accion@laprensagrafica.com.sv

Álvaro Misael Alfaro, expreparador de porteros de Metapán, Águila y ahora nuevo entrenador de guardavallas en Alianza, repasó cómo se da su salida del nido emplumado y relata acerca de sus retos en su nuevo equipo. Busca su tercer título como preparador.


¿Cómo se da su salida de Águila?

La decisión no fue mía. Fue de la directiva. Yo quería renovar el contrato. Lamentablemente ellos no tenían ni el más mínimo interés de hacerlo. Esperé por tres semanas por esa posibilidad, pero no hubo luz. El martes le hablé como 10 veces al presidente (Julio Sosa) y no me contestó. En la tarde fueron otras cinco veces y tampoco contestó. Si no estaban cómodos conmigo, hubiera sido mejor que me lo dijeran frente a frente, pero no tuvieron la personalidad de encararme o decirme, quizás porque todavía me deben un mes de salario y no me lo han pagado. Ya voy para dos meses y cuando te tratan mal como dirigentes es difícil, porque esperas una relación con personas sensatas, pero no.

¿Por qué no quisieron renovarle contrato?

No sé por qué, ya que nosotros sostuvimos la nave aún con problemas enormes en la institución. Tratamos de sostener el grupo, con las carencias que vivimos, pero de igual forma quitaron a Víctor (Coreas), a Chamba (Salvador Coreas), y de igual formal no me quisieron renovar a mí. 

Duele por la enorme afición aguilucha, porque fueron dos años donde la gente me trató muy bien y le agradezco profundamente. 

¿Cree que Águila siga por el mismo camino?

Si no van por el mismo camino, van por uno peor, pero depende de ellos si quieren invertir. Es un equipo grande en tradición, en afición, y en todos los sentidos se merece que haya una buena inversión en elementos y en planificación estratégica. Pero veo que no tienen el más mínimo interés. Si no invierten, no van a tener un desenvolvimiento a nivel grupal o futbolístico. Van a quedar siempre en deuda con la afición.

¿Regresaría a Águila?

Decir de esta agua no beberé es difícil. Mi ilusión era pasar más tiempo en Águila. Lastimosamente no se pudo. Uno no sabe el destino que tiene, pero si las puertas se abren con esta directiva o con otra y hay disposición, habría que escuchar. Pero con los mismos no lo creo. 

¿Qué espera en su etapa como albo?

Tengo una ilusión muy grande. Volver a vivir momentos grandes con una afición grande también. Esta institución se maneja como profesionales, que tiene como presidente a alguien que valora al jugador. Espero poder lograr un título. Sería mi tercer equipo después de haberme retirado. Gané mi primer título como entrenador de arqueros con Metapán, mi segundo con Águila y ahora viene mi tercer equipo. 

¿Qué retos podría romper en Alianza?

Veo retos futuros. Miguel Montes como primera opción, pero no cierro la puerta a Yimmi Cuéllar, que tiene un potencial tremendo, que al explotarlo va a ser uno de los mejores arqueros de este país. También me han hablado muy bien del portero de reservas. Los que trabajan conmigo son todos iguales. Miguel Montes es mi amigo, pero no por eso va a ser el dueño de todo. La posición está ahí y hay que pelearla. 

¿Le gustaría trabajar con selecciones nacionales?

Siempre ha sido mi sueño. No sé qué más hay que hacer para lograrlo. Llevo dos años en esto, no quiero jactarme de ser una gran cosa, pero tengo méritos. Espero seguir madurando y en el momento que ellos decidan vamos a tratar de hacerlo lo mejor posible.

Leer también:

Cuéllar: "Con Misael voy a aprender mucho"