El eslabón perdido del Alianza de Pohl
Un total de 141 jugadores han pasador por el Alianza desde 2008; se dice fácil, pero ha sido un camino de despilfarro y pocos frutos.
Daniel Herrera
Un promedio de 10 jugadores por torneo se van del Alianza; la continuidad no es una palabra familiar ni que interese, lo importante es el estilo, la mística, la orquesta, que la Ultra llegue y no haga relajos, que la planilla vaya al cine los viernes y que Fito Zelaya vuelva a su nivel para volverlo a vender.
Que Nico Muñoz no haya pegado en Alianza es porque pesa más la camiseta que la interna del equipo. Que Isidro Gutiérrez pasara de ser un jugador de proyección a uno de decepción es porque las lesiones lo han castigado. Que todos se vayan molestos e indignados del equipo es parte de la historia del equipo y de un grupo de malagradecidos. Justificaciones sobran.
El equipo solo lleva un título, si de resultados hablamos, pero lleva miles de dólares invertidos en jugadores que pasaron con más pena que gloria en un equipo que en un tiempo se caracterizó por sentir la camiseta, ese que celebraba títulos comiendo tortas frente al extinto Villa Fiesta, pero no se iban, se quedaban, por amor, pasión y por hambre.
Ahora, ese ciclo de cambiar 10 jugadores y un técnico cada torneo y medio es cansado, indignante y hasta chistoso. Que se vaya medio plantel en enero y junio es peor que ver en programación una novela del cuatro en plena fecha de miércoles con cinco partidos.
El Alianza busca su eslabón perdido, un DT capaz e ideal para el equipo. Pero no se da cuenta que no lo encontrará si su objetivo es que gane, guste, golee cada domingo y quede campeón cada torneo, con mes y medio de pretemporada y un plantel nuevo cada seis meses.
2 comentarios:
lo felicito por tan aguda observacion.
pues verdaderamente alguien deberia de mostrarle estos comentarios a la directiva para que recapaciten .. y les muestren videos del a lianza del 2010 para atras para que se den cuenta como es que se debe de jugar en realidad .
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