A las puertas del clásico número 192 contra Alianza, los emplumados del Águila plantean el juego de esta noche como el momento ideal para cambiar las coordenadas de vuelo en el Clausura 2011 y volver a surcar los aires de la regularidad.
Después de un insípido empate ante el Vista Hermosa en la quinta fecha, en el seno del equipo negronaranja se antoja una victoria que los acerque a puestos de semifinales y de paso dar un golpe de autoridad ante un rival que en el campeonato anterior les ganó la serie particular.
Tras cinco jornadas, el equipo oriental ocupa la séptima casilla y su desempeño es cuestionado tras registrar una sola victoria, tres empates y una derrota.
Por su parte, el cuadro paquidermo pisará el césped del estadio Juan Francisco Barraza con la mirada puesta en el liderato, como uno de los dos equipos que aún no conocen la derrota en el Clausura 2011 y con la ilusión de repetir la proeza del torneo anterior, en el que dominaron a su rival.
El jueves pasado, la tranquilidad del cuadro oriental se vio trastocada por la decisión de la Alcaldía de San Miguel de darle mantenimiento a la grama del Barraza, acción que abonó a la inconformidad del plantel y obligó al técnico Hugo Coria a trasladar sus entrenamientos a la cancha de Quelepa, donde realizó sus dos últimas prácticas.
A pesar de esos inconvenientes, el anhelo de ganar el clásico se mantiene intacto y Águila espera con el plumaje crispado.
“No es un partido normal, es un clásico. Estamos preparados física y psicológicamente. Queremos regalarle una victoria a la afición”, dijo Darwin Bonilla, jugador del cuadro oriental.
Sin embargo, doblegar al Alianza no pinta como tarea fácil porque en el último año el dominio estuvo repartido.
Por ejemplo, en el Clausura 2010 los emplumados ganaron la serie con un 2-0 en el estadio Cuscatlán y repitieron la dosis cuando los aliancistas visitaron San Miguel en juego correspondiente a jornada 13 de la segunda vuelta.
Un torneo después, los albos le dieron vuelta a la foja con un sólido 2-0 en el propio nido migueleño y un escandaloso 4-0 en “el Coloso de Montserrat”.
En calidad de visitante, los albos no pierden desde el 24 de octubre pasado, cuando cayeron en Santa Ana por 3-0 ante FAS. Desde entonces acumula cuatro victorias y dos empates, resultados que lo colocan como un rival incómodo.
Pero en un clásico y en el Barraza a veces las estadísticas salen sobrando. Conscientes de eso, en ambas escuadras predomina la prudencia.
“Estamos con las ganas de hacer las cosas bien. Águila en su casa es un rival difícil, es un gran equipo y por eso nos hemos mentalizado bien y esperamos sacar un buen resultado”, expresó Julio Martínez, volante albo.
El regreso del zaguero Carlos Arévalo y del mismo Martínez es la buena nueva en el plantel albo, mientras que Rudis Corrales sería el gran ausente en este juego.
Una lesión en la rodilla marginará a Rudis, quien fue uno de los jugadores emblemáticos del Águila hasta el Apertura 2010 y que en el presente certamen defiende los colores del equipo capitalino.
Los pupilos de Milos Miljanic vienen de un gris empate sin goles en casa contra el Balboa, resultado que remarca ciertas dudas en el poderío ofensivo de Alianza. Empero, el más presionado será el Águila.
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