El puesto del timonel albo pendía de un hilo tras encadenar dos derrotas consecutivas y cerrar la primera vuelta sin opciones de finalizar entre los primeros cuatro lugares. Sin embargo, su continuidad y la confianza que depositó en él la directiva paquiderma lo motivan para intentar cambiar el rostro del equipo en los diez partidos restantes de la fase regular.
 
¿Cómo recibió la decisión de la directiva de Alianza con respecto a su continuidad?

La recibí bastante bien, con muchas ganas de seguir trabajando. Ya lo hablamos con los jugadores y sabemos que está en nuestras manos poder revertir esta situación. Considero que hay algunos detalles que debemos corregir, pero tampoco tantos. Debemos mentalizarnos que Alianza es grande y queremos demostrarlo el partido que viene.
 
Los jugadores dicen que la responsabilidad es de ellos, mientras que usted se hace cargo de todos los resultados, ¿considera que es importante la continuidad después de todos estos factores?

Claro, en los equipos todos somos uno solo. Esto es una comunión y entre todos tenemos que ver los errores y tratar de sacarlos adelante. Los jugadores saben lo que tienen que corregir, nosotros también, así que nos queda realizar hincapié en algunas cosas y seguir trabajando.
 
El plantel reaccionó contento tras conocer que seguirá al mando del equipo, ¿esto lo motiva de cara a lo que viene?

Sí, obviamente. Eso siempre motiva, facilita el trabajo. Hay que transmitir en la cancha estas buenas sensaciones, las debemos utilizar cuando ruede la pelota.
 
¿Por qué ha fallado el equipo en los últimos partidos?

Hemos tenido situaciones medio adversas, a veces con expulsiones, otros partidos donde nos hemos manejado bien, y por errores pequeños se nos caen los resultados. Y bueno, cuando la presión aumenta al jugador le cuesta más. No es cuestión de actitud, sino que el jugador empieza a sentir algunas incomodidades y le cuesta desarrollar su cien por ciento. Más que nada trataremos de trabajar mejor eso.
 
¿Cuál es el plan en estos 15 días de paro?

La idea es renovar el equipo mentalmente. Ya teníamos planificado el trabajo para estas dos semanas, y no pensamos cambiarlo. El trabajo consistirá en acondicionamiento, hacer hincapié sobre algunas cuestiones tácticas. Yo creo que el cambio más importante debe ser en lo mental, y nuestra prioridad será esa.
 
 
Alianza todavía ha ganado ningún partido como local en este torneo, y contra Águila se presenta la oportunidad de quitarse esa espina. ¿Es una motivación extra?

Es lo mismo. Son cuestiones de inseguridad, donde el jugador ya sabe en lo que falló. Llegaremos al partido con la mentalidad de ganarlo en nuestro estadio, con nuestra gente y conscientes que el rival nos exigirá bastante.