El mediocampista de Metapán dice que quiere olvidar su etapa en Alianza: “Mi carrera iba abajo”.
Escrito por Raúl RecinosJueves, 26 enero 2012 00:00
¿Cómo vive Julio Martínez esta nueva etapa en Isidro Metapán?
Contento. Creo que ha sido una nueva oportunidad para mí y poco a poco hay que ir agarrando el nivel que el profesor quiere y siempre confiando en Dios para hacer bien las cosas.
Ya está empezando a tener minutos de juego...
Sí, eso siempre ha sido importante para mí. El profesor siempre me ha dado la oportunidad y la confianza y hay que ir mejorando poco a poco.
Julio, ¿cuáles fueron las causas reales de su salida de Alianza?
Son cosas por las que no he tenido espina. Lastimosamente, en Alianza no me fue nada bien. Es una de las temporadas que mejor prefiero olvidar y dejarlas atrás. En Alianza no se me dio la oportunidad que quería para agarrar el nivel que yo quería. Igual, son problemitas que a veces pasan con la directiva y en Alianza es muy complicado. Creo que ir a un equipo como ese, mi carrera se fue hundiendo poco a poco.
Entonces, fue un mal episodio estar en Alianza...
Sí, me enojaron muchas cosas. Ahí la directiva, más que todo el presidente, sabemos la clase de persona que es. Él nunca me quiso dar la cara cuando yo le presenté mi renuncia. Él parece que dijo que se había acercado a mí, que habíamos hablado, (pero) nunca dio la cara. Pero para mí es borrón y cuenta nueva, ahora estoy en un nuevo plantel donde todos me conocen, el cuerpo técnico me conoce. Quiero ir levantando el nivel.
¿Cuáles fueron las diferencia que tuvo con Lisandro Pohl?
Diferencias no te puedo decir que hubo, pero cuando vas a un equipo y no te sentís bien tenés que decirlo y arreglar con la persona que es, no con intermediarios, creo que ese fue el efecto que hubo allí. Él (Pohl) nunca me dio la cara, él siempre mandaba al gerente.
¿Con el gerente que tenía Alianza (Edwin Abarca) tuvo problemas?
No, con él no te voy a decir que me llevé bien, pero tampoco me llevé mal. Siempre manteníamos distancia y todo tranquilo con él.
¿Cómo llevó su trabajo con el cuerpo técnico?
Tranquilo. Del cuerpo técnico no tengo quejas. El profesor intentó, pero creo que las órdenes vienen de arriba y por ahí vienen los problemitas.
¿Considera que usted no jugaba por órdenes de Lisandro Pohl?
Exacto. Lastimosamente, así se manejan las cosas en Alianza. Creo que siempre ha sido así. Me siento mal por eso y molesto porque esa es la espinita que había tenido guardada. Al principio se portó bien conmigo, pero al final no se dieron las cosas como quería.
No es el primero que dice que hay interferencia de parte del presidente a la hora de armar el equipo...
Sí, mira que he hablado con muchos amigos, y creo que muchos han escuchado y visto eso. La vez pasada creo que con el profe (Roberto) “Toto” Gamarra, creo que él siempre se sintió molesto porque el señor siempre quiso hacer el equipo que él quería, que más le convendría.
¿Qué fue lo peor que pensó al ver que no tenía minutos de juego?
Primeramente, mi carrera. Sabía que mi carrera se iba abajo y decidí hacerme a un lado. Ya no aguantaba más, ya no quería seguir en ese camino porque me estaban botando mi carrera y apenas tengo 26 años, y a esta edad todavía se puede seguir dando lucha en cualquier equipo.
¿Pero cuál cree que era la razón por la que no quería el presidente de los albos que usted estuviera en la cancha?
El señor es muy manipulador, él siempre cuando te lleva al equipo te endulza el oído, que te va dar esto y lo otro; y al final, nada. Siempre te viene sacando como a patadas de ahí porque no te sentís cómodo, no entrás en su tónica. Alianza es un buen equipo. Para mí no es lo mejor que tuve y eso va quedando en el olvido.
Contento. Creo que ha sido una nueva oportunidad para mí y poco a poco hay que ir agarrando el nivel que el profesor quiere y siempre confiando en Dios para hacer bien las cosas.
Ya está empezando a tener minutos de juego...
Sí, eso siempre ha sido importante para mí. El profesor siempre me ha dado la oportunidad y la confianza y hay que ir mejorando poco a poco.
Julio, ¿cuáles fueron las causas reales de su salida de Alianza?
Son cosas por las que no he tenido espina. Lastimosamente, en Alianza no me fue nada bien. Es una de las temporadas que mejor prefiero olvidar y dejarlas atrás. En Alianza no se me dio la oportunidad que quería para agarrar el nivel que yo quería. Igual, son problemitas que a veces pasan con la directiva y en Alianza es muy complicado. Creo que ir a un equipo como ese, mi carrera se fue hundiendo poco a poco.
Entonces, fue un mal episodio estar en Alianza...
Sí, me enojaron muchas cosas. Ahí la directiva, más que todo el presidente, sabemos la clase de persona que es. Él nunca me quiso dar la cara cuando yo le presenté mi renuncia. Él parece que dijo que se había acercado a mí, que habíamos hablado, (pero) nunca dio la cara. Pero para mí es borrón y cuenta nueva, ahora estoy en un nuevo plantel donde todos me conocen, el cuerpo técnico me conoce. Quiero ir levantando el nivel.
¿Cuáles fueron las diferencia que tuvo con Lisandro Pohl?
Diferencias no te puedo decir que hubo, pero cuando vas a un equipo y no te sentís bien tenés que decirlo y arreglar con la persona que es, no con intermediarios, creo que ese fue el efecto que hubo allí. Él (Pohl) nunca me dio la cara, él siempre mandaba al gerente.
¿Con el gerente que tenía Alianza (Edwin Abarca) tuvo problemas?
No, con él no te voy a decir que me llevé bien, pero tampoco me llevé mal. Siempre manteníamos distancia y todo tranquilo con él.
¿Cómo llevó su trabajo con el cuerpo técnico?
Tranquilo. Del cuerpo técnico no tengo quejas. El profesor intentó, pero creo que las órdenes vienen de arriba y por ahí vienen los problemitas.
¿Considera que usted no jugaba por órdenes de Lisandro Pohl?
Exacto. Lastimosamente, así se manejan las cosas en Alianza. Creo que siempre ha sido así. Me siento mal por eso y molesto porque esa es la espinita que había tenido guardada. Al principio se portó bien conmigo, pero al final no se dieron las cosas como quería.
No es el primero que dice que hay interferencia de parte del presidente a la hora de armar el equipo...
Sí, mira que he hablado con muchos amigos, y creo que muchos han escuchado y visto eso. La vez pasada creo que con el profe (Roberto) “Toto” Gamarra, creo que él siempre se sintió molesto porque el señor siempre quiso hacer el equipo que él quería, que más le convendría.
¿Qué fue lo peor que pensó al ver que no tenía minutos de juego?
Primeramente, mi carrera. Sabía que mi carrera se iba abajo y decidí hacerme a un lado. Ya no aguantaba más, ya no quería seguir en ese camino porque me estaban botando mi carrera y apenas tengo 26 años, y a esta edad todavía se puede seguir dando lucha en cualquier equipo.
¿Pero cuál cree que era la razón por la que no quería el presidente de los albos que usted estuviera en la cancha?
El señor es muy manipulador, él siempre cuando te lleva al equipo te endulza el oído, que te va dar esto y lo otro; y al final, nada. Siempre te viene sacando como a patadas de ahí porque no te sentís cómodo, no entrás en su tónica. Alianza es un buen equipo. Para mí no es lo mejor que tuve y eso va quedando en el olvido.
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