Quienes vieron el pelotón de jugadores de Alianza corriendo sobre el engramillado del estadio Cuscatlán, muchos seguramente imaginaron que Alianza está completo para la final. Sin embargo, hubo un jugador que no pudo unirse al trabajo colectivo y abandonó el lugar para visitar al doctor: el delantero Rudis Corrales.
El jugador tiene una contractura en la pierna derecha, malestar que arrastra del último juego de semifinales contra Firpo.
Corrales estará en terapia esta semana y su incorporación al colectivo estará condicionado al aval médico. Pero el jugador confesó no ser negativo.
"Estoy en terapia por una contractura. Llegué al estadio pero después me fui para pasar chequeo con el doctor Tito Guerrero. El miércoles estaré a doble terapia. No pierdo el optimismo de que estaré para la final, mi sexta en mi carrera y ansío ganar otra vez, ya que mi único título sólo lo logré con Águila (Clausura 2006 y contra FAS)".
Por otra parte, Alianza lleva su concentración en la final, a fuego lento. Ayer todavía, el técnico Toto Gamarra hizo énfasis en un trabajo regenerativo. Hubo tiempo para todo, hasta para las bromas. El volante Odir Flores se puso guantes de portero. Nadie quiere hablar de presión.
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