Según datos oficiales proporcionados por el conjunto albo, la recaudación del encuentro fue de 94 mil 750 dólares, producto de 18 mil 840 aficionados con boleto pagado.
Restando los gastos de espectáculo, equivalentes a 2 mil 295 dólares, la recaudación neta de la escuadra capitalina fue de 92 mil 462 dólares.
Previo a este cotejo, los albos habían recibido un total de 257 mil 571 dólares en sus juegos como local, recibiendo a 66 mil 116 aficionados con boleto pagado, quedándose con 243 mil 31 dólares en ganancias.
No hay explicación por el fallo...!
“El Alianza hizo un buen partido, tuvo la pelota a través de jugadores destacados, manejó las acciones desde el inicio hasta el final del partido, y sorpresivamente lo perdemos. Habrá que buscar explicaciones, porque en este momento no las tengo”, destacó el volante zurdo.
Asimismo, lamentó que el Firpo consiguiera dos goles a pelota parada. “Cuesta asimilar una derrota así cuando el fútbol lo pusimos nosotros, mientras el rival se amontona atrás y te da toda la iniciativa para llegar sobre su arco”, analizó Castillo.
Para Mauricio Quintanilla, al equipo albo sólo le faltó el gol, porque por lo demás el partido lo manejó casi a placer. “Lo que nos queda claro es que no nos alcanzó tener la pelota, porque tener la pelota sin llegar al gol no fue de beneficio para nosotros”, dijo Quintanilla.
No obstante sacó pecho para decir que lo hecho por el cuadro albo en tarea de circulación le da esperanzas para recomponer la situación en el partido de vuelta. “No todo está definido con esta derrota, porque recordemos que tenemos la revancha en el partido de vuelta, y ahí vamos a jugar al todo o nada”, agregó el lateral derecho.
Herbert Sosa, por su parte, dijo: “Entiendo que lo del lugar se va a definir en la semana, pero debemos salir a buscar el partido desde el inicio; y creo que tenemos fútbol para hacerlo”, afirmó el volante albo. Sosa destacó que es difícil jugar ante un equipo que se repliega en su propio sector.
Los Pecados del Alianza
Editorial de Rodrigo Arias, de El Gráfico
En su partido más importante de los últimos años, el Alianza fue traicionado por sus propias apuestas y complicó su pase a la final.
No voy a decir que el Alianza fue un desastre. Sería ventajero. Ni cuando ganaba por goleadas era invencible ni ayer que perdió fue una desgracia. Apedrear al Alianza con críticas no es una intención. Es, sin embargo, oportuno señalar errores que no nacieron ayer, sino que se venían repitiendo fecha tras fecha. Equivocaciones maquilladas por buenos resultados.
Esta semifinal pudo haber terminado en el primer tiempo, por una apuesta táctica de Miljanic. El Firpo tomó la ventaja inicial, porque el jugador designado para defender la banda izquierda blanca no tiene vocación defensiva.
Christian Castillo cometió una falta infantil al borde del área alba, y Cheyo Quintanilla la capitalizó. La presencia de Castillo es uno de los riesgos más importantes de Miljanic. Es un talento evidente, de innegable carisma, es capaz tanto de anotar goles decisivos como de perder casi todas la pelotas que le llegan. En campaña regular, no fue el eje creativo del Alianza, pero ayer Miljanic lo eligió para jugar en semis. Y sacó al juvenil Carlos Arévalo, quien siempre jugó de regular para arriba.
El Alianza de Miljanic fue uno de los cuadros más versátiles del circuito regular, y rara vez repitió a su 11 titular. El técnico tenía de dónde elegir. Ayer, para su desgracia, mandó a un equipo que no era el ideal.
No sólo la presencia de Castillo afectó. También le restó efectividad la inexperiencia de Herbert Sosa, la poca participación de Fito Zelaya en el traslado y, claro, el mérito del Luis Ángel Firpo para luchar por los tres puntos en un partido clave.
Ahora, tras esta caída ante el Firpo, el Alianza puede aprender qué es lo que no debe hacer.
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