"EXPERTOS" MINIMIZAN LAS CORONAS ALBAS

Con un enredo de palabras y explicaciones histórico-legales, los seudo periodistas anti albos tratan de opacar el brillo de nuestras coronas. NUEVE VECES CAMPEON DE EL SALVADOR ¿Qué cuesta entender eso sesos hueco?

El Apertura 1998, ganado por Alianza, fue un torneo de copa, no de liga. De ahí la discordia en el conteo albo.

Escrito por Denni Portillo

Para algunos tiene ocho, para otros tiene nueve. La cantidad de títulos de campeón nacional ganados por Alianza, que podría sumar uno más el próximo domingo cuando enfrente a Isidro Metapán, es tan ambigua como la razón que explica porque, en verdad, son ocho y no nueve las coronas del club capitalino.

Todo gracias al “torneo de la discordia”. Así podría nombrarse al campeonato Apertura 1998, el primero que se jugó en El Salvador desde que los clubes de primera división decidieron adoptar el formato de torneos cortos, y que fue ganado por el club albo al Firpo el 27 de diciembre de 1998.

El problema de esa corona –que debiera haber sido la séptima para Alianza– radica en que cuando los Clubes de Liga Mayor (CLIMA) decidieron modificar el formato del torneo nacional –que antes se disputaba a cuatro vueltas, semifinales y final– decidieron que el campeonato de Apertura sería “torneo de copa” y el Clausura sería “torneo de liga”.

Las diferencias entre una y otra denominación adquieren relevancia a la hora de la representación que hacían de El Salvador los campeones en torneos internacionales. Así, el campeón de copa disputaba el hoy desaparecido torneo de ganadores de copa; mientras el campeón de liga iba al torneo de Campeones de la CONCACAF.

Además, y he ahí otro dato que abona a la discordia, hasta dos años antes del cambio de sistema el campeón de copa salía del conteo global de los resultados de la tercera y cuarta vuelta, pero no eran considerados como títulos nacionales.

La misma base de competencia que se presentó días antes del inicio del torneo Apertura 1998 ratifica esa disposición. Según la diera a conocer el entonces presidente de CLIMA, Mauricio Vargas, el reglamento estipulaba que: “El campeón y subcampeón de copa representarán al país en el campeonato de copa. El campeón y subcampeón de liga será el representante del país en torneos de la CONCACAF”.

Así se escribió y así se hizo. De hecho, así también se manejó. Durante todo el desarrollo del campeonato, como bien lo atestiguan los periódicos de la época, los medios de comunicación se refirieron al torneo como “Campeonato de Copa”.

Inclusive, una vez llegada la fase de semifinal, los entrenadores de Alianza y FAS, el uruguayo Rubén Alonso y Óscar Benítez, respectivamente, coincidieron en no darle mayor importancia al hecho de que su título no sería de liga. Igual había una copa en juego.

Doce años después, esa es la misma postura de Fredy Vega, quien fungía como gerente de CLIMA cuando El Salvador adoptó los torneos cortos. “El ganador del primer torneo (Apertura) era campeón de copa, y el ganador del Clausura era campeón nacional”, explica.

Así, por muy triste que suene, la base de competencia le birló ese título al Alianza. Sobre todo porque, según Vega, ese fue el único torneo corto que se consideró de copa. “Todos los demás torneos fueron campeones nacionales, porque el torneo de copa (de CONCACAF) solo uno o dos años se hizo.”

Sin embargo, pese a lo claro de la base de competencia, Vega no le quita la corona a los albos, aunque su explicación es igual de ambigua que el conteo de títulos blancos: “Realmente ese ganador era campeón, no tenía menos importancia pero el ganador de ese torneo era campeón de copa”.

Lo que vino después de toda la temporada 1998-1999 acaba por confirmar lo dicho. Firpo y FAS, que fueron los finalistas del campeonato Clausura 1999 representaron a El Salvador en el torneo de campeones de la CONCACAF.

Por su parte, ese mismo 1999 el torneo de campeones de copa pasó a mejor vida y Alianza se quedó sin competición internacional, ya que su título no fue reconocido para el torneo regional CONCACAF.

Para algunos seguirá teniendo ocho. Otros le darán nueve. Al menos, en lo que todos coincidirán es que Alianza es un grande que el próximo domingo podrá sumar una corona más.

¿La novena? ¿La décima?

LPG