En los graderíos solo se vio un pequeño espacio solo en la tribuna sur, que pertenecía a los aficionados albos, pero que también sirvió para que la seguridad colocara una valla policial para dividir a las dos aficiones y que no hubiera problemas.
Del uno al diez, el comportamiento de los asistentes ayer tuvo una nota de nueve. Porque se comportaron a la altura durante el partido. Pero al final del mismo hubo un incidente lamentable.
Según el conductor del autobús del Alianza, un aficionado pampero se quitó la frustración tirando una piedra al vehículo, que cayó sobre el parabrisas, dañándolo en una buena parte (ver foto).
Por lo demás, cada quien puso su propio estilo para darle color a esta fiesta del fútbol. Camisas, banderas, caras pintadas, máscaras y más artículos alusivos, tanto del Firpo como del Alianza, fueron parte de las herramientas que los aficionados utilizaron para apoyar a sus equipos.
Buena parte de la hinchada blanca se quedó en los graderíos para celebrar con su equipo. El "cómo no te voy a querer..." sonó por todo lo alto. El "Alianza, yo te quiero..." fue más que un sentimiento. Ahora, solo les falta cerrar con broche de oro en el Cusca.
ALEGRIA DEL TAMAÑO DE UN ELEFANTE
El héroe capitalino fue Carlos Ayala, quien se consagró regresando a la titularidad y marcando el gol de la victoria.
"No sé ni cómo explicarlo, siento una felicidad máxima por todo lo que sucedió. Este gol se lo dedico a mi familia, a mi novia que siempre me ha apoyado, a Dios, a la dirigencia de Alianza, por toda la confianza, y a este grupo de compañeros, porque son los mejores", expresó con mucha emoción "el Pelón" Ayala.
Como delantero, Ayala siempre tiene la misión de anotar. Pero en este partido también se dedicó a aportar "con lo necesario para ayudar al equipo", a marcar, a desgastarse en frenar al rival incluso desde arriba.
"Mi función de delantero siempre me exige a querer anotar. Gracias a Dios se me dio la oportunidad de ayudar al equipo. Pero no solo fue mi gol el que consiguió el objetivo, sino que también fue parte del trabajo de once guerreros y tres que entraron de cambio", enfatizó el goleador.
Será la segunda final que disputará Ayala en Primera División, la primera con los albos. La otra la jugó con Chalatenango, en el Apertura 2008, la cual perdió.
"Esta será mi segunda final. Espero esta vez ganarla. Se puede lograr porque tenemos un gran equipo. El buen rendimiento en todo el torneo lo demuestra. Hay muchas ilusiones de que se puede lograr, tenemos sueños de ser campeones", señaló.
Media misión cumplida
Para los jugadores albos se ha logrado el segundo objetivo, clasificar a la final. La meta final es campeonizar.
Sobre las semifinales, para el defensor brasileño Marcelo Messias la clave de la conquista fue la paciencia, porque después de la desventaja en la ida, supieron aguantar y remontar.
"Por la paciencia ahora estamos en la final. La serie con Firpo no fue fácil, ellos son un digno rival, pero nosotros tuvimos la tranquilidad de no desesperarnos, a pesar de la obligación que teníamos de ganar. Supimos aguantar, anotamos y luego seguimos aguantando, pero con inteligencia", explicó el zaguero aliancista.
Esta celebración será corta. A partir de hoy, los jugadores albos prometieron pensar solo en Metapán.
"No tenemos que marearnos con esto, solo ha sido un paso más. Lo difícil será el otro domingo, porque con Metapán nos jugaremos el esfuerzo de todo un torneo", dijo Edwin Martínez, capitán albo.
EL ADIOS DE HUGO CORIA
Muy molesto, totalmente inconforme. Así abandonó la cancha el técnico de Firpo, Hugo Coria, después de la derrota ante Alianza, que los dejó fuera de la final.
"No puedo decir más que este es mi último partido con Firpo. Desgraciadamente el responsable soy yo acá", expresó el estratega taurino, con lo que aclaró que ya no seguirá con los manudos para el próximo torneo.
"En verdad, no me esperaba esto (la eliminación)", agregó el técnico argentino.
En sus cortas palabras, tras terminado el partido de ayer, Coria lamentó mucho no llevar a Firpo a otra final, como lo hizo en los dos torneos anteriores que dirigió a los manudos.
"Lamentablemente no me puedo ir de Firpo llevándolo nuevamente a la final. No tengo mayor explicación que decir que este es mi último partido con este equipo", concluyó el DT.
Al pasar por los aficionados taurinos, éstos lo despidieron con aplausos y, más de alguno, con agradecimiento. Pero se va.
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