Muchos consideraban este partido y eso fue lo que generó una gran expectativa. Bajo un marco de público bajo bastante especial, Alianza derrotó a Águila (1-0), en el primer capítulo de esta serie semifinal, que continuará mañana en San Miguel. Los blancos, con un empate estarían en la final. Águila está obligado a ganar, mínimo, por la diferencia de un gol.
Se notaba el nerviosismo en los primeros minutos, en el que se cometieron varias imprecisiones. Al ambiente estaba haciendo su parte en la concentración, misma que hasta los más experimentados sufrieron, y hasta los árbitros, con ciertas decisiones, que sancionaban de acuerdo a la presión que sentían.
Así se tuvo un inicio bastante pausado, pero en el que los albos poco a poco fueron tomando la iniciativa con algunas llegadas que incomodaron mucho, como por ejemplo un disparo de Rodolfo Zelaya, desde fuera del área, tras el robo de balón, que pasó a pocos centímetros de la portería (9’).
Después, en un tiro de esquina, Iván Garrido dejo la zona baja, para ir a cabecear el centro pasado, que conecto de cabeza y mandar arriba de la meta que defendía Benji Villalobos (12’), quien pedía más concentración en la marca.
De Águila, por varios minutos, el equipo no tuvo salida. Los albos le habían cortado muy bien los espacios y Gilberto Baires tampoco encontró la claridad para darle apertura a la pelota, con Nicolás Muñoz asfixiado por la defensa blanca.
Los migueleños se fueron soltando la presión, mientras fueron encontrando la pelota. Dominaban hasta tres cuartos de cancha, pero sin más idea que probar de larga distancia, pero sin crear más inquietud, para los rechazos de la defensa. Óscar Arroyo fue un espectador, que por momentos le tocó correr, pero jamás vivió algún peligro real.
De igual forma los albos retomaron sus precauciones, recuperaron el control de la pelota y se acordaron de atacar. Pero el mérito mayor fueron las equivocaciones en la salida, con el que cometían muchas faltas cerca de su área. También en la salida, un problema que fue constantes y que les costó caro.
Robó de balón de Danny Torres, por la banda derecha, donde se combinó con Fito Zelaya, quien lo asistió para que entrara al área, en la que terminó siendo derribado por Eder Arias, en su intento por llegar a la pelota, por lo que el central Edenilson Ventura, sin ninguna duda, sancionó penal.
Mucho malestar entre los emplumados, por esta sanción, que consideron muy rigorista, tomando en cuenta una que minutos antes no les habían querido sancionar. El argentino Philippe se encargó de cobrar el disparo con mucha frialdad, en el 43’, engañando con su disparo a la derecha a Benji Villalobos.
Los emplumados, aun con su descontento, cerraron el primer tiempo, sufriendo con un tiro libre que Zelaya hiso estrellar en el poste y que el juvenil José Contreras terminó rematando desviado.
Águila hizo reflexión en el descanso y modificó el esquema, para el segundo tiempo, con el envió de Williams Reyes e Ibsen Castro, para ir a buscar el empate. En los primeros minutos de esta parte, el equipo mejoró en profundidad y ahora ya generó peligro, con algunas centralizaciones, pero Alianza aprovechó el espacio que encontró atrás y volvió a ser más peligroso que os migueleños.
Con el nuevo planteamiento, el partido mejoró en dinámica, con un trajín de ida y vuelta, que mantuvo de pie a la mayoría de los aficionados, por el lado capitalino, esperando encontrar el segundo gol, con algunas oportunidades que creó Fito de manera individual, pero que el colombiano Iván Gerrero, que había llegado para esta segunda parte, tuvo cerca para definir.
Mientras que los emplumados tenían esperanza de conseguir el empate, con Gilberto Baires teniendo más protagonismo en el traslado de la pelota pero la marca y el presing realizado por los blancos, terminó blindando el resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario