A 224 MINUTOS DE IKER

Dagoberto Portillo vive un buen inicio de torneo bajo la meta del Alianza. A los 180 minutos que se han jugado del Clausura 2008, el único al que todavía no le anotan en ese tiempo, se unen los 171 minutos del torneo anterior. La suma total es de 351 minutos sin recibir gol, racha que —según los recuerdos del guardameta— es la mejor de su carrera deportiva.

Esta cifra lo pone a 224 minutos –dos partidos y medio– de igualar la marca que impuso en esta temporada el portero del Real Madrid, Iker Casillas, quien es considerado el mejor guardavallas del mundo en este momento y un referente a cualquier nivel.

Dago le huye a la comparación con el meta español y prefiere concentrarse en su trabajo para poder prolongar su marca hasta donde sea posible, dadas las sensaciones que ha vivido en estas últimas tres jornadas que ha disputado.

“Se siente bonito cuando acaba un juego sin tener que ir al fondo de la red a recoger la pelota. Aunque también se siente bien, cuando has tenido que ir, pero tu equipo ha ganado”, dice.

Pero el alargar la racha, esa que expondrá mañana ante Once Municipal en el estadio Cuscatlán, es solo un paso para alcanzar el principal objetivo personal que se ha planteado para el presente torneo.

“Quiero volver a ser el portero menos vencido, así como pasó en 2005”, dice claramente el guardameta blanco.

Un dato que sobresale de esa meta planteada es que ni siquiera en ese torneo Apertura, cuando defendía la portería de Isidro Metapán y fue galardonado, logró mantener invicta su valla por tanto tiempo, lo máximo que alcanzó fue dos partidos.

En el juego ante los ahuachapanecos, Portillo lo ve como fundamental en su lucha por alcanzar la meta trazada. “Yo se lo dije a José Martínez en un entrenamiento, que salir sin gol en los primeros tres partidos iba a ser importante para cumplir mi objetivo. Y espero que lo pueda conseguir”, se sincera el guardameta.

Mucho del mérito para alcanzar esta cantidad de minutos, señala, debe darlo al buen desempeño que ha tenido su línea defensiva, puesto que esta la que facilita su trabajo en los partidos, aunque sí reconoce que el paso de los años en el fútbol profesional ha hecho su parte también.

“Los años no corren por gusto. Uno con el tiempo logra dimensionar mejor, posicionarse mejor y sabe escoger las palabras que debe utilizar para que la defensa te entienda. Todo eso hace que el trabajo en la cancha se vea más fácil”, agrega el portero que busca en esta temporada que recién inicia cumplir su sueño de poder campeonizar por primera vez en el fútbol nacional, algo que no alcanzó ni con Firpo, ni con Metapán.