenía la amplitud suficiente para apoyarse por las bandas con Jairo Araujo y Osael Romero.
Fue con este último con quien precisamente Flores más insistió. Osael intentaba infiltrarse constantemente por la banda derecha y cada vez que tenía el balón en su poder la afición local le abucheaba.
El Águila tuvo la primera clara hasta el minuto 13. Ronald Torres mandó un centro desde la banda derecha y su servició encontró a Wálter Soto, pero el delantero no pudo cabecear con normalidad y apenas pudo bajar el balón para Miguel Montes, el portero rival.
Esa fue la primera amenaza del equipo anfitrión, pero con ella también reaccionó el Alianza y comenzó a generar los primeros jalones de pelo en la zaga emplumada.
El factor desequilibrante comenzó a ser Nelson Bonilla. Al 16’ el ariete blanco cabeceó un tiro de esquina en el segundo palo y Benji Villalobos alcanzó a reaccionar para tapar su testarazo, pero un minuto más tarde el cancerbero no contó con la misma suerte y no pudo evitar el primer tanto del partido.
Bonilla se metió por la banda izquierda y mandó un centro al corazón del área que Odir Flores intentó capturar, pero se fue en blanco y su error sirvió como distracción para una zaga anaranjada que descuidó sus espaldas, por donde apareció Osael Romero, quien casi cayéndose, así sin muchas ganas, alcanzó a ponerle su zurda a la pelota y puso el 0-1.
La afición en el Barraza se quedó muda y comenzó a temer el daño que podía hacerle su ex figura, ahora vestido de blanco. Además, comenzó a surgir el recuerdo del 0-3 que el Alianza consiguió en el Apertura 2012 y rogó porque la cosa no empeorara.
El problema era que los ruegos de los migueleños no eran congruentes con lo que su equipo hacía en la cancha. Javier “el Morro” Hernández, el supuesto enganche que mandó Coreas, no tenía la capacidad de retener la pelota y distribuirla, apenas y pasaba por sus pies, mientras que adelante Yaikel Pérez no era capaz de detener una pelota para si mismo y Soto era imperceptible.
Por suerte para los orientales el Alianza se tomó un respiro después del primer gol. Los de Cepeda se dedicaron a pasear la pelota de lado a lado y sólo metían el acelerador uando lazaban pases largos para Romero por la derecha, donde el albo constantemente le ganaba el duelo a Darwin Bonilla y Deris Umanzor.
Gracias a ello fue que el conjunto de la Perla de Oriente logró empujar sobre los minutos finales del primer tiempo. Yaikel Pérez casi le llega a un centro de Torres al 44’ y ya en tiempo agregado Bonilla inquietó a Montes con un tiro libre desde la izquierda, pero ninguna de las dos jugadas pintaba para un empate verdadero.
Víctor Coreas reconoció que en el primer tiempo su equipo no carburó en la media y Javier Hernández pagó los platos rotos por ello, ya que tuvo que ceder su lugar a Isidro Gutiérrez, mientras que adelantó el brasileño Tiago Dos Santos tuvo su debut, al suplantar a Walter Soto.
Fue precisamente el sudamericano el que mostró más ganas de jugar, pues a pocos segundos ya había conectado con la pelota en el área. Lo hizo al intentar puntear un tiro de larga distancia de Henry Romero, pero él ya estaba en fuera de lugar, así que se invalidó la acción.
De entrada Dos Santos mostró más finta y más velocidad y a su vez hizo que el cubano Pérez se viera mejor, para que ya no era quien tenía que bajar la media para recibir la pelota, sino que se quedó como nueve de área, intentando vencer los fuera de lugar que intentaba la zaga blanca.
Pero Coreas se desesperó muy temprano en el segundo tiempo. Sintió la presión de ser local y vio su segunda derrota al hilo en el horizonte, así que se jugó su tercera carta y puso en la cancha a Irving Flores, otro creativo, sacrificando al contención Romero.
Cepeda fue paciente como en el ajedrez y mantuvo intactas sus piezas blancas hasta el minuto 63, cuando ya tenía todo el panorama claro. Decidió cerrar sus líneas y puso a Émerson Véliz por la derecha, adelantó más a Osael (casi como un segundo delantero) y dejó solo en punta a Bonilla.
Luego, Cepeda cerró más su muralla y metió a Jónathan Barrios, lo que permitió que Cristian Castillo se soltara más por la banda izquierda y los paquidermos le apostaran al contragolpe. Además, Odir Flores tenía toda la tranquilidad para dominar la pelota en la tómbola central y en ocasiones incluso se parado, esperando que le llegara la marca, como incitando al rival.
Bajó esa dinámica el partido no prosperó en los minutos finales y el Alianza se quedó fácilmente con los tres puntos, mientras que el Águila y Víctor Coreas quedan emproblemados, porque tendrán apenas tres días para preparar su vista a Metapán, donde los espera elcampeón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario