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jueves, 5 de mayo de 2011

LOS CIEN DE GAMARRA


SAN SALVADOR. El gaucho llegó al centenar de partidos dirigidos en El Salvador en el juego contra el Firpo y busca con el Alianza su segundo título.

El primer partido semifinal del Clausura 2011 entre el Alianza y el Firpo en el Cuscatlán significó para el estratega albo, Roberto Gamarra, dirigir el juego 100 como técnico, una faceta en su vida deportiva que suman ya cuatro décadas y que por casi 23 años lo ha vivido en los banquillos de muchos equipos de Sudamérica, México y El Salvador.


“Para mí, alcanzar los 100 partidos como técnico es sólo un dato histórico más en mis 40 años de estar inmerso en el fútbol”, destacó Gamarra a EL GRÁFICO vía teléfono.


“Para mí, es poco relevante ese hecho porque ahora estamos precisamente a la mitad de un camino, de un sueño para todo aliancista que busca coronar otro título”, destacó el gaucho. “De nada servirá que yo haya dirigido 100 partidos en este país si al final me quedo con las manos vacías, si no gano nada en esta temporada”, señaló Gamarra de manera franca.

Para el carismático estratega gaucho, dirigir 100 partidos durante cinco años en el país no lo es todo, un pensamiento que disfruta y entiende.

“Ese dato no lo he tomado con tanta atención, en cinco años y medio he tratado de dejar mi huella”, recalcó Gamarra sin mayores aspavientos.
“Esa es mi preocupación, ser alguien que la afición recuerde bien y eso se logra sólo si sos exitoso y el éxito para un técnico se traduce en títulos, sólo eso, no hay nada más”, acotó el estratega sureño con franqueza.

El técnico argentino sabe que su talón de aquiles es el temperamento fuerte que siempre ha mostrado, primero cuando era jugador y luego en su nueva faceta como entrenador.

A pesar de ello, Gamarra no reniega de su estilo de vivir el fútbol; al contrario, lo disfruta de tal manera que ha confesado que nadie vive el fútbol como él lo disfruta en 90 minutos.
“Vivo el fútbol a mil por hora, así soy yo, nadie puede cambiar eso, el fútbol me conoció así como jugador, no entiendo por qué como técnico debo cambiar mi sello personal”, se cuestionó el míster albo.

CONTRA LA CORRIENTE

Gamarra llegó al país en el 2005 y le tocó relevar del banquillo del 11 Lobos al nacional Rubén Guevara a fin de salvar a los yuqueros del descenso, algo que estuvo a punto de lograr tras sumar dos triunfos y dos empates en los cinco juegos dirigidos.

Una decisión drástica de la Asociación de Entrenadores de El Salvador privó al técnico argentino terminar su faena con los chalchuapanecos por no presentar el título original que lo acredita como técnico clase A.


“El Toto” dejó de dirigir al Once Lobos las últimas cuatro fechas del Clausura y le cedió su puesto a su auxiliar, Genaro Sermeño, un hecho que marcó al técnico sudamericano.


“Venía de dirigir equipos de primera división de Sudamérica, considero que la decisión de AEFES fue bastante antojadiza, me suspendieron cinco meses por ese hecho ridículo en mi carrera”, indicó. “Aún me incomoda recordar eso, pero lo tomo como algo anecdótico en mi carrera”, externó con malestar el “Toto”.

Retornó a la liga mayor con el Balboa en el Apertura 2008 al sustituir al uruguayo Gustavo de Simone y logró salvarlo del descenso tras 12 partidos en los que perdió sólo dos juegos.
Esto hizo que llegara al FAS por tres torneos cortos donde disputó dos semifinales y ganó la corona en el Apertura 2009.

“Aquel fue un gran torneo, merecimos ese título porque siempre nos preocupamos por motivar mucho al jugador del FAS”, recordó Gamarra. El gaucho admite que es un mal perdedor, pero le gusta inculcarle a sus pupilos ese sentimiento de rechazo al fracaso y búsqueda del triunfo. “Soy mal perdedor, lo admito, no me gusta perder en nada, recalco a mis jugadores que deben de ganar siempre en su vida”, acotó.

Finalmente, Gamarra dijo que si volvía a nacer no dudaría en elegir de nuevo su profesión: futbolista y entrenador. “Si hubiera nacido de nuevo, sería otra vez futbolista, ese es mi destino y no veo motivo por el cual no repetir eso en mi vida”, acotó.

Samuel Martell

El Gráfico

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