SAN SALVADOR. El mediocampista brasileño Willer Souza se destapó el domingo con dos goles; nos concedió una entrevista en que confesó cosas del pasado. Willer Souza Oliveira, el volante brasileño del Alianza, aún sigue celebrando su gran tarde ante el Luis Ángel Firpo en el Cuscatlán, donde logró dos asistencias y a la vez anotó dos de los cinco goles que el elefante blanco le encajó sin misericordia al cuadro usuluteco.
Souza charló con EL GRÁFICO justo un día después de su gran actuación y, de paso, reveló algunos secretos que el ariete brasileño guarda en su alma, como el recuerdo fresco de su padre, Lauro, fallecido en Brasil hace siete meses y a quien el medio aliancista le dedicó sus dos goles, los primeros en el país.
¿Qué ecos le deja a Willer Souza esa abultada victoria contra el Luis Ángel Firpo?
Hay muchas cosas en mi cabeza. El triunfo fue merecido y justo, todos en el plantel hemos celebrado anoche (lunes) esa victoria, cada quien a su manera; pero para mí eso ya es pasado, es historia, ahora debemos pensar en el siguiente partido porque la meta de nosotros, en el Alianza, es no ganar sólo un juego, sino también llegar a la final y salir campeones. El triunfo es bueno, cada uno está alegre por eso, pero como se dice popularmente: borrón y cuenta nueva.
¿Ha sido tu mejor partido en lo que llevás en el fútbol local?
Creo que sí. Antes del partido me sentía bien y estaba confiado en que marcaría. Gracias a Dios se me concedió eso, marqué y eso es importante para mí, pero yo quiero más, deseo jugar mejor que ayer (domingo), conozco mi potencial y creo que puedo rendir mucho más.
En partidos anteriores habías mostrado tu riqueza técnica, pero sin goles, ¿creés que la efectividad frente al marco ha sido la diferencia en esta oportunidad?
Creo que sí. La verdad yo me había sentido bien en los siete partidos que había jugado con el equipo, pero los goles no llegaban por una razón que ni yo entendía. Era algo que me estaba matando, la ansiedad era enorme, gracias a Dios ayer (domingo) todo me salió bien, los pases y los goles se dieron y eso es bueno para Willer Souza.
El primer gol fue peculiar, ya que tu disparo fue desviado por el tico Scott, ¿le apuntaste a puerta o trataste de centrar?
Fue un golazo de delantero, era algo que yo buscaba desde que vine al país. Yo busqué el cierre ya sea de Messías o de Fito (Zelaya) al centro del área. Gracias a Dios, el jugador rival se interpuso en la trayectoria de la pelota y la metió en su portería. La verdad es que yo centré, nunca pensé mandar un disparo a marco porque estaba lejos, pero el fútbol es así, el gol se dio temprano; creo que llevábamos tres o cuatro minutos de juego, eso ayudó a que el equipo tomara el camino y gracias a Dios se dio así, un gol raro, pero golazo al fin.
Cuando viste que tu centro se metió en la escuadra izquierda de la meta del Firpo, ¿qué sentiste, qué pensaste en ese instante?
Una inmensa alegría y una felicidad total. La verdad es que cuando vi que era gol, me fui a celebrarlo junto a la Ultra Blanca, fue un momento inolvidable. Uno como jugador espera esos momentos para conmemorarlos con su fanaticada y creo que ese momento me llegó al fin en el fútbol salvadoreño.
¿Cuántos goles has logrado anotar de cabeza en tu carrera?
Confieso que son pocos, no es mi mejor virtud, sin equivocarme creo que el segundo gol que le anoté al Firpo ha sido el sexto en 12 años de carrera profesional. Todos los demás goles han sido con mi pierna izquierda, por eso celebré ese gol como lo hice, son goles raros en mi carrera y creo que valía la pena celebrarlo así como lo celebré y frente a los aficionados.
¿Porqué celebraste con maromas tus dos goles, fue algo natural o es un sello en ti?
Esa celebración es natural, lo hice porque tengo la capacidad de celebrar goles de esa forma, porque antes de ser futbolista yo crecí y trabajé en una familia circense. Yo nací dentro de un circo en mi natal Aldeia Altas, en el estado de Maranhao; a partir de los seis años, yo era malabarista en el circo; celebrar así como lo hice ante el Firpo, no fue difícil. Espero que de aquí en adelante pueda celebrar más goles. Tengo un repertorio grande en mi mente para celebrarlos. Recuerdo que desde 2007 hasta la fecha, he sido goleador en los tres equipos donde he militado y espero que esa racha la mantenga en el Alianza.
¿Asusta una victoria como la que lograron ante el Firpo por lo abultado en el marcador?
No sería sincero si digo que no asusta, claro que asusta, un 5-0 ante un equipo fuerte e histórico como el Firpo no se presenta todos los días. Te digo que en plantel nadie esperaba que fuera tan fácil. Ayer (domingo), todos en Alianza jugamos bonito y el resultado fue reflejo del trabajo del grupo, pero nunca pensamos un marcador así. Yo esperaba un juego cerrado, un 1-0 o un 2-1, lo más un 3-1, pero nunca 5-0.
¿Recordás la manera en cómo definiste tu gol de cabeza?
Yo nunca esperaba un centro tan perfecto como el que recibí desde la izquierda por (Carlos) Arévalo. Yo esperaba que otro compañero rematara, pero me encontré con una prolongación de (Abraham) Amaya y me levanté para anotar el 3-0. Gracias a Dios logré llegar ante del cierre de uno de sus defensores y definí pegado al palo derecho.
¿A quién le dedicaste tus dos goles ante el Firpo?
A mi padre, Lauro Gomes Oliveira (Willer guarda silencio y sus ojos brillan por las lágrimas que quieren salir y que contiene con dificultad); a él, le dediqué mis dos goles ante el Firpo, ya que mi papá murió hace siete meses y yo deseaba dedicárselos en El Salvador, pero no llegaban. Era una promesa guardada que gracias a Dios cumplí ayer (domingo). Antes de los partidos, cerraba mis ojos y le prometía un gol a su memoria. Aún tengo viva a mi mamá y trato de hacerla feliz, al igual que a mi esposa y mi hijo; son todo en mi vida.
Souza charló con EL GRÁFICO justo un día después de su gran actuación y, de paso, reveló algunos secretos que el ariete brasileño guarda en su alma, como el recuerdo fresco de su padre, Lauro, fallecido en Brasil hace siete meses y a quien el medio aliancista le dedicó sus dos goles, los primeros en el país.
¿Qué ecos le deja a Willer Souza esa abultada victoria contra el Luis Ángel Firpo?
Hay muchas cosas en mi cabeza. El triunfo fue merecido y justo, todos en el plantel hemos celebrado anoche (lunes) esa victoria, cada quien a su manera; pero para mí eso ya es pasado, es historia, ahora debemos pensar en el siguiente partido porque la meta de nosotros, en el Alianza, es no ganar sólo un juego, sino también llegar a la final y salir campeones. El triunfo es bueno, cada uno está alegre por eso, pero como se dice popularmente: borrón y cuenta nueva.
¿Ha sido tu mejor partido en lo que llevás en el fútbol local?
Creo que sí. Antes del partido me sentía bien y estaba confiado en que marcaría. Gracias a Dios se me concedió eso, marqué y eso es importante para mí, pero yo quiero más, deseo jugar mejor que ayer (domingo), conozco mi potencial y creo que puedo rendir mucho más.
En partidos anteriores habías mostrado tu riqueza técnica, pero sin goles, ¿creés que la efectividad frente al marco ha sido la diferencia en esta oportunidad?
Creo que sí. La verdad yo me había sentido bien en los siete partidos que había jugado con el equipo, pero los goles no llegaban por una razón que ni yo entendía. Era algo que me estaba matando, la ansiedad era enorme, gracias a Dios ayer (domingo) todo me salió bien, los pases y los goles se dieron y eso es bueno para Willer Souza.
El primer gol fue peculiar, ya que tu disparo fue desviado por el tico Scott, ¿le apuntaste a puerta o trataste de centrar?
Fue un golazo de delantero, era algo que yo buscaba desde que vine al país. Yo busqué el cierre ya sea de Messías o de Fito (Zelaya) al centro del área. Gracias a Dios, el jugador rival se interpuso en la trayectoria de la pelota y la metió en su portería. La verdad es que yo centré, nunca pensé mandar un disparo a marco porque estaba lejos, pero el fútbol es así, el gol se dio temprano; creo que llevábamos tres o cuatro minutos de juego, eso ayudó a que el equipo tomara el camino y gracias a Dios se dio así, un gol raro, pero golazo al fin.
Cuando viste que tu centro se metió en la escuadra izquierda de la meta del Firpo, ¿qué sentiste, qué pensaste en ese instante?
Una inmensa alegría y una felicidad total. La verdad es que cuando vi que era gol, me fui a celebrarlo junto a la Ultra Blanca, fue un momento inolvidable. Uno como jugador espera esos momentos para conmemorarlos con su fanaticada y creo que ese momento me llegó al fin en el fútbol salvadoreño.
¿Cuántos goles has logrado anotar de cabeza en tu carrera?
Confieso que son pocos, no es mi mejor virtud, sin equivocarme creo que el segundo gol que le anoté al Firpo ha sido el sexto en 12 años de carrera profesional. Todos los demás goles han sido con mi pierna izquierda, por eso celebré ese gol como lo hice, son goles raros en mi carrera y creo que valía la pena celebrarlo así como lo celebré y frente a los aficionados.
¿Porqué celebraste con maromas tus dos goles, fue algo natural o es un sello en ti?
Esa celebración es natural, lo hice porque tengo la capacidad de celebrar goles de esa forma, porque antes de ser futbolista yo crecí y trabajé en una familia circense. Yo nací dentro de un circo en mi natal Aldeia Altas, en el estado de Maranhao; a partir de los seis años, yo era malabarista en el circo; celebrar así como lo hice ante el Firpo, no fue difícil. Espero que de aquí en adelante pueda celebrar más goles. Tengo un repertorio grande en mi mente para celebrarlos. Recuerdo que desde 2007 hasta la fecha, he sido goleador en los tres equipos donde he militado y espero que esa racha la mantenga en el Alianza.
¿Asusta una victoria como la que lograron ante el Firpo por lo abultado en el marcador?
No sería sincero si digo que no asusta, claro que asusta, un 5-0 ante un equipo fuerte e histórico como el Firpo no se presenta todos los días. Te digo que en plantel nadie esperaba que fuera tan fácil. Ayer (domingo), todos en Alianza jugamos bonito y el resultado fue reflejo del trabajo del grupo, pero nunca pensamos un marcador así. Yo esperaba un juego cerrado, un 1-0 o un 2-1, lo más un 3-1, pero nunca 5-0.
¿Recordás la manera en cómo definiste tu gol de cabeza?
Yo nunca esperaba un centro tan perfecto como el que recibí desde la izquierda por (Carlos) Arévalo. Yo esperaba que otro compañero rematara, pero me encontré con una prolongación de (Abraham) Amaya y me levanté para anotar el 3-0. Gracias a Dios logré llegar ante del cierre de uno de sus defensores y definí pegado al palo derecho.
¿A quién le dedicaste tus dos goles ante el Firpo?
A mi padre, Lauro Gomes Oliveira (Willer guarda silencio y sus ojos brillan por las lágrimas que quieren salir y que contiene con dificultad); a él, le dediqué mis dos goles ante el Firpo, ya que mi papá murió hace siete meses y yo deseaba dedicárselos en El Salvador, pero no llegaban. Era una promesa guardada que gracias a Dios cumplí ayer (domingo). Antes de los partidos, cerraba mis ojos y le prometía un gol a su memoria. Aún tengo viva a mi mamá y trato de hacerla feliz, al igual que a mi esposa y mi hijo; son todo en mi vida.
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