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domingo, 28 de marzo de 2010

CHURRIEROS SE PARARON EN 30

El elefante olvidó cómo meter goles
» Alianza, que venía de arrasar 7-1 al Metapán, no le hizo nada a los porteños


¿Qué pasó con el Alianza goleador que sufrió Metapán? Toda la afición alba se lo preguntó anoche, después que los elefantes se fueran en blanco frente a un Balboa aguerrido que se aleja un poquito más del descenso directo.

Urgidos por la victoria salieron los dos, albos y atuneros. Fue un partido medido, jugado milimétricamente, para no dejar escapar puntos que podrían hacer falta al final del torneo.

En general, el primer tiempo lo controló en el medio campo el Alianza. Generó jugadas y aperturas por los costados, con René Alvarado y Abraham Amaya, quienes trataron de conectar con Erazo y Oliveira; pero esto fue muy difícil por la disposición táctica que mandó el DT Mijangos.

Los orientales se aferraron a no descuidar espacios, posicionándose con un 4-4-2 que cooperó acertadamente en defensa, con lo que atenazó a los blancos.

Al minuto 14, Salinas, ex meta blanco, sacó, pegado al poste derecho, un balón que trató de despejar su compañero Ottoniel Carranza. Fue el primer susto.

"El Paleta" Erazo intentó inquietar a los contenciones visitantes, pero no pudo pasar ante la marca de Reyes.

Balboa no jugó directamente a defenderse, pero sí hizo bien esa función y estuvo cerca de aprovechar contragolpes, mas la suerte le falló y así cerró la primera etapa con un 0-0, aunque con amonestados en ambas defensas.

ERRORAZO

Los primeros 30 segundos de la etapa de complemento pudieron haber cambiado la historia para Alianza, ya que Abraham Amaya se comió un centro pasado desde la derecha, solo ante el marco. Eso fue el detonante para que Alianza comenzara a sufrir de nuevo, al no poder marcarle a un rival.

Los capitalinos trataban por todas las vías de perforar la muralla firme de Balboa, pero no fue hasta que René Ramos perdió la cabeza y se fue expulsado que se les abrió el panorama. Aun así, no encontraron cómo definir.

Balboa se jugó todo, defendiendo con hasta seis jugadores lo que le tiraba Alianza, que metió su arsenal y no pudo concretar. Hubo dos rojas más (una por bando) y presión, pero Dennis Salinas estuvo en su noche. Les tapó de todo y ahogó el grito a los hinchas albos, que aun ahora estarán preguntándose cómo el elefante del 7-1 no pudo hacerle un golito a uno de los coleros.

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