UNOS TIENEN MÁS AÑOS, OTROS MÁS COPAS, NINGUNO TIENE MÁS GLORIA ☼ PRIMER CAMPEÓN NORCECA DE EL SALVADOR ☼ ÚNICO CAMPEÓN GRANDES DE CENTROAMÉRICA ☼ ÚNICO CAMPEÓN INVICTO EN NORTE CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE ☼ DOCE VECES CAMPEÓN NACIONAL ☼ ALIANZA VIVIRÁS HASTA QUE SE APAGUE EL SOL

sábado, 24 de enero de 2009

ASI SE HACE SELECTA: ¡VIVA EL SALVADOR!

COPA UNCAF
EL SALVADOR 4, BELICE 1


El Grafico
25 Jan 2009

El Grafico
25 Jan 2009





http://www.elsalvador.com/mwedh/protec/imagenart.asp?idArt=3270117&idImag=8052916
Juan José Gómez se tomó el partido como una buena experiencia. FOTO / edh

Sábado 24 de Enero, 2009
TEGUCIGALPA, HONDURAS. El Salvador goleó 4-1 a Belice y demostró que lo sucedido ante Nicaragua en el 1-1 anterior está olvidado. Ahora la mente está en el decisivo juego del lunes, ante la potente Honduras.

La experiencia sirve para eso, para enrumbar el camino cuando uno lo ha perdido; para cambiar una cara que se ensució con el empate 1-1 ante Nicaragua y con algunos experimentos planificados por el entrenador Carlos de los Cobos. El Salvador, con la ayuda de Eliseo Quintanilla y de Alfredo Pacheco, volvió al camino del triunfo, uno convincente por 4-1 sobre Belice.

Rudis consiguió el penalti, pero la frialdad de Pacheco en el cobro ayudó para dar la ventaja; luego, entre Cheyo y Alfredo, se fabricaron el segundo penalti, también convertido por el zurdo del FAS, y tanto el juego como la posible clasificación a la Copa de Oro quedaron de nuevo en el camino.

En el segundo tiempo, cuando Belice se acercó en el marcador, De los Cobos respondió cambiando el esquema del equipo, y el experimento le trajo dos goles más y relativa solidez con dos contenciones. Probar así, cuando se gana, es distinto a hacerlo en situaciones como las del jueves, cuando el equipo se quedó temprano con 10 jugadores.

Pero Carlos de los Cobos, para conseguir este giro en la selección en espacio de dos días, tuvo que dejarse de pruebas al menos en el arranque, mientras El Salvador se paraba en la cancha y hacía que su imagen volviera a ser la misma con la que llegó a la Copa UNCAF.

El mexicano lanzó a su equipo más conocido, usó a los suyos, esos jugadores que ya conoce de sobra desde que se hizo cargo de la selección salvadoreña, allá por 2006. Como adelantó EL GRÁFICO en la previa de este partido, El Salvador recurrió de nuevo a la experiencia de Juan José Gómez en la portería, de Alfredo Pacheco por la banda izquierda y de Eliseo Quintanilla en el centro del campo.

No importó que Cheyo no hubiera entrenado toda la semana, exceptuando el viernes; no importó su tan sonado golpe en el ojo. Todo eso era pura comidilla de media semana. Lo que importaba era reivindicarse no sólo con la afición salvadoreña, sino también con el fútbol que ha venido practicando El Salvador en los últimos partidos

La personalidad de Eliseo, sumada a la de Alfredo Pacheco crearon en El Salvador un efecto distinto: ya no parecía un equipo parsimonioso, la pausa era oportuna, para buscar al mejor receptor, y ese generalmente era más de uno.

Cheyo, que comenzó tirado a la creatividad del lado derecho, no tardó en cambiarse de zona hacia su perfil. Ahí era más fácil juntarse con Alfredo Pacheco, que tiene mucha más proyección por su carril que Salvador Coreas por la derecha. Por eso era que la pelota pasaba más tiempo por ese sector. Además, hay que agregar que Ramón Sánchez y Cristian Castillo son también izquierdos, por lo que la inercia del equipo tendía a jalar el barco hacia ese lado.

Los de Belice estaban preocupados. Sin hacer un pésimo partido, estaban cayendo ante un cuadro salvadoreño efectivo en su búsqueda de goles; por eso, Ryan Simpson llamó a todos sus compañeros, los reunió adelantito del área grande y, enérgico, les gritaba para hacerlos entrar en razón. De paso, regañó a Víctor Morales por haber cometido la falta a Pacheco.

La selección, esta vez jugando con un uniforme blanco, también tuvo sus ratos complicados, porque, hay que decirlo, Belice es un equipo que por momentos toca la pelota con autoridad. Ese volante creativo que tiene, de nombre Harrison Róchez, reboza de talento, uno que pone en la cancha cada vez que toca la pelota.

Sobre el cierre del primer tiempo, Róchez hizo trastabillar el paso de la mejor zona salvadoreña: la defensa. Primero se desmarcó de Ramón Sánchez y amagó con tirar ante la barrida de Marvin González, pero el hábil volante beliceño detuvo en sus pies el balón en un amago de categoría. Él, siendo derecho, vio la pelota servida para la zurda, con la que sacó un remate que se fue apenas abierto de la meta de Juan José Gómez. El cancerbero se tiró con aflicción, pero para su fortuna, el tiro ya había salido.

CANSANCIO
El entrenador Renán Couoh, seleccionador de Belice, decidió cambiar rápido a su equipo. Así que en el segundo tiempo se fue de una vez con dos cambios. Entró Christobal Gilharry y también Lisbey Castillo para darle salida al equipo. Belice ganó más toque en la media cancha, y eso los hacía tener la pelota con frecuencia.

La sensación de cansancio se percibía hasta en las gradas. El más notorio era Eliseo Quintanilla, quien de pronto se apagó, y con él, también el fuelle de la selección. La media cancha se cayó en cuanto a la creatividad, pero para fortuna salvadoreña, la defensa continuó su orden táctico. Es de subrayar que Alex Escobar y Luis Hernández tuvieron una gran labor ante jugadores más veloces.

Pero Harrison Róchez, quien desbordó con sencillez, entró al área y, frente a la salida de Juanjo Gómez, sacó centro retrasado para el jugador Jeromy James, que ingresó al medio tiempo. Belice, así como lo hizo ante Honduras, asustó con un gol que celebraron los hondureños que estaban presentes ya esperando el partido entre Honduras y Nicaragua. Era obvio que los aficionados catrachos ven ya a El Salvador con ansias para el juego del lunes.

PROBÓ EL 4-4-2
Ese tanto fue un punto de quiebre en esta historia. Primero porque levantó el ánimo de los beliceños. Y segundo porque El Salvador tuvo una reacción positiva: Carlos de los Cobos hizo debutar con la selección cuscatleca a Edwin Miranda, el volante de contención que acabó la temporada con el Puerto Rico Islanders. Con su llegada al campo, De los Cobos ordenó que Pacheco se retrasara a la línea de defensores para sumar al cuarto zaguero. Miranda, así, se sumó a la contención con Ramón Sánchez y la marca estuvo más presta a las arremetidas de Belice. También había ingresado Carlos Ayala para acompañar a Corrales, así que El Salvador comenzó a funcionar con nuevo esquema.

Al poco tiempo, Cheyo Quintanilla tuvo una de sus últimas intervenciones al cobrar un tiro de esquina que obligó a Woodrow West a salir de su área. La pelota superó sus guantes, y detrás de ellos llegaba la cabeza de Ramón Sánchez, quien decretó el 3-1 al 75’.

Osael Romero, ingresó en lugar de Cheyo y terminó de convencer a De los Cobos de por qué lo debe seguir usando. Osa desbordó por derecha y, como estaba con todo su aire, rebasó a los dos beliceños que lo seguían. Su centro fue al momento justo, porque Carlos Ayala entraba en posición de gol. Lo mejor llegó con la fina definición del Hombre Gol del Apertura 2008: globeó la pelota sobre la salida del castigado West, y marcó el 4-1 a tres minutos del final.

El Salvador lavó su cara, mostró más fútbol que en el inaugural y, aunque mostró algunas carencias físicas, pone un voto a su favor anímico antes del partido frente a los anfitriones hondureños. Ellos serán hostiles, ya dieron una probadita en los dos juegos pasados, en los que la afición catracha se ha puesto del lado de Nicaragua y de Belice.

La azul y blanco, con la goleada, tiene ya para dormir con tranquilidad este sábado, pero seguro, tendrán una H pintada en el orgullo. RAFAEL FLORES / ENVIADO DE EL GRÁFICO

90 minutos en el Tiburcio Carías Andino

Los cuatro tantos que la Azul le encajó ayer a Belice salvaron la jornada para un equipo salvadoreño que si bien mejoró en actitud no alcanzó la cúspide en desempeño táctico.

El Salvador se encaminaba nuevamente hacia el naufragio. El descuento de Belice al minuto 72 para llegar al 2-1 despertó el mal presagio, el del empate. Qué otra cosa se podía esperar si el antecedente más próximo evocaba la deshonra frente a Nicaragua, y el rendimiento de la Azul hasta ese momento había perdido consistencia.

El reloj vaticinaba 18 minutos de suplicio. El tanque de oxígeno parecía rozar la reserva, y la facilidad con la que el equipo beliceño había acortado la distancia en el marcador predecía que la historia del 1-1 ante Nicaragua estaba a punto de repetirse, esta vez en un 2-2.

Pero no. El rival terminó por suicidarse con la mala salida del portero Woodrow West, que significó el gol de Ramón Sánchez, y así el alma le volvió al cuerpo a la Azul, que remataría el juego con la anotación de Carlos Ayala.

Y lo que pudo ser otro mazazo para la Azul, terminó en una victoria “cómoda”, porque los goles maquillaron la tarde.

Sí, el 4-1 parece convincente, pero detrás de ese holgado triunfo se escondió una nueva jornada en la que el equipo dirigido por De los Cobos no terminó de encontrar su mejor funcionamiento táctico, aunque la aparición de Eliseo y Pacheco en el titular ofreció una propuesta ofensiva más clara que ante Nicaragua. Y es que no es un secreto que la simple presencia de Cheyo en el medio salvadoreño garantiza orden en la salida, y con Pacheco también se puede esperar verticalidad por el carril izquierdo.

Aunque el vacío por el carril derecho siguió ahí, porque con la ausencia de Shawn Martin, Salvador Coreas tuvo que cargar con esa misión, y eso de marcar y desbordar no es su costumbre.

Así, la jerarquía de una selección clasificada a la hexagonal de CONCACAF no se dejó ver, y no por falta de voluntad –esta vez sí se vio la actitud de los jugadores–, sino que como conjunto, la Azul no comulgó.

Además, ese gol amenazante de Belice despertó la pregunta: ¿Doble pivote ofensivo, o doble defensivo? Porque el rival se adueñó del medio campo cuando Eliseo y Castillo dejaron de marcar, y la tarea quedó recargada en Sánchez, el único contención en el 3-5-2 de ayer.

De los Cobos respondió con la inclusión de Edwin Miranda, que ayer tuvo su debut con la Azul, quien entró por Coreas y llegó a apoyar a Sánchez, y el dibujo táctico cambió a un 4-4-2.


No hay comentarios: