LOS REMIENDOS DE CENTRONE

El técnico argentino Pablo Centrone, además de dirigir a un plantel limitado en Alianza, tiene que lidiar jornada a jornada con las lesiones y las expulsiones. Ronald Jovel accion@laprensa.com.sv

Se cierra un hueco y se abre otro. Ese es el día en Alianza, ese es el panorama al que el técnico Pablo Centrone se enfrenta semana a semana. Además de luchar con un plantel reducido debido al castigo impuesto por la FIFA, cada jornada deja una nueva huella, y se han venido sumando jugadores lesionados y castigados. Con todo y esos obstáculos, el estratega argentino ha sabido mantener a flote una embarcación llena de tripulantes que en torneos anteriores no se habían consolidado en el equipo titular, o que ni siquiera veían minutos en los juegos. “Es difícil, pero sabía de antemano que esto era probable que pasara.” Centrone, el entrenador que en 2001 le dio el ascenso al Veracruz mexicano a la primera división, asumió el reto sabedor de la situación que enfrentaba el equipo, y desde el primer día encontró escollos, que cada vez son más. Ya en la primera jornada ante Firpo tuvo que arrancar sin Issac Zelaya, Julio Castro y Carlos Aparicio, suspendidos. Sacó adelante ese juego y lo ganó, por eso en el siguiente choque repitió formación, pero cayó ante el Once, y comenzaron las bajas. El lateral David Rivas vio tarjeta roja, y el atacante José Martínez sufrió lesión de los meniscos de la rodilla izquierda. Además, se vino la operación de hombro para el defensa Carlos Carrillo. Ya eran tres bajas, más Carlos Aparicio. A tapar huecos y preparar una nueva estrategia frente a FAS. Cambió el sistema de juego, dejó la línea de cuatro y la cambió por una de tres en la que ya figuró Julio Castro, donde Isaac Zelaya apareció como carrilero derecho (una posición que no es la suya) y se unió Mauricio Vaquerano al ataque por Chepe. Ese juego fue un empate agridulce, y sumó otro caído en batalla: el contención Óscar Navarro se fue expulsado, y se acentuó el esguince de tobillo de Mauricio Vaquerano. Para el último partido ante Nejapa, otro empate; en el equipo titular salió el juvenil Gustavo López, pero menguó de nuevo el plantel con las tarjetas rojas del central Jonathan Barrios y Ladislao Nerio. Hoy ante Chalate, Alianza llega sin Chepe Martínez, sin Barrios, sin Nerio, sin Vaquerano, sin Carrillo y con un Carlos Aparicio que no está todavía en condiciones para jugar a un alto grado de exigencia, dice el auxiliar técnico Andrés Sarulyte. Es predisposición Para tapar los huecos que se generan jornada a jornada, Centrone ha tenido incluso que colocar a jugadores en posiciones que no son las suyas, además ha sido vital la disposición del plantel, dice. “Es la disposición y las ganas que tienen los jugadores. Hay una buena cara; siempre encontramos a un jugador que cubra el puesto de otro aunque no sea el suyo.” El técnico asegura que esta es la cruzada más difícil en su carrera: “Pero lo voy a vencer”. Empero, los cinco puntos que ahora suma tras cuatro fechas no lo tienen satisfecho. “Los cinco puntos están por debajo de mis expectativas, podríamos tener tres puntos más tranquilamente.” A la batalla de esta noche, Alianza llega mermado en ofensiva.