ALIANZA 1966
Cuando se intenta trazar la historia de los mejores equipos que ha tenido El Salvador, surge la luz del Alianza de 1966. Una luz cuyo recuerdo se agiganta a medida que pasan los años.
Este Alianza ha sido indudablemente la más grande fuerza futbolística que ha producido Cuscatlán. El prototipo insuperable hasta ahora por otro conjunto futbolístico. Y aunque puede haber otros argumentos sobre su hegemonía en el fútbol nuestro, sus triunfos inobjetables sobre rivales ilustres, son la afirmación más categórica para nombrarlo EL MEJOR.
Alianza se transformó en un fenómeno flolkórico y hasta los aficionados de otros equipos tuvieron que rendirse ante tanta calidad. Su juego era una combinación de la técnica con la garra, era el genio individual aplicado en concepto de equipo.
El público capitalino gozaba cada domingo de sus triunfos, de la manera sutil cómo sus jugadores tocaban la pelota, y su fama cruzó las fronteras bajo la magia directriz del chileno Hernán Carrasco Vivanco quien algunas veces era más sicólogo que entrenador, a tal grado que en el fútbol cuscatleco bien se podría hablar de una era antes de Carrasco, y otra después de Carrasco. El equipo albo consiguió algunos triunfos sobre grandes equipos en 1965. Pero el "boom" aliancista se inició en 1966. Fue el 16 de enero cuando el Santos de Pelé se presentó en el Flor Blanca y Alianza le hizo los honores y algo más: lo venció 2x1.
La escalada del Alianza continuó y el 29 de mayo derrotó al Comunicaciones de Guatemala por 1 a 0 con gol de "Cascarita"Tapia.
El 5 de agosto el Herediano era vencido por los albos 2x1.
Luego vinieron otros grandes encuentros: contra el Emelec del Ecuador, el Peñarol de Montevideo. Dos empates con sabor a triunfo; Aurora de Guatemala al que elimonó de la contienda del Norceca en 3 memorables encuentros, y el América de México que cayó 2x0 en una noche esplendorosa de Ricardo Sepúlveda.
Los albos corroboraron su ciclo coronándose campeones nacionales por segunda vez consecutiva, así como campeones de copa y campeones Nortecentroamericanos y del Caribe.
Indudablemnet aquel equipo de 1966 fue un milagro del fúbtol salvadoreño. Entró por la ancha puerta del triunfo en el corazón de los aficionados. Triunfos que consiguió a base de un ritmo ofensivo, capaz de emocionar al más escéptico. (Prof. Manuel Cañadas)
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