SAN SALVADOR. Todavía sin mostrar solidez en sus líneas y con varios reparos en el funcionamiento colectivo, el Alianza hizo el fútbol necesario para vencer de visita a Suchitoto al conjunto Brasilia de la segunda división con un 3-1.
Usando el partido para probar todas las variantes posibles, el técnico albo Nelson Ancheta usó una alineación en el primer tiempo y otra totalmente diferente en la segunda etapa.
La primera contó con Francisco Portillo en el arco; la línea de cuatro en el fondo, con Ronald Pimentel, Juliano Rangel, Edwin Martínez y Ramiro Carballo; en el medio juego, con Iván Amaya, Elder Figueroa, Guillermo Morán y Alejandro Chacón; para que la dupla ofensiva la integraran Emanuel Quintanilla y Abraham Amaya.
Esta formación tuvo un inicio de poca solvencia en el control del medio juego, y por ello dividió la pelota en muchos tramos del encuentro sin poder nunca afirmar la salida al ataque. Nos quedó la impresión de que las funciones divididas que realizaron Morán y Figueroa de recuperar la pelota y dar salida, no termina de configurar en ninguno de los dos el aporte de un 10 más suelto.
Por momentos el que se aproximó a esa función fue Guillermo Morán, pero sin llegar a consolidar la salida.
No obstante, esta formación aliancista es la que puso el partido 2-0 con goles de Iván Amaya y Abraham Amaya, pero lo consiguió hasta que el Brasilia perdió el aire inicial y comenzó a dejar mucho terreno sin cubrir.
Fue entonces cuando el Alianza y su medio juego pudieron controlar la zona y, por consiguiente, el partido, creando opciones de gol en cada arribo.
EL OTRO ALIANZA
En la segunda etapa, el Alianza salió con Dennis Salinas, Mauricio Quintanilla, Luis Anaya, Jonathan Barrios, Julio Hernández, Héctor Salazar, José Luis Amaya, Álex Amaya del Cid, Armando Collado, Carlos Ayala y René Alvarado, quien ya había hecho su ingreso desde el primer tiempo en reemplazo de Alejandro Chacón.
Para nuestro gusto, esta formación es la que mejor muestra dio de un comportamiento colectivo más aceptable, porque supo tener la pelota y controlar el partido con tranquilidad y, sobre todo, con seguridad.
Para ello, el aporte del experimentado Álex Amaya del Cid fue vital, porque supo hacer fútbol simple con apoyo de los volantes laterales.
En ese sentido fue notable el desempeño de hombres como Héctor Salazar y José Luis Amaya, el otro ex AFI. Pero, además del aplomo que ganó el medio juego albo, cabe mencionar que la zaga de centrales que conformaron Luis Anaya y Jonathan Barrios le dio mayor seguridad defensiva, tanto para que los zagueros laterales se sumaran con mayor visión ofensiva.
Acaso a ese Alianza del segundo tiempo solamente le faltó mayor profundidad al ataque, mayor entendimiento entre lo que pretende Amaya del Cid desde el medio y lo que Carlos Ayala es capaz de entender. Ese Alianza sólo pudo llegar al gol por un penalti para el 3-1 final. / ROBERTO ÁGUILA, EL GRÁFICO
Usando el partido para probar todas las variantes posibles, el técnico albo Nelson Ancheta usó una alineación en el primer tiempo y otra totalmente diferente en la segunda etapa.
La primera contó con Francisco Portillo en el arco; la línea de cuatro en el fondo, con Ronald Pimentel, Juliano Rangel, Edwin Martínez y Ramiro Carballo; en el medio juego, con Iván Amaya, Elder Figueroa, Guillermo Morán y Alejandro Chacón; para que la dupla ofensiva la integraran Emanuel Quintanilla y Abraham Amaya.
Esta formación tuvo un inicio de poca solvencia en el control del medio juego, y por ello dividió la pelota en muchos tramos del encuentro sin poder nunca afirmar la salida al ataque. Nos quedó la impresión de que las funciones divididas que realizaron Morán y Figueroa de recuperar la pelota y dar salida, no termina de configurar en ninguno de los dos el aporte de un 10 más suelto.
Por momentos el que se aproximó a esa función fue Guillermo Morán, pero sin llegar a consolidar la salida.
No obstante, esta formación aliancista es la que puso el partido 2-0 con goles de Iván Amaya y Abraham Amaya, pero lo consiguió hasta que el Brasilia perdió el aire inicial y comenzó a dejar mucho terreno sin cubrir.
Fue entonces cuando el Alianza y su medio juego pudieron controlar la zona y, por consiguiente, el partido, creando opciones de gol en cada arribo.
EL OTRO ALIANZA
En la segunda etapa, el Alianza salió con Dennis Salinas, Mauricio Quintanilla, Luis Anaya, Jonathan Barrios, Julio Hernández, Héctor Salazar, José Luis Amaya, Álex Amaya del Cid, Armando Collado, Carlos Ayala y René Alvarado, quien ya había hecho su ingreso desde el primer tiempo en reemplazo de Alejandro Chacón.
Para nuestro gusto, esta formación es la que mejor muestra dio de un comportamiento colectivo más aceptable, porque supo tener la pelota y controlar el partido con tranquilidad y, sobre todo, con seguridad.
Para ello, el aporte del experimentado Álex Amaya del Cid fue vital, porque supo hacer fútbol simple con apoyo de los volantes laterales.
En ese sentido fue notable el desempeño de hombres como Héctor Salazar y José Luis Amaya, el otro ex AFI. Pero, además del aplomo que ganó el medio juego albo, cabe mencionar que la zaga de centrales que conformaron Luis Anaya y Jonathan Barrios le dio mayor seguridad defensiva, tanto para que los zagueros laterales se sumaran con mayor visión ofensiva.
Acaso a ese Alianza del segundo tiempo solamente le faltó mayor profundidad al ataque, mayor entendimiento entre lo que pretende Amaya del Cid desde el medio y lo que Carlos Ayala es capaz de entender. Ese Alianza sólo pudo llegar al gol por un penalti para el 3-1 final. / ROBERTO ÁGUILA, EL GRÁFICO
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