SAN SALVADOR. Ramiro Cepeda llegó en la mañana de este jueves al entreno de Alianza para despedirse del plantel, tras ser despedido del equipo, por "bajo rendimiento" del plantel, a pesar de acercarse a zona de clasificación. Ahora, el técnico argentino espera seguir su vida normal, ahora más enfocado como el director de la Academia FC Monumental.
¿Cómo estuvo el día, tras salir de Alianza?
Estuve en el entrenamiento, en la mañana, me despedí con los muchachos que se comportaron diez puntos conmigo.
¿Cómo se te dio la noticia?
Me llamó en la noche el presidente. Les pedí reunión, pero no quisieron reunirse, así que solo se hizo por teléfono.
¿De qué manera tomaste la decisión?
Mal, porque habíamos pactado algo. Más allá, tenía un contrato vigente, obviamente es tentativo porque estás pendiente de que se te rescinda el contrato de manera unilateral. Pero más que nada es la palabra, porque creo mucho en la palabra de la gente. Nosotros tuvimos una reunión, el jueves pasado, donde estuvo el profesor Coppia, Tigana Meléndez, Edwin Abarca y el señor Lisandro Pohl (presidente albo). En esa reunión llegamos a un acuerdo que, de ganar a Pasaquina, las cosas iban a estar muy bien. Porque de los tres últimos partidos, eran dos victorias de local, solamente contra FAS se perdió, que tampoco era algo ilógico porque solo se había ganado una vez en quince años. Pero después de Pasaquina jugaríamos cinco partido de local, lo que hacía un ambiente anímico grande y ayer (miércoles) me salen con esa cosa que todavía no entendí por qué.
Aunque ellos mencionaron que no les convenció el sistema, la forma de juego del equipo...
Pero eso es algo subjetivo. Porque para hacer un analisis de fútbol, hay que saber. En la directiva del Alianza, no hay nadie que sepa de fútbol. Entonces ellos pueden decir lo que quieran. Ahora, yo, al análisis del partido, la victoria fue merecida, más allá de cómo se da el resultado. Sobre la hora, nos tocó perder partidos, perder puntos y las críticas de la directiva eran para nosotros. Ahora que se ganó, las criticas también son para nosotros. Entonces hay algo que está equivocado. Pasaquina es un equipo que viene haciendo las cosas bien, que le sacó la victoria a Águila y le empató a FAS. Que a la hora de encerrarse lo sabe hacer bien, entonces no se puede hacer un juego vistoso. Si era eso lo que buscaban los directivos... Si pensaban que se le iba a ganar por cuatro o cinco goles... es un desconocimiento total del fútbol. La evaluación la hacen desde este punto y no de la realidad.
¿Cree que hubo otras circusntancias, además de la forma de juego, que llevaron a que la directiva tomara esta decisión?
Las circunstancias, a la larga siguen siendo las mismas. Yo ya lo había vivido en Alianza, porque ya había estado un año con ellos. Cuando yo decido volver es porque el presidente me pidio perdón, porque dijo que se había equivocado. Porque reunió a todo el plantel para decirme que se había equivocado, cuando no me renovó contrato. Lo dijo a todo el plantel, lo dijo a todos los directivos. Entonces, cuando uno recibe el mensaje, cree que el mensaje va a ser diferente, por eso decido volver al club. Después de ahí, lo que pasa siempre, uno se da cuenta que los directivos imaginan en sus ideas de que saben más que los entrenadores, en su evaluación de fútbol es pensando en algo irreal de lo que pasa en El Salvador.
Con esta segunda experiencia con Alianza, ¿podría haber un tercer ciclo de Cepeda con Alianza?
Trabajar en Alianza es algo especial, porque la gente te lo demuestra. Vos llegás al estadio y el recibimiento emociona. El jugador cuando viene del extranjero te dice que se le pone la piel de gallina, porque sienten lo mismo que al entrar a una cancha en Argentina. Y a mí me pasa eso cuando entreno al Alianza, quisiera dirigir toda la vida a este equipo. Ahora se para la cosa, yo con el presidente este no puedo volver a trabajar. Ya tuve una primera mala experiencia, creí que las cosas habían cambiado y me encontré con una experiencia peor.
Y con el plantel, ¿todo bien, o hubo problema con algún jugador?
Con el plantel estuvo todo bien, todos contentos. Trabajaron todos muy bien, se exigieron todos. El único jugador que siempre entrena a medias es Rodolfo Zelaya, pero después todos se exigen y todos juegan, todos quieren estar.
¿Y esto de Zelaya no generó conflictos entre tú y los directivos?
Podría decir que sí y que no. Que no, porque el día de la reunión, el presidente tomó la determinación de despedirlo. Después se arrepintió al otro día. Pero como el presidente es alguién que un día te dice una cosa y después otra, que no es una persona muy decidida a la forma de hablar, pudo haber afectado. Eso no tengo idea.
¿Pero sobre ti nunca hubo una orden de que Zelaya tenía que jugar más?
Al contrario, a Zelaya me pedían que lo sacara, que no lo pusiera tanto, que no tenía que jugar. Siempre se dice en Alianza que el presidente pone jugadores, que hace alineaciones. Lo desmentí la otra vez. Lo que sí hace el presidente es sugerir todo el tiempo, quién cree él que debería de jugar. Pero no obliga a nadie a ponerlos. El problema es que esta sugerencia se convierte, en él, en la única realidad. Los entrenadores, como no siguen esa sugerencia, pasa a pensar de que los entrenadores no saben de fútbol, porque no atienden la sugerencia de él, que es quien no sabe.
Ahora, a seguir la vida normal.
De hecho, ya me incorporé a trabajar con la Academia, tranquilo, con los niños. A descansar un tiempito y después a trabajar el otro torneo.
A esperar nuevas ofertas.
Un par de semanas atrás había tenidos algunas ofertas de afuera y las había rechazado, por lo que se venía en Alianza. Creía que por todo lo que se había sufrido se iba a tener un final feliz. Porque es lo que se ve cuando se ve entrenar a ese grupo de jugadores. Pero ya se terminó. Ahora tranquilo, a seguir viendo el fútbol como siempre y a esperar que el Marte pueda aprovechar la victoria del Alianza, para que se pueda salvar. Porque no me gustaría que el Marte descienda, porque costó mucho ascenderlo.
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