SAN SALVADOR. El entrenador uruguayo Alejandro Curbelo tuvo una conversación abierta en la que resaltó el hecho que existía una desconfianza por parte del presidente del equipo, Lisandro Pohl, sobre su "capacidad de trabajo". Curbelo además enfatizó que "no comparto sobre la decisión" de su destitución. Aclaró igualmente que aún tenía contrato para este y el próximo torneo.
¿Cuál es el motivo de su salida?
A mí me tomó tan de sorpresa como a ustedes, porque tengo contrato por este torneo y por el que viene: el lunes tuve una reunión con el presidente, él me dijo que la relación contractual iba a llegar hasta aquí, y bueno... Ellos tienen todo el derecho y la potestad para actuar de esa manera.
El comunicado que la página del equipo emitió decía que el contrato “finalizó”. ¿Fue una rescisión?
No es una rescisión, ellos me despidieron, para que quede claro. Yo no sé de qué comunicado me habla, no lo he visto. Para mí el contrato no finalizó, desde que llegué al país había dicho que venía por tres torneos cortos, del Clausura 2014 al Clausura 2015.
¿Se le ha hablado de resolver esto para cancelarle toda deuda económica?
Quedamos de reunirnos con el presidente el jueves, porque antes aparentemente él tenía otras cosas qué hacer, seguramente más importantes para él. Y bueno, estoy pendiente de que me hable para solucionar este tema.
Resulta incongruente pensar que en su primer torneo no se logró el objetivo de semis, sin embargo continuó a cargo, pero ahora tras una muy buena primera vuelta, se le cesa cuando el equipo está en los cuatro. ¿Cómo lo toma?
La explicación hay que pedírsela a los que toman la decisión, yo no la tengo. El mismo razonamiento he hecho yo y no tiene de dónde agarrarse. La reunión del lunes no fue extensa, me agarró de sorpresa, desprevenido y no tuve mucho que hablar. Lo que me decía (Lisandro Pohl) es que a mí me falta experiencia y que no ve en el equipo el juego que él pensó que se podía desarrollar. Yo le pregunté: entonces si era un tema de juego, que si le hubiéramos ganado a Metapán, no pasaba esto. Fue un tema de resultados. En definitiva creo que es una decisión que se venía madurando ya desde hace un tiempo. Está claro que estaban esperando que tropezáramos para quitarme de en medio. Desconozco los por qué coherentes, lo que me dice el presidente y lo que me comentó algún periodista o lo que ha dicho algún directivo en redes sociales, es que parece que Alianza no debería estar en cuarto lugar. Que estamos compitiendo con equipos que tienen la mitad o el tercio de la plantilla del equipo (Alianza). Pero esos son pensamientos que tienen ellos, yo creo que en el fútbol las cosas son así, que es un equipo en formación, lo he dicho en todo momento.
Personalmente no le parecen esas razones válidas...
Es que aquí hay dos criterios bien distintos, el de ellos y el mío. La directiva está convencida de que tenemos que marcar una diferencia como la marcan Barcelona y Real Madrid en España, estar muy por encima del resto por la plantilla que tenemos. Yo sé que el fútbol no es así, aunque sí creo que es buen equipo porque tienen capacidad los jugadores. Donde creo que la directiva comete el gran error, y se los he dicho, es que Alianza no es cualquier equipo. No es lo mismo cuando un jugador llega a Alianza que cuando llega a otro equipo. No es lo mismo ser técnico ni directivo de Alianza que de otro equipo. Los jugadores necesitan adaptación, es un plantel nuevo en un 85%, en formación. Tenemos uno de los mejores jugadores del fútbol salvadoreño que es Fito Zelaya, y la realidad es que viene de un año sin jugar, sin entrenar y le está pasando factura. Son un montón de circunstancias que llevan a la irregularidad.La incongruencia está en lo que decía el torneo pasado, hubo determinada filosofía para darle continuidad a este proceso. Sinceramente desde mi punto de vista esta decisión es bastante incoherente y me ha tomado por sorpresa. Pero el equipo está en puestos de clasificación. Quién lo va a manejar, cuándo va a salir un nuevo entrenador, no tengo la más mínima idea. Sí sé que hay un montón de entrenadores ofreciéndose como pasa en este medio. Lamentablemente es algo normal aquí.
¿Podría haber contribuido alguna diferencia suya con el presidente del equipo?
Diferencias con el presidente he tenido mil, pero el problema yo considero que no pasa por ahí. Él (Pohl) puede dar la respuesta más acertada, pero no creo equivocarme al pensar que había una desconfianza en cuanto a mi capacidad de trabajo. No sé generada por qué. Creo que eso fue el detonante. Problemas con el presidente he tenido un millón desde el torneo pasado, no los he hecho públicos ni los haré, pero no pasa por ahí. A veces falta un poquito de humildad en cuanto a las expectativas que se generan. Se piensa que se tiene que mostrar un nivel totalmente diferente al del resto. Yo estoy convencido que el equipo tiene la capacidad para hacerlo, eso me deja tranquilo, pero es producto de un proceso. Sostengo que Alianza no es igual a otros equipos, y el presidente nunca me lo entendió.
¿En qué términos termina su relación laboral con los jugadores de Alianza?
Yo me siento plenamente identificado con los jugadores del equipo, no solo con los once que juegan. Ellos tienen la capacidad como para sacar el equipo adelante, no dudo que lo van a lograr a medida termine las etapas lógicas de adaptación. Lo que más tranquilo me deja es que yo dejo en el equipo una base de jugadores jóvenes, los mayores son Christian Yeladián y Danny Torres, y algún otro. Tienen ganas y cualidades.
¿Cómo califica usted mismo su labor como timonel de Alianza en este tiempo?
Ha habido dos realidades distintas de Alianza, la del torneo pasado y la de este. El anterior yo desconocía el plantel, no tuve mucho tiempo para conocerlos, con el torneo encima. Intentamos hacer lo que se pudo y no se logró por diferentes motivos. Pero me deja tranquilo la reorganización del plantel, veo una diferencia clara en este. Yo hice lo que me pareció mejor para el equipo, y lógicamente tuve un margen de error porque no soy dueño de la verdad. Pero el equipo va a seguir creciendo y va a clasificar.
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