Hasta que no se mejore en todos estos factores, los graderíos seguirán vacíos sin más remedio.
Hace unos días, la primera división dio a conocer las taquillas de la primera vuelta del torneo Apertura 2014. Los números rojos del UES no tardaron en resaltar. Luego de nueve jornadas, tienen un déficit de 807.87 dólares. Sin embargo no son los únicos que la han pasado mal;  incluso los equipos “grandes” no han logrado los récords anteriores en venta de boletos. 


Sólo para quitarme las ganas de comparar números, revisé las taquillas de la primera vuelta del Apertura 2012. La baja de aficionados es alarmante. Un ejemplo claro es el Alianza. 


Tras las primeras nueve fechas de aquel Apertura 2012, los albos  tenían a su favor  153 mil 342 dólares con 55 centavos. En este torneo se registraron   41 mil 289 dólares con 83 centavos a favor del club; es decir, apenas  el 26% de lo que lograron hace dos años. 

Las causas  por las que los aficionados no están llegando a los estadios no se reducen a un solo culpable, sino a un cúmulo de factores: 


1.  En lo personal, no pagaría 6 dólares en general por ir a ver a un equipo que ronda en los últimos seis lugares de la tabla de posiciones. 


2. Mucho amor puedo tener por algún equipo, pero si no me ofrece más que pelotazos en la cancha, tampoco me molestaré en ir a verlos. 


3. Si en la semana no me entero de nada de mi equipo, no iré. Más  si es mi  mismo equipo el que no se da a  conocer siquiera en las redes sociales. No hay marketing y en mi  “top of mind”  no existe. 


Equipos, hay que poner manos a la obra para cambiar el color de esos números en la segunda vuelta.